Capitulo 134: El banco de energía en el auto

¡Aaah!

Un grito agudo resonó por todo el hotel. Fue sin duda el grito fuerte y poderoso de un hombre como si fuera la última vez que gritaba. De hecho, ¡fue su último grito! Meng Cairu tomó su bolsa y salió de la habitación al terminar. Había filas de guardaespaldas de pie a ambos lados del pasillo del hotel. Estaba abrumada por la emoción.

«¡Genial! Sucedió muy rápido cuando me estaban rescatando. Cuando por fin obtuve mi venganza hace un momento, Zhang Dashan ni siquiera se atrevió a resistirse y luego, sus partes privadas fueron electrocutadas. ¡Me siento excelente! Y ahora aquí afuera hay un montón de guardaespaldas parados mostrándome respeto mientras me esperan. ¡Es tan satisfactorio! ¿Así es como se siente ser capaz de contar con alguien poderoso? ¿Así es como se siente estar con Chico Simple? Gloria. Seguridad. ¡Esto es incomparable a ser una persona normal!».

• ¡Señorita Meng, por favor, entre al auto!

El mismo Li Feihong le abrió la puerta y la invitó a entrar al auto. Todo el equipo se alejó. ¿Y Chen Hao? De hecho, acababa de llegar. Cuando Li Feihong confirmó cuál era la habitación y decidió subir con sus subordinados, él casi sube con ellos, sin embargo, dudó. Si hubiera subido, seguro que se hubiese encontrado con Meng Cairu. ¿Qué podría haber dicho si hubiese subido? Su identidad como Joven Amo Chen quedaría expuesta, ¿no? ¿Qué sentido habría tenido esconderse durante tanto tiempo? Además, Li Feihong puede manejarlo todo por sí mismo. En realidad, no importaba si él subía o no. Después de decirle algo, llamó un taxi y se fue. Por esa razón, Li Feihong le transmitió el mensaje a Meng Cairu.

En el auto, ella cruzó las piernas y le dijo al hombre que estaba en el asiento del pasajero:

• Señor Li, gracias por lo que ha hecho hoy. ¡Le diré a Chico Simple sobre esto!

Su voz ya no era cortés y en su lugar había un indicio de superioridad y pensó: «Jeje, aunque Li Feihong es impresionante, él es solo el empleado de Chico Simple. ¿Si actúo demasiado cortés con él, no estaría degradándome?».

Li Feihong solo pudo sonreír y decir:

• ¡Gracias, Señorita Meng! ¡Además, por favor infórmale a Chen ... común, para que sepa que completamos la tarea!

• Bien -respondió. Estaba demasiado ocupada emocionándose y se le olvidó contactar a Chico Simple.

Se conectó a su WeChat y comenzó a chatear con él.

• Chico Simple, ¿tú fuiste quien me salvó? ¡Te quiero, te quiero mucho!

Chen Hao dejó el auto de Meng Cairu en el bar y regresó al dormitorio para descansar. Supo que ella estaba bien después de recibir su mensaje. Se sintió aliviado y respondió:

• Bien.

Ella escribió con entusiasmo el mensaje y se le envió.

• ¡Estoy conmovida por Jo que hiciste hoy! ¡Lo aprecio mucho! Bueno, no diré nada más, pero, Chico Simple, ¡tienes que recordar que trabajaré duro para ser tu mujer algún día!

En el dormitorio, Chen Hao dio al instante un rugido de conmoción.

• ¡Demonios!

• ¿Ah? ¿Qué pasa, Chen? ¿Te quedaste dormido?

• Nada, ¡solo me asusté! Me voy a dormir. ¡Qué día tan agotador! -se fue a la cama Chen Hao.

• ¡Señorita Meng, hemos llegado a la universidad! -bajó Li Feihong y le abrió la puerta.

• Bien -le respondió y se preparó para bajar.

En cuanto a Chen Hao, a quien trajo al bar, parecía ser que se había olvidado de él hace mucho. Sin embargo, cuando salió del hotel más temprano, Meng Cairu pensó en él. Las llaves de su auto aún estaban en su poder. Planeó mandar a Li Feihong a recogerlas, pero pensándolo bien, si dejaba que otros supieran que alguien tan bajo como Chen Hao era su estudiante, ¿no sería una deshonra? Por lo tanto, no le dijo nada. Pensó mejor en regresar a casa y enviarle un mensaje para decirle que tomara un taxi y que sería mejor que no condujera su auto. ¡Su cara estaba llena de asco!

• ¡Ay!

Cuando Meng Cairu salió del auto, se percató que se había sentado en algo. Hizo un gesto de dolor cuando se tocó el trasero.

• ¿Qué es esto? ¡Me está lastimando! -dijo con rencor. Entonces, busco por debajo de su trasero y se quedó boquiabierta: «¡Maldición! ¡Es un banco de energía!»

• ¿En qué estás pensando? ¡un banco de energía roto en un auto lujoso! ¿Por qué no lo has tirado aún? -lo desconectó. Estaba tan enfadada que casi pierde la apariencia de una dama. Quería tirarlo directo al basurero. Pero se quedó atónita.

• ¿Eh? ¡Algo no cuadra! Este banco de energía... -los ojos se le abrieron de par en par al verlo con atención bajo la luz de la luna. De inmediato jadeó-. Vaya Dios mío, ¿este no es mi banco de energía?

«Así es, es mío. Lo compré por trescientos hace poco», ¿Cómo estaba segura de esto? ¡Porque había una foto de ella en el! Si no hubiera visto su foto, no lo hubiera creído. Por lo general, usaba este banco de energía en su auto. Cuando fue al bar esta tarde, el teléfono de Chen Hao se había quedado sin carga, así que se lo prestó. ¿Pero cómo pudo aparecer de manera misteriosa en ese Rolls-Royce? «¿Se me cayó por accidente? ¿Cómo es posible? Chen Hao solo se vio conmigo, pero no se acercó a mí ni un centímetro. Incluso si me lo hubiera devuelto en secreto, ¡sigue siendo imposible! Además, si me lo devolvió, ¿por qué lo habría hecho en secreto? En otras palabras, el banco de energía no se me cayó. Fue Chen Hao. No sé cómo, pero dejó el banco de energía en este auto...», cuanto más lo pensaba, más pálida se ponía su cara. «¿Pero por qué Chen Hao estuvo en algún momento en este auto? ¿Cuál es su identidad? ¿Qué está pasando? No me digas que...», sentía que su menta estaba hecho un desastre.

• Señor Li, quiero hacerte una pregunta, ¿conoces a Chen Hao? -preguntó con los ojos muy abiertos ya que había pensado en algunas probables razones.

• No lo conozco. ¿Qué pasa? -respondió de manera inconsciente. Pero al mismo tiempo, cuando de repente dijo el nombre de Chen Hao, se puso un poco nervioso.

• Oh, la cosa es que Chen Hao es un estudiante mío. Le presté este banco de energía en la tarde, pero me preguntaba por qué apareció en tu auto.

• Sí, este es el banco de energía que le prestó a Chen Hao. ¿Cómo llegó aquí? -tragó de forma disimulada.