El mas pobre hombre rico - Vol.3

Capítulo 104: ¿A dónde crees que vas?

  • Joven Amo Chen: ¡fue un malentendido! -exclamó Li Jianshan quien estaba a punto de empezar a llorar de la ansiedad.
  • ¿Cuál malentendido? No es posible que me quede aquí, ¡solo déjame renunciar rápido! -dijo Chen Hao fingiendo querer firmar el documento.
  • Joven Amo Chen, fue un error, ¡fue mi culpa! La verdad es que se puede solucionar con un simple castigo. ¡Me persuadieron para hacerte renunciar!

«Si el director supiera que fui yo quien persuadió al Joven Amo Chen de Jin Ling de que renunciara a sus estudios, estoy muerto. ¡Y aunque no lo supiera, es suficiente para que muera cien veces por haberlo hecho!».

  • Bien, entonces dime cuál es tu contrataque para este asunto. Meng Cairu humilló en público a una estudiante. ¡En verdad dañó su autoestima!

No se dio cuenta que ya no era el mismo niño que solía ser. Ya no se arrepentía ni se acobardaba al decir las cosas. Ahora decía lo que le daba la gana.

  • ¡No te preocupes, yo me encargo de que este asunto se resuelva de manera justa!
  • Por último, por favor haz un donativo de quinientos mil a Hao Lanlan bajo el nombre de Chico Simple, te transferiré el dinero más tarde. ¡Gracias!
  • ¡Es muy lindo de tu parte! -se rio Li Jianshan.

Solo entonces Chen Hao asintió con la cabeza. Luego se levantó y se fue.

Mientras tanto, había gente reuniéndose afuera de la oficina.

  • Por fin han persuadido a Chen Hao de que abandone la escuela. La universidad lo ha apoyado con sus subsidios por tres años, y es chistoso porque nunca se va a graduar. Jaja…

Meng Cairu sonrió con amargura mientras cruzaba los brazos.

  • ¡Merece que lo expulsen! ¿Cómo se atreve a darle una paliza a nuestro Wang Yang? Te aseguro que no saldrá vivo de Jin Ling.

Algunas chicas seguían enfurecidas. Al fin se abrió la puerta. Todos, incluso Meng Cairu, quisieron acercarse y darle una lección a Chen Hao.

  • Chen Hao, cuidado. ¡Hay un pequeño escalón ahí!

Al ver lo que se desarrollaba frente a ellos, todos se abrieron los ojos de par en par.

«Li Jianshan sostuvo con cuidado a Chen Hao. El escalón solo media uno o dos centímetros de altura, ni si quiere se puede considerar un escalón. ¿Tenía miedo de que se tropezará? ¿Qué mierda está pasando?», quedó boquiabierta Meng Cairu por la sorpresa.

  • Decano Li, Chen Hao… él…
  • ¿Qué? He resuelto el problema. Estaba a punto de hacerte unas preguntas, Señorita Meng. Si él no me hubiera dicho, no me hubiera enterado de que le pediste a una estudiante sostener un letrero y pararse frente al público. ¿Hasta tomaste fotos?
  • ¿Qué? Estoy segura de que le dije acerca de ese asunto…
  • Yo no tenía conocimiento al respecto. De cualquier manera, Señorita Meng, la manera en la que pisoteo la autoestima de los demás estudiantes ¡es indignante! Había considerado darte el título de la mejor consejera de nuestra escuela, pero al escuchar esto, ¡Olvídalo!
  • ¿Qué? Decano Li, me he esforzado y trabajado mucho por casi tres años en nuestro departamento para obtener el título de excelencia-estaba confundida por completo.
  • Ahora está en duda si es que nuestra universidad te puede seguir empleando como consejera después de presenciar tu comportamiento. ¡Ni pienses que puedes ser una de excelencia!

Después de que terminó su discurso, miro a Jiang Weiwei, quien parecía estar confundida.

  • En cuanto a ti, aunque has tenido el puesto de presidenta del consejo estudiantil por tres años, no has podido resolver ni el más mínimo problema. En cuanto te encuentras con un lío, vienes corriendo a decirnos, ¿qué otra cosa sabes hacer? Permanecerás en el puesto por ahora, pero en cuanto tengamos un candidato adecuado para tal posición, ¡serás remplazada!
  • ¡Eh!
  • ¿Tienes algún problema con ello? -le gruñó.

Luego se dio la vuelta y regresó a su oficina con las manos detrás de su espalda.

Jiang Weiwei pensó: «¡Hijo de perra! ¡No dije una sola palabra! ¿Por qué? ¿Qué paso?».

Ella, junto con Meng Cairu, estaban pensando lo mismo y miraron con frialdad a Chen Hao.

Él solo pudo forzar una sonrisa e irse. Pensó: «Pronto le toca a Wang Yang. Me ha acosado por suficiente tiempo, es hora de que paguen por todo lo que han hecho».

Regreso al salón de clases, pero Yang Hui y los demás ya habían regresado al dormitorio. Entonces se fue para recostarse un poco. Después de decirle a sus amigos que se encontraba bien, miro la hora. Ya iban a dar las seis de la tarde. Hizo un plan de revisar un rato su teléfono y luego descansar. Pero en ese momento, Meng Cairu le mandó un mensaje a su cuneta alternativa de WeChat.

  • ¡Estoy muy enojada! Señor Chico Simple, ¡ya no quiero vivir! ¿Dime que puedo hacer?

La verdad, le hirvió la sangre al ver su nombre.

  • Si no quieres vivir, ¡entonces mátate! ¿Qué más puedes hacer?

Le contesto de inmediato.

  • ¡Ah cielos! Que travieso eres. Solo te estaba contando mis malestares.

Chen Hao quedo sin palabras, «Le conteste de manera grosera, ¿no?», seguía perplejo.

  • Hmff, siempre me preocupo tanto por ti, pero a ti no te importo. ¡estoy triste!

» Pero tengo algo que decirte Chico Simple. ¡eres el único en quien puedo confiar!

» Hoy pasó algo, ¿supiste acerca del evento para recaudar fondos? Lo arruinó un tipo pobre de nuestra clase. Hao Lanlan no recibió nada de dinero para el tratamiento de su hermana. Aún peor, ¡perdí el título de excelencia por culpa de ese pobre fracasado!

  • He donado quinientos mil a Hao Lanlan. En cuanto a tu pérdida del título de excelencia. ¡te lo mereces! -Chen Hao no mostro piedad.
  • Que malo eres. Veo que te gusta bromear conmigo todo el tiempo ¿verdad?

«¡No es posible!», pensó, de verdad no sabía que decir: «¿Acaso a la gente no le molesta ser regañado por alguien mientras tenga dinero? Parece que no», pensó.




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