El mejor amigo de mi hermano

Capítulo 7

*Narra Lia*

Después de haber terminado las clases, me quedé un rato a hablar con Jane, y me dijo que hoy vendrá más tarde para pasar el resto del día viendo un maratón de películas románticas - fue elección mía, ya que a mí no me gusta las películas de terror -

Ella se fue, y yo me quedé afuera esperando, al irresponsable de mi hermano para que me recoja.

Me tratan como si fuera una niña, ya tengo 16 al menos debería irme sola.

Pero mis queridos padres, le dijeron a mi hermano que cuidarán a su princesa y que el me venga a recoger todo los días.

Aunque hay veces, que convenzo a mi hermano de que yo me puedo ir sola, y lo hago, pero son pocas esas oportunidades en que lo logro convencer.

El me cuida demasiado, ¡yo también merezco vivir!

Seguía esperando, super aburrida y algo molesta, cuando escuché que dijeron mi nombre.

- ¡Lía! - esa voz la reconocería en donde sea, era Axel, ¡Dios no puede ser, porque tenía que venir justo hoy, cuando mi cara está horrible!

- bueno si quieres quedarte - me dijo el, apunto de poner en marcha el carro, llegué rápidamente al auto y me subí.

- ¿por qué mi hermano no vino? - le pregunté super feliz de que el haya venido y no mi hermano.

- ¿en serio quieres que te diga? - ¿a qué se refiere? ... ¡que asco! mi hermano es un... un adicto al sexo

- no, creo que ya se a lo que te refieres - le dije totalmente asqueada.

Voltea su cara y me ve fijamente.

- Lía ¿que le pasó a tu cara? pareces Quasimodo - me dijo, a punto de reirse,.

¡se quiere reír de mi! tengo muchas ganas de llorar, no quiero que se burle de mi, además acaba de decirme que estoy fea.

Auch eso duele, y duele mucho.

Que tu crush, te diga eso es un tope bajo a tu orgullo.

- yo... yo iba a llegar tarde, así que fui corriendo y cuando estuve a punto de entrar, mi cara choco fuertemente con la puerta y... y todos se rieron de mi - ya no aguantaba más, en serio queria llorar ¡soy una llorona!

- Lía no era mi intención - una lágrima cayó de mis ojos, ¡dios! soy una ridícula.

No puedo creer que estoy llorando, me ha de ver como una nenita llorona.

Sentí como sus brazos rodeaban mi cuerpo, se siente tan bien que el me abrace.

Si antes dije que estaba enamorada, ahora estoy mucho más.

- ya Lía no llores, yo voy a estar para ti, te voy a proteger ¿ok? - me dijo, es tan tierno.

Hace 2 años, yo no era capaz si quiera de hablarle, así que intente olvidarlo, pero después me di cuenta que no podía así que hasta el día de hoy, siempre he intentado conquistarlo.

No me voy a rendir, el que la lucha la consigue, así que voy a seguir intentado hasta el último, por  que si yo fracaso, al menos me voy a decir a mi misma que lo intente hasta el final.

- Gracias Axel, eres el mejor - le dije y me limpie las lágrimas restantes de mi cara.

El empezó a acariciar mis mejillas, su tacto era cálido y mi cuerpo reaccionaba ante el, dejándome acariciar, mis labios morían por besarlo, que se pare el tiempo y no exista nadie más que nosotros dos.

Cómo adoro está sensación, nos mirábamos fijamente, el color verde intenso de sus ojos brillaban ¿y si el siente lo mismo que yo?

¡eso es imposible! aunque desearía que fuera verdad.

Quito rápidamente sus manos de mis mejillas y empezó a conducir.

Estaba tenso.

Durante el resto del camino, nos consumió un silencio incómodo, al menos por parte de el.

Llegamos y baje del auto, pensando que el lo haría también, pero ni bien baje el arrancó el auto y se fue sin más.

¿por qué se fue? ¿le molesta mi compañía?
¿le gusto? ¿me dijo eso, solo porque me ve como una hermana? ¿algun dia Axel, me verá como yo a el?

Tantas preguntas y pocas respuestas las que tengo.

¡que frustrante!

Entre triste a mi casa por qué Axel, se fue como si mi presencia lo quemara.

Estaba por subir a mi cuarto, cuando mi celular empieza a sonar.

Con la esperanza de que fuera Axel saque mi celular,   y vi el número de Ian.

Guarde mi celular y deje que siguiera timbrando.

Estaba molesta con el, dejo a su hermana para tener un polvo.

Bueno al menos, hizo algo bueno en mandar a Axel.

En eso sí no lo culpo.

¡Tengo hambre!

Cogí mi celular y llamé a una pizzería.

Al menos comería bien - y engordaria al igual que un chancho -

Después de haber pedido una pizza - por qué la empleada no vino hoy - y traga... perdón comerla, me fui a mi cuarto me lave los dientes y espere a que viniera Jane.

¡a qué hora vendrás Jane!

Recibí un mensaje, que era de Jane y decía que ya estaba llegando.

Cinco minutos después, tocaron el timbre, y baje a abrirle a Jane, de seguro ya llego.

Abrí la puerta y me encontré con Axel.

¿¡que hace Axel aquí, afuera de mi casa!

Lo miré sorprendida de que haya venido.

- eh... ¿puedo pasar? - me dijo ¿por qué habrá venido, me hice a un lado y lo deje pasar.

- ¿que haces aquí? - le pregunté, como la gran curiosa que soy.

Creí que ya no vendría.

- yo... eh yo vine aqui... por qué... Yo...

- ¡hola! - dijo entrando una muy sonriente Jane.

¡genial Jane arruinaste la oportunidad de hablar a solas con Axel!

 

Nota de autora: última publicación De está semana

Atte: Con todo el amor del mundo está loca adolescente obsesionada con los libros


 


 



#39307 en Novela romántica

En el texto hay: crush, romance

Editado: 13.06.2019

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