Unos días después, Laura se dedicó a averiguar donde estaba recluido Víctor y lo visitó para preguntarle:
—Nunca había visto a alguien pelear así ¿Cual es tu estilo?
—¿Que ganaría con decirte?
—Podría sacarte de aquí.
—Mi estilo es el Mantekate.
—¿Mantekate? Nunca había oído de el.
—Es un antiguo estilo familiar.
—¿Podrías enseñarme?
—¿Como se supone que te enseñe estando encerrado?
—Podría pedir visitas conyugales para que me enseñes.
—Esta bien, lo haré, pero si prometes sacarme de aquí.
—Dalo por hecho.