Es obvio que la muchacha conocía a Chen Hao. Él se sorprendió cuando la vio.
Después del incidente de la paliza a Wang Yang, se había roto la amistad entre Chen Hao y Jiang Weiwei. En secreto, ella había estado enamorada de Wang Yang por mucho tiempo. Aunque le hubiera regalado prendas costosas, a sus ojos, Chen Hao era incomparable con él. Por otra parte, casi la despedían como presidenta del consejo estudiantil por su culpa y por eso, le había estado lanzando miradas enojadas cada vez que se topaba con él. ¿Quién iba a saber que se iban a encontrar aquí hoy?
Zheng Yue se acercó de inmediato y le preguntó coqueteando.
-La conozco. ¡Estamos en la misma especialidad! -le contestó con una sonrisa amarga.
Después miró a Jiang Weiwei y dijo- Vine a conocer a los padres de Zheng Yue.
El rostro de Jiang Weiwei se oscureció.
Mientras tanto, los demás miembros de la Familia Jiang también lo miraron.
En realidad, no estaba para nada interesada en el tipo llamado Jiang Ziqiao. Ella no se había percatado que sus estándares para un novio se habían elevado después de conocer a Chen Hao.
«Yo conozco a alguien que es más poderoso. Aunque seas sobresaliente, no te comparas en nada con el Joven Amo Chen», pensaba ahora que tenía que elegir un novio. Aun así, la respuesta fue como una explosión que sorprendió a todos, sobre todo a los de la Familia Jiang. Estaban entusiasmados por conocerla cuando escucharon que estaba relacionada con el Grupo Comercial Jin Ling. Era bonita y venía de una familia con una posición social y económica similar. Ante todo, sería estupendo que fuera la nuera de la Familia Jiang.
De manera inesperada, ya tenía un novio y solo se enteraron ahora. Hasta habían traído a su hijo para la cita a ciegas.
El tipo llamado Jiang Ziqiao también miró a Chen Hao con hostilidad. ¡Le gustaba mucho Zheng Yue! Entretanto, rápidamente lo analizó de pies a cabeza para hallar su punto más fuerte y poder compararse con él. Los padres de Zheng Yue se disculparon a toda prisa, dijeron que todo era un malentendido. Aun así, maldijeron a Chen Hao con crueldad en el corazón: «Por qué está este tarado aquí? ¡Está estropeando las cosas!»
Jiang Zicheng levantó su mano para mostrar su reloj, sonriendo indiferente.
» ¡Pero ahora, eres más repugnante de lo que podría imaginar!
» Seguía sin entender cómo te hiciste de tanto dinero. Acababas de ganar la lotería, pero tu dinero nunca parecía agotarse, pero ahora por fin lo entiendo. Se te ha provisto. Como se esperaba, ¡hay algo entre ustedes!
Jiang Weiwei se había mantenido en silencio después de entrar a la habitación. Poco a poco se dio cuenta de que la chica era Zheng Yue. Era la chica que Xu Chao perseguía. El otro día, Xu Nan y Lin Jiao la habían pillado con las manos en la masa con gigoló, Chen Hao, en su auto. Había presenciado el incidente con sus propios ojos, pero pensó que era algo totalmente imposible después de haberlo contemplado. Desde su punto de vista, jamás mantendría a una basura como Chen Hao de gigoló. ¡Pero ahora, esta chica admitió que era su novio! Por lo tanto, a Jiang Weiwei no le importó la cortesía cuando habló. Miró a Chen Hao con orgullo y pensó: «Te crees muy bueno, ¿no? Jajaja, solo eres un juguete, ¡y nada más!»
Al escuchar las palabras que ella dijo, los padres de Zheng Yue se sintieron humillados. Jiang Weiwei había implicado que era un gorrón. La madre de Zheng Yue señaló a Chen Hao y le preguntó a su hija:
Ella no sabía que este sencillo gesto de rechazar el matrimonio se convertiría en un desastre.
Se quedó sin palabras ante Jiang Weiwei. Había aparecido en el peor momento posible.
Cruzó sus brazos, Jiang Weiwei se acercó al lado de Jiang Ziqiao y dijo con una sonrisa:
» Luego, él siguió alardeando al haber ganado la lotería. ¿Aún lo recuerdas? Jajaja, ¡es él!
Jiang Weiwei pensó: «ya que me peleé contigo, la cosa no puede empeorar ahora. Tú, Chen Hao, me has hecho sufrir mucho. Al principio, quise convertirme en tu amiga, pensando que te habías hecho millonario. Antes de que me diera cuenta de que no eras una persona adinerada, intenté ser tu novia, en especial cuando me diste la ropa que costaba entre cincuenta mil y sesenta mil. A pesar de que dijiste que era solo para darme las gracias por mi ayuda, aun así, estabas dispuesto a darme un artículo muy costoso. Sería una mentira si dijera que eso no me conmovió. ¡Ahora, eres un imbécil! ¡Es inútil incluso aunque tuvieras dinero!