Chen Hao salió del cuarto.
Sus mejores amigos, Yang Hui y Ma Xiaonan, corrieron tras de él.
—¡Por qué eres así! ¡El regalo no es lo más importante! —explicó Ma Xiaonan con ansias.
—No te vayas, termina de comer antes de irte. ¡Si te vas, no tiene sentido que nosotros nos
quedemos! —agregó Yan Hui.
—Pásenla bien, Yang Hui, Xiaonan. En realidad, tengo algo que hacer. ¡Créanme, no los quiero
engañar! —contestó sonriendo.
¡Chen Hao no estaba seguro de si le creían o no!
Todo había empezado por la tarjeta que le había dado su hermana. Esa tarjeta con un gasto mínimo
de 300,000, que lo había vuelto a meter en problemas.
A pesar de la persistencia de Yang Hui y Ma Xiaonan, Chen Hao finalmente logró marcharse.
—¿Ya se fue ese pobre tipo? —se burló Xu Nan cuando Yang Hui y Ma Xiaonan regresaron al
cuarto.
—¿No puedes dejar de acosarlo? Deja de aprovecharte del hecho de que es un blanco fácil. ¿No lo
han acosado lo suficiente todos ustedes? —refutó Yang Hui, porque no lo podía soportar más.
—Jaja, estaba pidiendo problemas. Yo no soy la que compró un bolso pésimo y quiso engañar los
sentimientos de Xiaonan. No puedo creer que era un bolso Edición Coleccionista de Hermès falso.
¡Este pobre muchacho en realidad sabe cómo seleccionar un regalo! —dijo Zhao Yifan negando con la
cabeza y luego sonrió con amargura.
Después de que se había ido, Chen Hao caminó por las calles sin sentido.
Cuando era pobre, solo soñaba con tener una fortuna. Ahora que la tenía, no desarrolló ninguna
emoción especial.
Por otro lado, había gastado 300,000 y ni siquiera había tomado una bebida en la fiesta. Para peor, lo
habían despreciado.
Mientras pensaba si debía buscar otro local para tomar algo, sonó el teléfono.
Era su hermana, Chen Xiao, quien lo estaba llamando.
—¡Hermana! —exclamó cuando contestó.
—Hermano, ¿qué haces?
—En realidad no estoy haciendo mucho ahora…
—Entonces ayuda a tu hermana.
—¿Qué puedo hacer? —preguntó.
—¿Has escuchado de la Calle Comercial Jin Ling? Cuando te visité hace cuatro años atrás, urbanicé
esa calle e invertí en ella. Ahora necesito tu ayuda para firmar el contrato de renovación de mi parte.
¡No puedo viajar para hacerlo yo misma! —le dijo—. Además, como la inversión y el desarrollo es
dirigido por los dos de manera conjunta, sería lo mismo si tú lo firmas. ¡Ve y firma el contrato! —
agregó—. ¿Bueno?… ¿Escuchaste lo que acabo de decir? —le preguntó finalmente.
Por supuesto que Chen Hao escuchó lo que había dicho. Es solo que había quedado completamente
pasmado y perplejo.
«¿Calle Comercial Jin Ling?», se preguntó.
Era uno de los lugares más famosos de la Ciudad de Jin Ling. La calle comercial estaba repleta de
tiendas y los negocios florecían. En la parte más alta de la calle comercial había un club llamado Villa
Balnearia que se había construido de acuerdo con el relieve natural de la montaña. El centro turístico
era visitado constantemente por empresarios de la Ciudad de Jin Ling.
«Espera, ¿eso quiere decir que nuestra familia es dueña de la calle comercial entera?», Chen Hao
volvió a dudar.
—¿Hablas en serio? ¿Nuestra familia es dueña de la calle comercial?
—¡Maldita sea! Después de hablar contigo por tanto tiempo, ¿aún piensas que estoy bromeando? La
urbanicé yo misma. En ese entonces, no podía iniciar tantos negocios en industrias diferentes solo bajo
mi nombre, así que utilicé tu identificación. ¡Por lo tanto, eres dueño de media calle!
—Cuando llegues a la Villa Balnearia, busca al gerente, que se llama Li Zhenguo. ¡Le he informado
que tú, como segundo dueño, vas a firmar el contrato!
Chen Hao se quedó sin palabras.
—¡De acuerdo, está bien, eso es todo! Aún tengo algunos asuntos pendientes por aquí. ¡Colgaré! —
Chen Xiao se despidió y colgó.
Chen Hao quedó perplejo y mantuvo el teléfono en sus manos por mucho tiempo.
La Villa Balnearia era un lugar muy exclusivo. En el pasado, ni se hubiese atrevido a pensar en ir a
ese lugar.
Pero ahora, las cosas eran diferentes. Finalmente, respiró hondo y llamó un taxi para que lo llevara a
la Calle Comercial Jin Ling.
La Villa Balnearia tenía restaurantes, centros de entretenimiento y hospedaje bajo un solo techo.
Era una villa al lado de la montaña. Más abajo estaba la calle comercial construida sobre la ladera
montañosa.
Chen Hao se recompuso y entró…
—¡Señor, deténgase, por favor!
Justo cuando estaba entrando, lo detuvieron unas recepcionistas muy hermosas.
—¿Señor, ha reservado su lugar en la villa? —le preguntó una de las recepcionistas mientras lo
miraba.
Ya que eran recepcionistas, estaban acostumbradas a conocer a mucha gente importante. Pero ahora,
ante sus ojos estaba Chen Hao, vestido con ropa de marca inferior. A pesar de que las recepcionistas se
escuchaban respetuosas, la mirada de desdén que tenían era muy obvia.
—No hice una reservación, ¡vine a buscar a alguien! —respondió Chen Hao.
Al mismo tiempo, miró a las pocas recepcionistas y quedó atónito. Con mucha razón la gente decía
que la Villa Balnearia era un paraíso en la Ciudad de Jin Ling. Había alrededor de cinco a seis
recepcionistas. Parecían recién graduadas de la universidad y se veían elegantes. Eran como modelos
ya que, además de ser bonitas, también tenían buen cuerpo.
—¿Buscando a alguien? ¿A quién está buscando?
Las chicas hermosas fruncieron el ceño al mismo tiempo, después de escuchar lo que dijo Chen Hao.
A estas alturas sus voces ya se habían vuelto frías e indiferentes.
—Estoy buscando al Señor Li Zhenguo. ¡Es el gerente general de la calle comercial!
Claro que Chen Hao notó sus miradas discriminatorias, pero, aun así, decidió decir la verdad.
Las recepcionistas se miraron entre sí.
«¿Gerente General Li?», pensaron.
Concluyeron que este pobre tipo no tenía idea de quién era el Gerente General Li. ¿Acaso pensaba
que el gerente general era alguien a quien él podía conocer así nada más? En ese momento estaban
seguras de que este pobre tipo solo estaba en ese lugar para echar un vistazo. Después de todo, el club
Villa Balnearia ya era muy bien conocido. La mayor parte de la población no lograría entrar, ya que no
se lo podían permitir.
Normalmente, había muchas personas que, igual como lo aparentaba Chen Hao, fingían buscar a
alguien cuando en realidad querían echar un vistazo adentro. Sin embargo, no había manera de que lo
dejaran entrar. Eran mujeres hermosas, graduadas de la universidad. Entonces, a pesar del hecho de que
se avergonzaban de la apariencia de Chen Hao, mantenían un comportamiento educado.
—Señor, si usted desea ver al Gerente General Li, necesitará programar una cita. Si usted no tiene
una, ¡puede retirarse, por favor!
¡Por fin se dio cuenta de que estas recepcionistas lo habían tomado erróneamente por alguien que
solo estaba allí para echar un vistazo! Escuchó hablar a alguien justo cuando consideraba marcarle a su
hermana para que le dijera a Li Zhenguo sobre su llegada.
—Señorita Zheng Yue, ¿qué están haciendo? ¿Acaso La Villa Balnearia permite que cualquiera y
todos puedan entrar a sus instalaciones? —un joven, que vestía ropa de lujo y estaba bien peinado,
entró a la villa. Iba de la mano con una chica muy maquillada, que vestía de manera coqueta. Le echó
una mirada de desprecio a Chen Hao y le sonrió a la recepcionista a cargo.
—Shangtian, pensé que habías dicho que este es el lugar más lujoso de la Ciudad de Jin Ling. ¿Por
qué hay alguien vestido así aquí? —preguntó la chica coqueta.
Había personas que eran así así. Es decir, si no molestaban a alguien, sentían que de otro modo no
podían mostrar sus capacidades.
—Lo siento mucho, Señor Li. ¡Me encargaré de esto de inmediato! —se disculpó Zheng Yue, la
recepcionista a cargo.
—Excelente. Estoy planeando invitar más tarde a algunos amigos que no son de aquí. Nuestra villa
es el símbolo de la Ciudad de Jin Ling. No debería ser degradada. Espero que no te enojes conmigo por
parlotear. Mi papá y tu Gerente General Li se conocen, ¡hasta llegaron a compartir una cena! —dijo Li
Shangtian y sonrió.
Juzgando por el tono de Li Shangtian, era más que obvio que le tenía un respeto absoluto al Gerente
General Li. La chica en sus brazos casi se derritió cuando se dio cuenta de que Shangtian lo conocía
porque el Gerente General era una persona muy importante en la Ciudad de Jin Ling. No sabía que él
tenía tan buenos contactos en la alta sociedad.
Incluso el grupo de recepcionistas al lado de Zheng Yue cortejaban en secreto con la esperanza de
llamar su atención.
—¡Sí, Señor Li! —asintió Zheng Yue con rapidez.
Entonces, se dio la vuelta y le dio una mirada firme a Chen Hao.
—Váyase, por favor. ¡Deje de retrasar nuestro negocio o llamaré a seguridad!
—¡Está bien! ¡Saldré a hacer una llamada! —le contestó. Luego suspiró y se fue. Mientras salía,
sacó su teléfono.
—¡Mierda! Vaya que sí sabe cómo fingir y presumir este tipo, comportándose como si fuera alguien
importante —se burló Li Shangtian.
—Señor Li, por favor, no lo tome muy en serio. Este tipo de problemas sucede a menudo en la Villa
Balnearia —se disculpó Zheng Yue con una sonrisa.
—Señorita Zheng Yue, ¿podría hacerme un favor y acompañarnos a tomar unos tragos después de
que lleguen mis amigos? —dijo Li Shangtian.
—¡Hablemos de eso más tarde, Señor Li! —respondió con una sonrisa reservada.
De manera sugestiva, Li Shangtian miro a Zheng Yue mientras asentía con la cabeza. Después sacó
su billetera y caminó hacia la recepción para registrarse.
—¿Zheng Yue, conoces al Joven Amo Li? —preguntó el grupo de bellas recepcionistas, mientras lo
miraban con adoración.
—Por supuesto. ¿Por qué otra razón decidimos trabajar aquí como recepcionistas tan pronto nos
graduamos? ¡Para poder llegar a conocer a más personas empresarias como el Joven Amo Li! —
respondió Zheng Yue con orgullo, acomodándose el cabello.
—¿Reconocieron a la chica coqueta con quien iba de la mano? Ella es una celebridad de segunda
categoría… La familia del Joven Amo Li está involucrada en bienes raíces y el valor bruto de los
bienes de su familia es de más de dos mil millones.
—¡Guau! Con razón su papá conoce al gran jefe de la Calle Comercial Jin Ling, el Gerente General
Li. ¡No sabía que tenía un estatus tan alto!
Las recepcionistas se quedaron viendo la silueta de Li Shangtian y quedaron obsesionadas por él.
—Por cierto, hablando del Gerente General Li, seguro está en una junta con el presidente de la
Ciudad de Jin Ling al igual que con la Cámara de Comercio de Jin Ling. Ese perdedor incluso se
atrevió a decir que estaba buscando al Gerente General Li. Ese tipo es tan patético… —dijo Zheng Yue
con menosprecio.
Ella estaba sonriendo y se preparaba para acercarse y charlar con Li Shangtian. Cuando levantó la
mirada, se dio cuenta de que el pobre tipo, a quien había expulsado, estaba de regreso.
—¿Por qué regresaste?
Zheng Yue no lograba comprender lo que estaba pasando.
El resto del grupo de recepcionistas también miraron a Chen Hao con desdén.
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Editado: 31.08.2024