El mas pobre hombre rico - Vol.2

Capítulo 96: Ante un grave problema

El derrame de vino tinto de parte de Wang Xiaoti dejó atónito a Chen Hao: «Esta mujer está loca. Sin duda está loca».

-Xiaoti, ¿qué paso? -preguntó con preocupación Han Siyu.

No tenia la menor idea de que ella era el motivo por el que Wang Xiaoti estaba actuando de manera celosa.

-Nada. Siyu, no me siento bien, asi que me voy a ir primero.

Wang Xiaoti no recogio su teléfono y se fue inmediato con solo su bolso. Ni siquiera sabia por qué reaccionó así y pensó: «¡Chico Simple es increible, pero ni siquiera sabe que existo! ¿Por qué estoy asi de celosa de algo que no puedo conmtrolar?»

Nadie tenia idea de lo que pasaba por su mente. Ella se sintio muy agitada al ver a todos hablando de como Chico Simple se estaba enamorando de Han Siyu. Estas chicas eran seres con celos extremos y ese atributo era algo innato en ellas.

El asunto era peor cuando dos de esas bellas damas se enfrentaban entre sí. Así que, estaba furiosa y necesitaba desahogarse un poco. No podía dirigir su ira hacia Han Siyu así que optó por desquitarse con Chen Hao, el fracasado. Nunca lo dejaba de menospreciar. Después de su rabieta, ignoró su presencia y se fue.

-Chen Hao, ¡todo es tu culpa! ¡hiciste que Xiaoti se enfadara y que se fuera! ¡Me arrepiento de haberte invitado! ¿Por qué Te invité siquiera?

La mirada de Han Siyu a Chen Hao se puso aún más fría. Pero él no le hizo caso alguno a lo que decía. Lo único en su mente era vengarse de Wang Xiaoti. Como tal, también se fue y siguió el mismo camino que ella.

«¿Crees que después de haberme empapado de vino tinto y haberme ridiculizado, puedes irte sin así nada más?», pensó Chen Hao. Había cambiado, ya no era el mismo hombre que solía ser.

Decidió darle una lección a Wang Xiaoti y destruir por completo su autoestima. Sin embargo, la perdió de vista en cuanto salió. Había hecho que se molestara y se resintiera bastante.

Justo entonces, apareció un mensaje en su teléfono. Miró y vio que era de su compañera de clase, Hao Lanlan. Al parecer decía que se había sentido mal y por eso no había acudido a la fiesta. Al ver lo que decía el mensaje, su corazón se aceleró.

-Chen Hao, ¿por qué sufren los humanos todo el tiempo? No hay nada que hacer para

ayudar a mi familia. Solo se cómo hundirlos. Llevo luchando toda mi vida y aun así no puedo ponerme al día con los demás. Soy una inútil. Mi padre se ha avergonzado toda su vida. Ni siquiera he podido comprarle ropa nueva a mi hermana. Ahora está enferma, lo único que puedo hacer es mirar con impotencia. Ni siquiera puedo pagar la visita al hospital. ¡Mi familia pagó mis gastos de colegiatura, pero no hay nada que pueda hacer para devolverles el favor! ¡dime! ¿Qué puedo hacer para aliviar el dolor?

Le envió un mensaje de texto extenso. Se dio cuenta de que algo estaba mal. No podía ayudar a su familia y se estaba culpando a sí misma por ello. Por lo que dijo al final, podía ver que estaba planeando hacer algo. Eso lo había dejado muy conmocionado.

Ella era miembro de su grupo de alumnos pobres. Por lo general, era una persona tranquila. Sin embargo, la había estado observando en secreto. Se dio cuenta de que, aunque mostraba un sentido de inferioridad en la superficie, en el fondo era uy competitiva y quería ser mejor que los demás. No solo eso, era muy ambiciosa. Por supuesto que quería vivir con comodidad, pero quería algo más que una vida común y corriente. Estaba mucho más motivada que él.

Sin embargo, el mundo era cruel. Mientras más pensabas y soñabas con algo, peor resultaba la situación. Los problemas que la agobiaban habían estado presentes durante mucho tiempo. Esta vez, su hermana se enfermó y, sin duda, no tenía dinero. Ni siquiera unas monedas. Esta situación debió haber dañado su autoestima y por eso empatizó con ella. Se preocupó que fuera hacer una tontería y terminara haciéndose daño a si misma. Por lo tanto, de inmediato pregunto:

-Hao Lanlan ¿dónde estás ahora? ¿Estás en el dormitorio?

- ¡Si, estoy en el dormitorio! -respondió en un instante.

No había muchas personas con las que pudiera hablar en clase. Chen Hao era una buena persona en la que ella confiaba.

Él no tenia ni idea de a dónde se había ido Wang Xiaoti. Si regresara al grupo, se enfrentaría a alas burlas y desprecios de Han Siyu y los demás. Además, aún no quería revelar tu identidad. Aparte, Hao Lanlan había trabajado con el en el mismo grupo de alumnos pobres durante tres años. Aunque no eran los mejores amigos, simpatizaba con ella. Por eso, no podía soportar dejarla sola y decidió no regresar a la fiesta. En su lugar, pidió un taxi y se dirigió al dormitorio de las chicas. Se registró en el mostrador, donde estaba trabajando una mujer de mediana edad. Luego, llegó a la habitación donde se encontraba.

  • ¿Chen Hao?

Hao Lanlan abrió la puerta y se sorprendió al verlo. Sus ojos estaban hinchados de tanto llorar.

  • Hao Lanlan, ¿estás bien? Vine a ver como estás. -dijo él.
  • Estoy bien. No hace falta molestarte. Siento que no tiene sentido seguir viviendo. ¡Mi presencia solo hunde a los demás y yo soy innecesaria!

Hao Lanlan se sentó en la cama, se cubrió los ojos y comenzó a sollozar de nuevo.

  • ¡No digas tonterías! Yo llegue a estar donde estas ahora. Cuando era pequeño, mi padre me dijo que nuestra familia estaba muy endeudada y que éramos muy pobres. ¡Mi hermana empezó a trabajar incluso antes de graduarse de la preparatoria por mi culpa! ¡Ella tenia excelentes calificaciones y aun así abandono el examen de admisión! -quiso consolarla debido al hecho de que ambos sufrieron siendo muy pobres, los recuerdos del pasado volvieron a su mente. Funciono y Hao Lanlan dejó de llorar. Lo miró con atención y él continuo:
  • ¿Sabes la cantidad de carga que tenía sobre mis hombros? Las expectativas de los miembros de mi familia me agobiaban. ¡Solo había una salida para mí! ¡Estudie muchísimo y luche toda mi vida para tener éxito! ¡Me harte de que me menospreciaran los demás!




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