Capítulo 52: El Joven Amo Chen De Jin Llng Toma Acción

-Chen Hao, ¡por acá!

Había llegado al dormitorio de chicas y definitivamente había
una gran multitud de gente reunida ahí.

La multitud estaba compuesta tanto de chicos como de chicas.
La policía tamblén estaba ahí. Incluso su tutora, Meng Calru, y el tutor de Lu Chen estaban
presentes.
Efectivamente estaba muy emocionante la situación. Yang Hui lo saludó de entre la multitud.
Chen Hao caminó hacia él.

Solo entonces vislumbró las figuras de Yang Xia y Lu Chen.

Al parecer ambos habían estado Involucrados en una pelea. Había una marca de bofetada en la mejilla
de Yang Xia y su pelo estaba todo desordenado. Ella lloraba mientras regañaba a Lu Chen.

En ese momento, Lu Chen estaba siendo inmovilizado y esposado por la policía.

Estaba tan asustado que su cara se veía pálida.

Uno de los policías trataba de obtener declaraciones de ambos tutores que los ayudaran a entender
mejor la situación.

-¿Qué...qué sucedió aquí?

Chen Hao preguntó conmocionado.

-¿Qué quieres decir con qué sucedió aquí? Maldición, Chen Hao, ¿nunca te preguntaste cómo Lu Chen se volvió tan rico desde ese día? Pues adivina qué, fue tan osado que pidió 100,000 prestados a una financiera en línea por siete días.

Supongo que fue estafado por la gente que manejaba los hílos, porque en siete días, ya ha acumulado
una deuda de 500,000. ¡Creo que Lu Chen secretamente hipotecó las acciones de la empresa de su
padre a otras personas!

De todas formas, ahora es un gran desastre. ¡El que llamó a
la policía fue su padre!

-Lu Chen no puede escapar a ninguna parte ahora. Quería que Yang Xia le devolviera dinero. Creo se
había gastado como 100,000 en ella, ¡pero ella no quiso hacerlo así que la golpeó!

-Mierda, estas financieras en línea sin licencia son despiadadas. Vi antes en las noticias que
alguien había pedido prestado 10,000, sin embargo, en una semana la deuda ya se había inflado a
100,000. ¡Eso es diez veces el monto original! Pensé que era noticias falsas, pero ahora sí lo
creo. ¡Qué miedo!

Después de escuchar todo esto, Chen Hao miró a la sollozante Yang Xia.
Posteriormente, miró a Lu Chen que era escoltado al auto policial. Aún la seguía maldiciendo:

-Déjame decirte esto perra, me gasté 100,000 en ti y ní siquiera te llevé a la cama. ¡Más vale que
te cuides! ¡SI no me devuelves el dinero, le pediré a mi padre que contrate a alguien para
liquidarte!

-¡Súbete! -le ordenaron unos policías antes de que alcanzara a terminar su frase y lo metieron al auto.

-¿Por qué mierda me pides que te devuelva el dinero?
¿Acaso he sido tu novia por nada? -exclamaba Yang Xia pateando el piso enojada-. ¡Eres un
mentiroso, y te mereces todo lo que te está pasando!

A pesar de que ella lo estaba maldiciendo, sentía miedo en su corazón. La familia de Lu Chen no era
alguien con quien meterse. Por lo menos, era mucho más poderosa que su familia.
El corazón de Yang Xia palpitaba con rapidez al ver a Lu Chen siendo escoltado por la policía.
Súbitamente, giró su mirada y vio a Chen Hao en la multitud. En ese instante, sus ojos se volvieron
rojos.

Inmediatamente se encaminó a toda velocidad hacia Chen Hao y levantó sus manos. ¡Le dio dos
bofetadas muy sonoras!

-Bastardo ¿cómo pudiste quedarte parado ahí y ver como alguien me golpeaba? Maldito bastardo,
¡deberías habértelo llevado del cuello y golpearlo! -le gritó.

Yang Xia estaba fuera de sí. Rajó la ropa de Chen Hao mientras gritaba y aullaba.

A sus ojos, él era el tipo de persona que haría cualquier cosa por ella.

No ahora, pero en el pasado, él la hubiese llevado en sus espaldas a la enfermería si hubiese tenido un leve resfrío.

Si decía que tenía hambre, aunque fuera medianoche, Chen Hao hubiese corrido fuera del campus para comprarle algo yenviárselo a su dormitorio.

Si hubiese querido un celular nuevo, Chen Hao habría trabajado hasta quedar medio muerto para
comprárselo.

Por lo tanto, mientras era golpeada, de forma subconsciente, ella pensaba que Chen Hao
definitivamente la defendería.

Pero al final, él solo se quedó parado ahí mirando como un tarado.

Yang Xla estaba tan enojada que casi enloqueció.

-Yang Xia, ¡ya no soy tu novio! -le contestó.

Después de soportar dos bofetadas, Chen Hao estaba listo para devolverle el favor.

Pero cuando vio las marcas dejadas en su cara por Lu Chen, no tuvo fuerzas para golpearla.

¡Solo podfa alejarla de él!

Él realmente la había amado entonces.

-Perfecto, ya no somos novios, pero ¿no quieres que volvamos a estar juntos? -exclamó Yang Xia.

Ya se había calmado un poco.

Sin embargo, sentía a Chen Hao como un extraño ahora.

«¿Puede ser que este pobre perdedor ya no me ame? No lo puedo creer», pensó ella.

Aun cuando ella estuviese en su peor momento, él debía arrodillarse y rogarle.

-No, ¡no quiero!

Chen Hao negó con la cabeza y se volteó para írse. La verdad es que todavía estaba herido.

-Bastardo, si no vuelves conmigo, ¿cómo se supone que le voy a devolver el dinero? ¡Si no fuese por
tu competencia con Lu Chen para ver quién era más rico, yo ahora no estaría en esta situación! -le
gritó Yang Xia histérica.

Chen Hao ya no la amaba.

Sin embargo, ahora tenía una deuda de 100,000 que pagar y no quería ofender a la familia de Lu
Chen.
«¿Qué hago? ¿qué debo hacer ahora?», pensó Yang Xía.

¡100,000! Ni aunque vendiese su cuerpo podría juntar esa suma.

Yang Xla se agachó en el suelo y comenzó a llorar. Chen Hao, por otro lado...

Tenía sentimientos confusos mientras volvía al dormitorio.

Quería dormir una breve siesta, pero por más que lo intentaba, no lograba quedarse conciliar el
sueño.