La puerta de la habitación de Mima, se abre lentamente. Su mamá observa la cama donde está su hija, abrazando a Kiwi, pero ahí algo en ella que se está extinguiendo poco a poco. Su mamá y papá entran al cuarto, su respiración se hace cada vez más lenta y pausada.
—¡Ayuda! —grita su padre, saliendo del cuarto en búsqueda de las enfermeras y doctores.
—¡Hija, despierta! —grita desesperada, abraza a Irma tan fuerte que dificulta aún más su respiración.
—Señora, necesitamos que salga de aquí —dicen los enfermeros mientras se acercan a Irma con varios aparatos para ayudarla a respirar de nuevo. Uno de los enfermeros le ayuda a salir. Su papá está afuera de la sala, tumbado en el suelo con las manos sobre su cara. Isabel llora incesantemente y no para de repetir: —“Mi linda, nenita”.
Él se pone en pie y la abraza, intenta ser fuerte, pero se quiebra al ver a su amada, rompiéndose en llanto y a su pequeña, casi…
Los segundos se convierten en minutos y los minutos en horas. Los ojos se han secado, las lágrimas ya no salen. Un nudo en la garganta, no los deja hablar. Su mamá se queda dormida sobre el hombro de su esposo o al menos eso parece.
Se escucha la puerta de la habitación, abrirse por primera vez, por largos minutos de espera. Él y ella se ponen en pie de un salto.
—¿Cómo está, mi princesa? —pregunta él.
—Está estable, con la ayuda de Dios y los medicamentos, se mantendrá bien —dice el doctor.
—Recuerden que hoy fue su primer día de quimioterapia, así que ella está muy débil, debemos tener mucha paciencia y fe, amarla y quererla, hacerla sentir segura de que todo estará bien y no verse triste frente a ella, ella necesita lo mejor de ustedes —dice el doctor.
—Gracias —es lo único que puede decir Isabel.
—Eso haremos —dice su papá.
—Pueden entrar a verla, pero déjenla descansar. Por ahora, lo que necesitamos es orar y hacerla sentir bien —dice el médico.
Ella y él entran a la habitación, caminan despacio. No quieren despertarla con el ruido de las pisadas. La observan sin tocarla, la contemplan, Irma parece una linda angelita durmiendo tranquilamente.