Capítulo 111: A la sala de emergencias

Cuando Chen Hao regresó a la clase, agregó el ID de WeChat de Su Tongxin otra vez. Incluyó un mensaje que decía:

• ¡Tengo algo importante que decirte!

Desde luego, fue Yang Hui quien le dijo cómo escribir ese mensaje. Su Tongxin estaba furiosa y Chen Hao sabía que él era la causa. Por eso, quería aclarar las cosas con ella. El mensaje fue muy útil. No mucho después, se las arregló para hablar con ella.

• ¿Qué quieres? ¡Habla rápido!

• ¿Estás libre esta tarde? Acaba de estrenarse una película en el cine. La película es muy buena y quiero verla. Busco a alguien que me acompañe.

Ma Xiaonan le dijo que escribir. En pocas palabras, muchos de sus mejores amigos se reunieron a su alrededor. Todos ellos estaban elaborando estrategias y aconsejándolo.

• Jaja, entonces por qué no vas y le preguntas a esa chica increíble entonces. ¿Por qué me lo pides a mí?

Su Tongxin le respondió el mensaje con frialdad.

• Quiero encontrar a la más bella, generosa y a la vez la más fácil de enfadar para que me acompañe. Pensándolo bien, creo que eres bastante adecuada. Si no quieres ir, ¿por qué no me recomiendas otra chica que se ajuste a los criterios?
• ¡Piérdete, no tengo a nadie a quien recomendar!

• Entonces, solo estás tú.

• ¿Desde cuándo te has convertido en un galán? No se parece en nada a ti.

Su Tongxin le envió un emoticón sorprendido.

La verdad es que, si combinaras todos los mensajes de texto anteriores, ninguno pudo haberla hecho más feliz que lo que le acababa de enviar.

• Entonces, ¿quieres ir? Ya compré una entrada para ti. No pasa nada si me rechazas, pero debes recomendarme otra chica exactamente igual que tú para que me acompañe. Solo entonces estaré de acuerdo.

• ¡Ja! Ya que eres tan sincero, iré con una sola condición. Tienes que invitarme a comer: ¡De ningún modo iré por nada!

• No hay problema.

¡Era una cita entonces! Yang Hui y Ma Xiaonan le dieron el visto bueno. Chen Hao solo sonrió con amargura mientras se rascaba la cabeza. Resultaba que había demasiadas cosas que se necesitaba saber cuándo se hablaba con una chica. Antes, no sabía de esas cosas. Solo respondía a lo que le preguntaban y no decía nada más porque Yang Xia decía que se sentía atraída por su honestidad. Por eso, se llevaban muy bien. Ahora, la misma frase dicha con el mismo propósito tenía un efecto diferente cuando se añadían algunas otras cosas. «Este era un juego nuevo por completo», pensó para sí mismo con impotencia.

La película se programó para empezar a las once. Planeó llegar temprano, más o menos a las diez, con Su Tongxin. En el momento en que salió de clase después de que terminaran, sonó su celular. Se sorprendió cuando vio el número. Su Ziyue le estaba llamando. Habían intercambiado sus números cuando se conocieron.

Chen Hao le dijo a Su Ziyue que no importara lo que pasara, ella podría llamarlo. Así que respondió de inmediato y ella parecía bastante ansiosa.

• Chen Hao, ¿dónde estás?

• Estoy en la universidad, ¿qué pasa?

• ¡Es Ying! Se desmayó de repente y cayó al suelo hace un rato. La traje al hospital, pero no tengo nada de dinero y no la atenderán a menos de que pague.

• ¿Qué? ¿En cuál hospital están? Bien, bien, ¡iré de inmediato!

En cuanto escuchó que Ying se había desmayado y que su condición era bastante seria, se asustó y entró en pánico. Se llevaron muy bien durante la semana por eso estaba muy preocupado por su estado de salud. Enseguida bajó corriendo las escaleras y condujo su auto al hospital. Al llegar a la entrada, Chen Hao vio a Su Ziyue y a los niños que esperaban. Se veían ansiosos. Detuvo el auto al lado de la carretera y corrió de inmediato.

• ¿Cómo está?

Chen Hao echó un vistazo a la temblorosa Ying, que tenía la cara vacía de color.

• Ying había tenido estos síntomas en el pasado, pero esta vez fueron muy severos.

Su Ziyue estaba tan ansiosa que casi se derrumbó y lloró. Los dos niños también tomaron los brazos de Chen Hao y dijeron:

• Por favor, salva a nuestra hermana.

• Bien, llevémosla adentro y dejemos que el doctor la revise.

Tomó a Ying de los brazos de Su Ziyue y se alistó para correr al área de emergencias del hospital.

• ¡Será mejor que te detengas dónde estás ahora! ¿Por qué son así de persistentes? Ya les dije que no aceptamos a ningún paciente que no pueda pagar sus tratamientos. Será mejor que piensen en una forma de recaudar el dinero rápidamente. ¡No nos molesten más!

Dos guardias de seguridad los rodearon, bloqueando así su camino.

• Tengo dinero. Por favor, primero atiendan a la niña -les dijo rápido.

• Oye muchacho, no es que no te queramos ayudar, pero si te permitimos entrar y no puedes pagar, tendríamos que echarte de nuevo. ¿Por qué no piensas en una forma de recaudar el dinero con rapidez?

Los dos guardias de seguridad no parecían jóvenes. Cuando se dieron cuenta de que Su Ziyue lo tenía difícil, disminuyeron un poco el tono de sus voces. Era evidente que ya la habían sacado antes.

• ¿Qué pasa, Señor Liu y Señor Lee? ¿Quiénes son estos mendigos que están frente a la entrada del hospital? ¿Eh? Creí que ya había expulsado a esta gente ya que no tienen dinero para pagar. ¿Por qué siguen aquí?

• Doctor Qin, lo siento mucho, los echaré ahora.

• Hazlo rápido, no arruines la reputación de nuestro hospital. Vamos a comer, Mei Mei y Li. Esta tarde las invito a todas a algo agradable. ¡Jejeje!

El Doctor Qin acarició a las dos hermosas damas. Las dos bellezas miraron a Chen Hao y a los demás con desdén.

• Jaja, eres bastante terca. ¡Será mejor que pienses en cómo conseguir el dinero pronto!

• Míralos. ¡No creo que puedan permitirse el tratamiento de todos modos!