Capítulo #14
Balin
— ¡Eres un idiota!— Río a carcajadas por su chiste.
Dejo que mi cabeza caiga en la red en la que estamos y suspiro mirando el cielo estrellado. Ulysse me ha llevado hasta una colina la cual tiene una red inmensa que nos deja dispensados en el aire como si flotáramos. Hemos estado bromeando por más de media hora y las risas comienzan a ponerme la voz ronca.
— Tienes que admitir que Doble C sí se parece a Caillou.— Acaricia mi cabello dejándolo detrás de mi oreja.
— Ni si quiera sé quien es Caillou. Tienes que dejar de hablar de una serie de hace siglos.— Bufo dándole la espalda.
— Venga, solo porque es tu cumpleaños.— Besa mi hombro volteándome.— ¿Tienes frío?
Observo mi bikini y al mencionar el frío recuerdo que es invierno. Todo mi entrenamiento militar me ha ayudado a soportar estas adversidades y ahora ni me doy cuenta. Aún así, no es bueno poner mi cuerpo en esta situación así que asiento viendo como se quita la chaqueta para ponérmela.
— Tengo un regalo.— Dice sacando una caja pequeña de su bolsillo.
— No es necesario...
— Ya, déjate de ñoñerías y acéptalo.— Me lo tiende y lo tomo en mis manos.
Se trata de una caja alargada de color blanco y la abro delicadamente esperando a que no se me caiga de las manos y atraviese uno de los hoyos de la maya en la que estamos acostados.
Detallo en collar plateado aguantando las lágrimas al ver lo lindo y significativo que es. Es un dije algo grande en el cual se dibuja a dos personas en miniatura sentados justo donde estamos nosotros y ambos dibujos miran hacia la luna mientras la agarran con un hilo que es lo único que tiene color ya que es rojo. En lo más bajo de la medalla está escrito una frase que dice "Pídeme la luna y bajaré toda la maldita constelación."
Retengo el llanto en mi garganta y me lo coloco temblando un poco. Toco el dije con ambas manos y me lanzo encima de Buisson besándolo apasionadamente.
— Gracias, grim.— Sonrío con lágrimas.
— Un pajarito me ha dicho que te gusta la luna ¿He acertado?— Besa mi cuello.
— Siempre.— Tomo su rostro alejándolo para tener el control.— Quiero agradecerle, regente.
Lo veo alzar ambas cejas y una sonrisa maquiavélica me hace saber que él también quiere lo mismo. Paso mis labios por su barbilla mientras acaricio su torso musculoso. Desabotono su camisa besando sus labios y la desprendo de su cuerpo llevando mis besos hacia su pecho. Trazo sus líneas de ejercicio con mi lengua y lo oigo gemir. Beso el tatuaje del hilo para después trazarlo con la punta de mi nariz.
Quito el botón de su pantalón y él mete sus manos en mi cabello jalándome para que le dé la cara. Me sube encima de él y besa mi oreja para después susurrarme.
— Sabes que soy nueve años mayor que tú ¿No?— Gruñe mientras me meneo en su pelvis.— Respóndeme.
No puedo hablar, lo menos que me importa es su edad y ahora mismo no quiero hablar sobre moral. Me quito su chaqueta sin responderle y desamarro la parte superior de mi bikini para enseñarle mis pechos.
— ¿No quieres?— Hago un puchero apretando mis senos.
— Balin...— Amenaza.
— ¿Qué te detiene, entonces?— Repito las palabras que me había dicho en el funeral de Campbell.
— Manipulatrice.— Entrecierra los ojos tomando mi cuello.
*Manipuladora*
Toma mi pecho con su otra mano mientras la otra se queda fija en mi cuello sin llegar a lastimarme. Se inclina para meter mis montículos entre sus labios y jadeo al sentir su humedad en mi carne sensible. Succiona dando lametazos y baja ambas manos a mi trasero estrujándolo. Sus azotes me asombran pero no me disgustan, doy pequeños brincos al sentir su palma chocar contra mis posaderas sintiendo más necesidad que antes.
Deja de chupar mis senos para dejar un camino de besos hasta llegar a mis labios nuevamente. Rompe mis bragas del bañador como si fuera mero papel y mi centro choca contra su miembro erecto que ni siquiera me he dado cuenta de cuando lo ha desenfundado.
— Alto ahí, vaquera.— Habla al verme tomar su tallo para meterlo en mi cavidad.
Nos gira para que ahora él esté encima y toma mis manos encerrándolas. Un hormigueo intenso me empieza a surgir en mi centro al sentirlo besar mis muslos hasta subir a mis labios íntimos. Separa mis piernas azotándome cuando no me quedo tranquila y mete dos dedos mientras sigue arrollando mi punto con su lengua caliente. Me retuerzo gimiendo sintiendo un montón de sensaciones fantásticas, peleo para sacar mis manos pero me es imposible.
— Te ves hermosa, ma belle.— Muerde mi muslo.
— Para.— Digo al sentir la mitad de su miembro entrar de golpe.— Joder, me duele, cabrón.
Me retuerzo con el conducto lleno experimentando nuevamente el incómodo sentir de un miembro más grande del promedio. Me remuevo con cierto ardor y Ulysse se sale para voltearme. Mis pechos quedan aplastados por la red y mi pelvis es levantada por Buisson.
— Muévete.— Pide amasando mis masas posteriores y acato algo confundida.— Bien... Más lento.
Coloca sus dedos cerca de mi centro para que me penetre yo misma. Me balanceo de arriba a abajo gimiendo al sentir el placer de sus dedos. Escucho una cámara hacer clic y el flash me hace saltar un poco. Me muevo lejos del psicópata de Buisson y él quita la grabación mirándome sin entender mi reacción.
— ¿Eres loco o qué?— Me tapo con su camisa.
— Pensé que era un payaso.— Alza un ceja y bufo.— Es solo para el recuerdo.
— ¿El recuerdo? — Resoplo abotonando la camisa.— Una foto para recordar sería una selfie o una foto a la luna, no un video de mí masturbándome con tu mano.
— Yo solo quería grabar lo mejor de la noche.— Besa mi hombro ahora cubierto y me salgo de la maya.