El mas pobre hombre rico - Vol.3

Capítulo 131: Emborrachando a Meng Cairu

  • ¿Qué quieres? -preguntó Chen Hao con frialdad.

No esperaba tal coincidencia, que se encontrara aquí con Wang Xiaoti.

  • ¡Jaja! Déjame preguntarte esto entonces. Después de humillarme esta mañana, ¿cómo te sientes ahora, parado frente a mí como un camarero? -preguntó con una voz vengativa.

En la mañana, cuando había perdido toda la dignidad, sus sentimientos eran una mezcla de arrepentimiento y odio. Además, se había sentido muy avergonzada cuando la hizo quedar como una tonta en ese instante. Había estado preocupada por esas emociones durante todo ese día. Ahora, en verdad quería vengarse.

  • No mucho, estoy muy ocupado ahora. Si tienes algo que decirme, ¡escúpelo! -dijo con indiferencia mientras le daba una amarga sonrisa.
  • Jaja, ¿ocupado? No me hagas reír, Chen Hao. ¡Tráeme una servilleta ahora mismo! -señaló una caja de servilletas a su lado. Ahora eres un camarero y tu trabajo es servir a los clientes. Si te niegas a hacerlo, presentaré una queja a tu gerente.

Él casi se desmaya mientras escuchaba sus divagaciones sin parar. Sin embargo, tenía razón. Ahora, era solo un camarero y por lo tanto estaba obligado a servir a los clientes. Y así, tomó un pedazo de servilleta y se la dio.

  • ¡No la quiero! ¡Mis zapatos están sucios y quiero que los limpies! -dijo tan orgullosa como un pavo real.
  • ¿Escuchaste lo que dijo? Xiaoti te pidió que le limpiaras sus zapatos. ¡Ja! Pensamos que el Chen Hao que ella había mencionado era un hombre alto y guapo. Nos decepcionamos mucho cuando te vimos.
  • ¡Exacto! ¿No que eres adinerado? ¿Entones por qué viniste al bar para ser camarero? Son criaturas tan repugnantes los tipos que pretenden ser adinerados cuando en realidad no lo son.
  • ¡Ja, ja! Xiao tenía razón. ¡Algunas personas harían cualquier cosa para preservar su ego!

Varias chicas cruzaron sus brazos y empezaron a ridiculizarlo. Por otro lado, Wang Xiaoti todavía estaba esperando que él limpiara sus zapatos con el pie levantado. Sin embargo, Chen Hao no se molestó en hacerlo. En vez de eso, dejó la servilleta y dijo:

  • Si quieres que alguien te limpie los zapatos, entonces deja la Calle Comercial Jin Ling y ve a los bares en el área del distrito de la luz roja. Ahí habrá alguien que te lama los pies.

Se dio vuelta de inmediato para irse después de soltar esas palabras.

  • ¡Tú! -casi estalla en rabia.

¡En realidad le dijo que fuera a buscar un prostituto! Sin embargo, si lo miraba desde otra perspectiva, Wang Xiaoti ya no estaba enfadada, sino que estaba bastante feliz. Después de todo, las cosas por las que se había estado preocupando durante todo el día por fin habían desaparecido. Era como si se hubiese quitado un enorme peso que había tenido sobre los hombros durante mucho tiempo. Ahora, se sentía tan ligera como una pluma. De verdad pensaba que Chen Hao era una persona adinerada. Además, hasta asumió que podría ser el dueño del Lamborghini. Si era cierto, entonces ella se hubiese suicidado ya que había ofendido a un verdadero nuevo rico. Incluso, pensaba con descaro lo agradable que sería si su primer encuentro con él hubiera sido un poco más placentero. En resumen, se había sentido arrepentida y deprimida durante todo el día. Pero al final, cuando salió para aliviar su aburrimiento por la noche, descubrió que era diferente de lo que ella imaginaba que era. Un perdedor que tiraría su propia imagen solo para satisfacer su ego. «Qué alivio», pensó para sí misma mientras se reía.

  • Lárgate de aquí, perdedor. ¡Vengan, amigas mías, sigamos con nuestra ronda de bebidas!

Chen Hao regresó al mostrador del bar después de terminar su trabajo de mover las botellas de vino. Se sintió deprimido todo el tiempo. Como no había nada más que hacer aquí, pensó que debía decirle a Meng Cairu que se iba a regresar, así que fue a la habitación privada en la que se encontraba. Un grupo de hombres y mujeres estaban bebiendo dentro del cuarto privado en ese momento.

  • Vamos, Señorita Meng, has perdido de nuevo. Puedes elegir entre quitarte una prenda de vestir o terminar de beber esta botella de vino tinto de una sola vez. Tú decides.

Un hombre chaparro y gordo de mediana edad estaba sentado junto a ella. Estaba sentado muy cerca y la miraba con lujuria en sus ojos.

  • ¡No he perdido! ¡Es obvio que me engañaste!

Estaba claro que ella de verdad odiaba a este hombre y la situación en la que se encontraba ahora. En ese momento, estaba luchando para lidiar con todos ellos.

  • Jajaja, aun así, perdiste, porque nunca mencionaste que engañarte para que perdieras no habría contado. Ya que no quieres beberte el vino tinto, entonces desnúdate ya -el hombre se rio.

El hombre bajo y gordo de mediana edad agarró su falda y comenzó a tantear el camino hacia arriba.

  • ¡¿Estás loco?!

¡Paf!

Aunque Meng Cairu tenía un lado salvaje oculto, todavía tenía un alto nivel en lo que se refería a los chicos. En ese momento, levantó su mano y le dio una bofetada a ese hombre bajo y gordo. Entonces, se levantó de repente, levantó su vaso de vino y se lo echo en la cara.

  • ¡Ah! Presidente Zhang, ¿estás bien? -preguntó la jefa, Qiaoqiao, de inmediato cuando vio el conflicto.

Al mismo tiempo, toda la habitación se quedó en silencio. De hecho, Qiaoqiao se había dado cuenta desde antes que el presidente Zhang estaba muy interesado en Meng Cairu. Por lo tanto, trató de ponerlos juntos y sugirió que jugaran un juego.

Como se había mencionado hace un momento, el presidente Zhang era de la provincia de Shanxi y estaba en el negocio de la minería del carbón. Debido a eso, se hizo adinerado después de varios años. El esposo de Qiaoqiao solo logró obtener la oferta ganadora para el bar después de que el presidente Zhang invirtiera algo de su dinero en él.




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