El maravilloso regalo de Irma

La llegada de Kiwi

Una niña pequeña juega en los columpios del jardín de su casa. Los girasoles siguen con sus coronas al sol, que está en lo más alto del cielo.
—Irma, ven a comer, llego visita —la niña va corriendo a la cocina. Al llegar, ve a su tía abuela Sofía, una mujer grande de edad, con el cabello rizado y blanco como el algodón.
—Hola, mi niña, ¿cómo estás? —dice la tía abuela.
Irma se acerca y le da un fuerte abrazo. Se sienta en su silla de siempre y su mamá le da un beso en la frente, mientras le dice: —Hoy prepare, tu comida favorita.
—Espagueti con bolitas de carne —dice muy sonriente.
—Espero que te guste, tía Sofí. También, hay galletas con helado de fresa y chocolate, para el postre.
—Es justo lo que quería comer —dice sonriendo a su sobrina y en especial a Irma. Mamá Sofí se agacha, agarra una bolsa de regalo color naranja con círculos amarillos y rojos.
—Feliz cumpleaños, mi querida niña —dice mamá Sofí, poniendo el regalo sobre la mesa.
La niña se pone de pie y le da un fuerte abrazo a la invitada, mientras le dice, sonriendo: —Gracias, mamá Sofí. Te quiero mucho.
—No podía llegar sin un regalo, en tu cumpleaños número siete.
—¿Puedo abrir el regalo? Mami.
Su mamá la ve a los ojos, Irma pone su carita tierna. Abre con cuidado la bolsa, se asoma para ver qué hay adentro. Para su gran sorpresa, encuentra un peluche color gris con blanco. No sabe qué forma tiene, mete ambas manos y saca con cuidado al peluche. Es un hermoso Koala, grande y regordete, de ojos verdes oscuros.
—¿Te gusta? —pregunta, deseosa por saber la respuesta.
—¡Me encanta! —dice Irma, mientras le da un abrazo al peluche y después a su tía.
—Ese peluche, ha estado en la familia, desde que yo tengo memoria. Antes de ser mío y de tu abuela Olivia, fue de nuestra mamá. Ha vivido tantas aventuras con todos nosotros y está ansioso por vivir nuevas aventuras contigo, mi querida Irma —dice la tía, mientras le sonríe a la niñita y ella le regala la sonrisa más linda que tiene.
Las tres damas comen su deliciosa comida en una tarde de primavera. Disfrutando de la compañía y el amor que se tienen. La tarde pasa muy rápido. Mamá Sofí, sonríe a la puesta de sol, que se observa por la ventana, Irma le da un fuerte abrazo y un beso al koala, mientras que su mamá da un sorbo a la taza de té.
—Por cierto, querida niña, había olvidado algo muy importante, —dice señalando al koala, —él se llama Kiwi y le encanta que platiques con él antes de dormir, nunca lo olvides. Bueno, creo que ha llegado la hora de partir —dice mamá Sofí. Levantándose de la silla, mientras sacude las migajas de su larga falda.
—Gracias, mamá Sofí, es el mejor regalo que me han dado. 

Irma se acerca a ella, le da un fuerte y cálido abrazo.
—Tú eres la sobrina nieta más bella que tengo.
—Soy la única que tienes, mamá Sofí.
—Lo sé, pero aun así; lo eres. Te amo, pequeña —dice mamá Sofí. —Gracias, Isabel. Fue una bella tarde, pero creo que llego el momento de irme. Ya no tarda en llegar tu tío Ben.
—Gracias a ti, tía Sofí. Ha sido un gusto volverte a ver —dice Isabel, mientras la abraza y le da un beso en la mejilla, las lágrimas de la mamá de Irma corren por las mejillas, pero la niña no se da cuenta de eso. Ella está jugando en el jardín con Kiwi.
Mamá Sofí camina por el jardín, mientras le dice adiós con su mano a Irma e Isabel. Al pasar el portón de entrada, el tío Ben la está esperando en un coche azul y saluda a la niña y a su madre, desde la ventanilla. Después de eso el auto se aleja.



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En el texto hay: drama, magia, fantasia aventura

Editado: 25.02.2023

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