Chen Hao se sorprendió al ver a Yang Xia como recepcionista del Club.
No era de extrañar que hubiese desaparecido del radar en estos últimos días. Resultó que había
estado acá todo ese tiempo.
Chen Hao se sintió realmente contento por ella.
Ella todavía era hostil con él después de aquel incidente. Sin embargo, por lo menos había
encontrado un trabajo y no se había rendido.
Estaba trabajando duro para ganar dinero.
Chen Hao estaba contento de que las cosas resultaran así, comparado con cualquier otro resultado
que podría haberse dado en estos casos.
-Chen Hao. ¿por qué estás aquí? ¿crees que simplemente puedes entrar y visitar lugares así? ¡Fuera
de aquí! -le ordenó Yang Xia.
-Yang Xia, ¿conoces a esta persona? -le preguntó otra recepcionista.
Había tres de ella paradas junto su lado. Se veían como de la misma edad que Chen Hao y se
encaminaron hacia él.
Sus situaciones eran similares a las de Yang Xia en el sentido de que todas estaba en el tercer año
de universidad y necesitaban una práctica. Obviamente querían intentar hacer una fortuna en el
Club.
Habían escuchado que tendrían la oportunidad de conocer a muchos peces gordos aquí.
Por lo tanto, quedaron confundidas cuando lo vieron.
Chen Hao no se vestía como los típicos hijos de los nuevos ricos. A primera vista, ellas
sospechaban que él estaba acá para fisgonear y ampliar su horizonte.
Sin embargo, el Club tenía una regla de que decretaba que la gente extraña no podía entrar, ¡pasara
lo que pasara!
-Por supuesto que lo conozco, ¡es ese ex novio del que les estaba contando! -contestó Yang Xia y lo
fulminó con una mirada resentida.
-¿Qué? ¿es ese idiota que te cortó después de ganar la lotería? ¿y el idiota que constantemente se
anda jactando y pavoneando todo el tiempo?
-¡Maldición! Es tan feo y, sin embargo, actúa como si fuera el rey del mundo después de ganarse la
lotería. Hay muchos más hijos de nuevos ricos mejores que él. Por ejemplo, el Joven Amo Kang. Tiene
muchfsima dinero, pero jamás lo he escuchado jactarse. ¡Qué campesino!
-¿Cómo se puede comparar esta persona con el Joven Amo Kang? Yang Xia, tuviste suerte de haberte
dado cuenta de la verdadera naturaleza de este idiota a tiempo y no perdiste tu virginidad con él.
Te habrías arrepentido...
Las chicas guapas se burlaban de Chen Hao a sus anchas.
A pesar de no ser de estatus alto, ellas habían logrado conectarse con algunos peces gordos debido
a su trabajo durante ese tiempo en el Club.
Como tal, tenían estándares muy altos y se sentían superiores.
A sus ojos. Chen Hao era un perdedor y no tenían escrúpulos en mirarlo en menos.
Chen Hao suspiró indefenso.
Estaba a punto de preguntar por la ausencia de Zheng Yue, la recepcionista anterior.
«¿Se habrá ido?». pensó él.
Sin embargo, no podía intercalar ninguna palabra ya que estaba siendo bombardeado por las chicas.
«Qué rápida es en culparme Yang Xia. ¿No fue ella quien me engañó primero?», se dijo a sí mismo.
No obstante, ya no tenía ganas de discutir este tema con Yang Xia.
No importaba lo que ella dijera, ya habían terminado de todas maneras.
Aun cuando los sentimientos de Chen Hao hacia Yang Xla eran complicados todavía, no tenía ninguna
intención de volver con ella.
Por lo tanto, ¡cualquier cosa que le dijera ya no le importaba!
-Chen Hao, déjame decirte algo. No creas que eres tan magnífico simplemente porque te ganaste la
lotería. Yo cometí un error, un grave error. En mi primer año de universidad, era una chica
inocente. Por lo que, cuando me traste tan bien, quedé conmovida y acepté ser tu novia.
Después de eso, me di cuenta de que Lu Chen era mejor que tú, por lo que me junté con él. Pensé que podría hacerme feliz, pero me equivoqué también.
» Estaba viviendo en una burbuja y no tenía visión de futuro.
Ahora que estoy en el Club Villa Balneario, es como si
hubiese entrado a un mundo completamente distinto. No me importaría ni aunque hubieras ganado un
millón en la lotería. Aun cuando hubieses ganado cinco o diez millones1 tampoco me importaría. A mis ojos, ¡eres simplemente un perdedor que tuvo un golpe de suerte!
» Por lo tanto, deja de pensar que eres tan fantástico. Para mí, ¡no eres más que un desvalido!
Yang Xla estaba muy agitada.
Hace unos días, había con Chen Hao para pedirle ayuda ya que le debía 100,000 a Lu Chen. Su oferta
fue que volvería con Chen Hao y estaría dispuesta a entregarle su cuerpo.
Sin embargo, fue rechazada por él.
Aún peor, este perdedor que había sido desechado por ella de pronto se había hecho rico.
Todo esto hacía que Yang Xfa se sintiera extremadamente indignada y furiosa.
«¡Chen Hao, ya no eres nada para mí! ¡No hay nada especial en ti!», se dijo a si misma.
-Perdedor, ¡lárgate de aquí! Si no te vas, ¡llamaré a los guardias de seguridad para que te den una
paliza!
-¿Crees que perteneces en este lugar? -le dijeron las chicas con desdén.
-¡Ah! Yang Xia, mira. ¡El Joven Amo Kang está acá!
Estaban en medio de sus burlas a Chen Hao cuando apuntaron súbitamente con emoción a la entrada.
Había un auto de lujo estacionado afuera.
Un tipo joven y apuesto usando un traje azul salió del auto.
Entró galantemente con una mano en el bolsillo.
-¡Joven Amo Kang!
Algunas de las recepcionistas brincaron y saludaron.
Yang Xia, por otro iado, guardó la compostura y actuó como una mojigata.
-Xia, veo que están todas ocupadas... -dijo el Joven Amo Kang mientras se encaminaba hacia ellas,
sonriendo.
-Para nada, Joven Amo Du Kang, no estamos ocupadas.
¡Simplemente estábamos previniendo que un perdedor se escabullera y perturbara la reunión en la que
se encuentra su padre! -dijo Yang Xia mientras se posicionaba junto a él.