Él Me Juró Lealtad, Yo Le Dediqué Venganza

Capítulo 11: La Traición del Corazón

El castillo, ahora sumido en la oscuridad de la noche, parecía ser un lugar diferente. La luz de las antorchas se reflejaba en las paredes de piedra, creando sombras que danzaban como fantasmas. Aurelia caminaba por los pasillos, su mente aún dando vueltas a las revelaciones del día anterior. Cada palabra de Kael, cada mirada de Liora, retumbaban en su cabeza como ecos que no podían ser acallados.

¿Soy la clave para abrir el portal?” Las palabras de Liora resonaban en sus oídos, dejando un sabor amargo en su boca. ¿Qué significaba eso para ella? No solo tenía que enfrentar a sus enemigos, sino también desentrañar los secretos de su propia existencia. Todo lo que creía saber, todo lo que había luchado por alcanzar, ahora estaba en juego.“¿Soy la clave para abrir el portal?” Las palabras de Liora resonaban en sus oídos, dejando un sabor amargo en su boca. ¿Qué significaba eso para ella? No solo tenía que enfrentar a sus enemigos, sino también desentrañar los secretos de su propia existencia. Todo lo que creía saber, todo lo que había luchado por alcanzar, ahora estaba en juego.

De repente, una figura apareció a lo lejos, avanzando con paso firme por el oscuro corredor. Aurelia no necesitaba ver más para saber quién era.De repente, una figura apareció a lo lejos, avanzando con paso firme por el oscuro corredor. Aurelia no necesitaba ver más para saber quién era.

Kael.Kael.

Él la observó con una intensidad que le hizo sentir que, por un momento, el tiempo se había detenido. Pero algo en su mirada había cambiado. Ya no era la mirada llena de confianza que había visto tantas veces. Ahora, había una sombra de duda, un miedo latente que ella no había notado antes.Él la observó con una intensidad que le hizo sentir que, por un momento, el tiempo se había detenido. Pero algo en su mirada había cambiado. Ya no era la mirada llena de confianza que había visto tantas veces. Ahora, había una sombra de duda, un miedo latente que ella no había notado antes.

Aurelia, tenemos que hablar.” Su voz era baja, casi un susurro, pero la urgencia en sus palabras no podía ser ignorada.“Aurelia, tenemos que hablar.” Su voz era baja, casi un susurro, pero la urgencia en sus palabras no podía ser ignorada.

Ella lo miró, su corazón latiendo con fuerza. “¿Qué más hay que decir, Kael?” Su voz estaba cargada de dolor y desconfianza. “¿Qué más puedes ocultarme?”Ella lo miró, su corazón latiendo con fuerza. “¿Qué más hay que decir, Kael?” Su voz estaba cargada de dolor y desconfianza. “¿Qué más puedes ocultarme?

Kael dio un paso adelante, su rostro tenso. “No te estoy ocultando nada más.” Sus ojos se suavizaron, pero su dolor era evidente. “Solo quiero que entiendas lo que está en juego aquí.”Kael dio un paso adelante, su rostro tenso. “No te estoy ocultando nada más.” Sus ojos se suavizaron, pero su dolor era evidente. “Solo quiero que entiendas lo que está en juego aquí.

Aurelia lo observó en silencio, la ira y la tristeza mezclándose en su interior. “Lo que está en juego… ¿tú dices eso? ¿Después de todo lo que me has mentido? Después de que me has dejado vivir con la incertidumbre de lo que realmente está sucediendo?”Aurelia lo observó en silencio, la ira y la tristeza mezclándose en su interior. “Lo que está en juego… ¿tú dices eso? ¿Después de todo lo que me has mentido? Después de que me has dejado vivir con la incertidumbre de lo que realmente está sucediendo?

Aurelia…” Kael comenzó, pero las palabras se ahogaron en su garganta. ¿Cómo podía explicarle que su intención nunca había sido mentirle? ¿Cómo podía contarle que, en su desesperación por protegerla, había mantenido secretos que ahora pesaban sobre él como una carga insoportable?“Aurelia…” Kael comenzó, pero las palabras se ahogaron en su garganta. ¿Cómo podía explicarle que su intención nunca había sido mentirle? ¿Cómo podía contarle que, en su desesperación por protegerla, había mantenido secretos que ahora pesaban sobre él como una carga insoportable?

La joven dio media vuelta, dispuesta a alejarse. Pero Kael la detuvo. “Por favor, escúchame.”La joven dio media vuelta, dispuesta a alejarse. Pero Kael la detuvo. “Por favor, escúchame.

Aurelia se giró hacia él con los ojos llenos de furia. “Escucharte, ¿para qué? Para que sigas hablando de ese maldito portal y de tu lealtad a mí? ¿A qué lealtad te refieres, Kael?” Su voz se rompió en un susurro lleno de dolor. “Porque lo único que he sentido hasta ahora es traición.”Aurelia se giró hacia él con los ojos llenos de furia. “Escucharte, ¿para qué? Para que sigas hablando de ese maldito portal y de tu lealtad a mí? ¿A qué lealtad te refieres, Kael?” Su voz se rompió en un susurro lleno de dolor. “Porque lo único que he sentido hasta ahora es traición.

Kael tragó con dificultad, la angustia clara en su rostro. “No lo entiendes.” Tomó un paso hacia ella, sus manos levantándose como si quisiera tocarla, pero se detuvo antes de alcanzarla. “La lealtad que te debo… no es solo una promesa. Es algo más grande que eso.”Kael tragó con dificultad, la angustia clara en su rostro. “No lo entiendes.” Tomó un paso hacia ella, sus manos levantándose como si quisiera tocarla, pero se detuvo antes de alcanzarla. “La lealtad que te debo… no es solo una promesa. Es algo más grande que eso.

Aurelia lo miró fijamente, sus ojos llenos de escepticismo. “¿Algo más grande?” Ella dio una risa amarga. “¿Qué hay de grande en todo esto? ¿Qué es lo que me estás ocultando, Kael?”Aurelia lo miró fijamente, sus ojos llenos de escepticismo. “¿Algo más grande?” Ella dio una risa amarga. “¿Qué hay de grande en todo esto? ¿Qué es lo que me estás ocultando, Kael?




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