En cuanto salió, vio partir al Lamborghini.
«Chen Hao se ha ido, pero no debería haber ido lejos. Eso significa que ... ¡Shh! ¡Ni me atrevo a pensar más en ello!», inhaló fuerte Wang Xiaoti. «¿Eso significa que él es el dueño del Lamborghini? Me recuerda a la primera vez que lo conocí. En ese momento, él cortó la sandía en el capó del coche sin ningún cuidado. Ahora, tanto él como este auto aparecieron de aquí al mismo tiempo. Lo que es más, vi sus modales fastuosos con mis propios ojos hace tan solo un rato. ¡Ni siquiera dudó cuando gastó doscientos mil! ¡Ah! Si es el dueño del Lamborghini, ¡tiene que ser muy adinerado!», «Esto no es real, ¡absolutamente no!», pensó y apenas ya podía mantenerse erguida.
Después de dejar a Su Ziyue a su casa, Chen Hao condujo de vuelta a la universidad. Manejó su auto hasta el área remota del parque donde se estacionaba normalmente. En cuanto cerró el auto, una chica apareció de entre los arbustos y lo asustó.
Chen Hao no podía creer lo que veía cuando por fin reconoció a la persona que tenía en frente, era Jiang Weiwei.
Jiang Weiwei y su familia se toparon con Chen Hao cuando fue a conocer a los padres de Zheng Yue fingiendo ser el novio de esta última. Desde entonces, supo que el auto de lujo le pertenecía a él. Lo que todos no sabían era que no podía dormir nada después de volver a su habitación esa noche. Todo lo que podía pensar era Chen Hao, y todas las cosas que pasaron entre él y ella en el pasado. Antes de esto, él era un pobre perdedor que siempre era intimidado por ella. Hacía todo lo que ella le pedía que hiciera. A sus ojos, era peor que un perro. Pero ahora, se preguntaba desde cuándo había empezado a tener un cambio en su actitud hacia él. Incluso hasta ahora, no estaba segura de sí se había enamorado. ¡No había razón para que ella soñara con él! Además, no importaba como lo mirara ahora, ella sentía que era realmente guapo, encantador y atractivo. Hasta hubo una noche en la que se masturbó mientras miraba su foto. ¡Qué vergüenza! Con todo, estaba ansiosa por encontrarse con el guapo en esos días, así que lo esperó por mucho tiempo.
A Chen Hao se le puso la piel de gallina al ser mirado de manera especial por ella:
Pero él no la entendió para nada. Se le puso la piel de gallina al escuchar sus palabras. Si hubiera sabido que ella era así, no le habría revelado su identidad y pensó: «Señorita, ¿cómo puede decir que le gusto cuando en realidad le gusta mi dinero?», no se atrevió a hacer ningún comentario.
Luego, tiró de su brazo y lo llevo a los suyos. Había estado pensando en él como una loca estos días. Estaba determinada a ganarse su corazón. Su comportamiento actual mostraba sus fuertes intenciones. La verdad, si hubiese sido capaz de domar a una belleza como ella en el pasado, a quien le gustaba intimidar, y transformarla en un cachorro obediente, sin duda se sentiría realizado. Pero ahora, lo encontraba aterrador. Los escalofríos le llegaban a la columna vertebral y se le ponía la piel de gallina en todo el cuerpo. Huyó de inmediato.
Sin embargo, estalló en risas después de que se fue:
«Jaja, en un principio pensé que se molestaría al verme o hasta me daría una bofetada. Pero parece que solo me tiene miedo y no me odia. ¡Significa que todavía tengo una oportunidad!», mientras pensaba en eso, cruzó los brazos y miró el asiento del pasajero del Lamborghini. «¡Un día, yo, Jiang Weiwei, me sentaré allí con orgullo y dejaré que Chen Hao me lleve por el campus!».
Mientras tanto, Chen Hao había regresado corriendo al salón de clases y pensó: «por eso elijo no revelar mi verdadera identidad. No estoy tratando de ser narcisista. Estoy seguro de que las cazafortunas como Jiang Weiwei y Yang Xia me invadirán y perturbarán mi vida diaria después de conocer mi identidad, y no importa cómo viva en el futuro, mi única meta en este momento es terminar mis estudios».
Tan pronto como entró en el aula, vio a sus compañeros teniendo una acalorada discusión. Para resumir, la discusión era sobre el nuevo estudiante transferido, el Joven Amo Zhao. Estaban discutiendo lo grandioso que era, ya que muchas chicas se lo habían confesado y así sucesivamente desde que llegó a su universidad. Según ellos, él era muy impresionante.