****BELLA****
<Dos semanas después>
Me quedo al lado de Matías por un buen rato, hasta que poco después me toca salirme porque le van a hacer un chequeo de sus signos vitales y demás cosas, salgo de su habitación, y camino buscando a mis padres, quienes llegaron con los de Mati hace ya dos semanas, esto es un lío, se que en el momento estamos en paz y amor, pero apenas me recupere y estemos en casa, serán regaños y gritos de un lado y del otro. Siempre ha sido así, debemos cuidar la imagen y las apariencias de la familia...que m*erda de hipocresia y falsedad en la que vivo...
Me encuentro con ellos en mi habitación VIP, porque sí, mis padres pagaron para ello, no querian que su hija se hiciera en una habitación del común y eso que de por si el hospital es privado.
-¿Como te encuentras cariño?- dice papá dandome un beso en la frente, me siento en la camilla y cruzo mis piernas, lo miro y sonrio, la verdad es que me siento mejor fisicamente, pero emocionalmente estoy hecha un desastre, primero la parte de mis sentimientos hacia Jacob y Matías...segundo esta el hecho de que Mati esta en coma, eso me tiene los nervios a flor de piel, también esta la amenaza de jacob con hacerle daño a mi hermano...y lo último es la cantidad de pesadillas en todo este tiempo...es tormentoso...pero no se los he contado, y tampoco quiero o espero tener que hacerlo...
-Bien papi...mucho mejor, excepto por el hecho de que Mati aún no despierta...
Voy apagando mi voz poco a poco y siento como las lágrimas luchan por salir, intento retenerlas, pero se me es imposible...me quedo en silencio mirando a la nada, perdida rotundamente en mis pensamientos, hasta que una voz suave me llama y siento alguien rodearme con sus brazos abrazandome.
Giro mi cabeza hacia esa persona, es papá, me abraza sin decir nada, yo me quedo estatica, él me mira y yo sonrio, se aleja un poco y pasa a hablar.
-Todo estará bien mi niña...
-Todos dicen lo mismo...pero ¿y si no es así?
-Piensa en positivo.
Niego con mi cabeza mientras las lágrimas siguen saliendo silenciosamente, mamá esta sentada en una esquina mirandome, no puedo descifrar que es lo que pasa por su mente, así que la ignoro, vuelvo mi vista a papá, él se acerca a mi y dice que me dejarán descansar, yo me arrecuesto por completo en la camilla y no me inmuto ni siquiera cuando ellos salen y cierran la puerta.
Mi mente divagaba en un mar de dudas, no quiero perderlo...no quiero...de verdad que no, me pongo de lado y abrazo una almohada, me acuno como un bebé, las lágrimas salen, no quiero seguir pensando más, si él muere, yo moriré con él, no podría vivir con ese sentimiento tan atroz que me ha estado carcomiendo...
Me cuesta respirar un poco, empiezo a sudar frio, tengo frio, me tapo con la sabana la mitad del cuerpo, pero sigo igual, de repente todo a mi alrededor desaparece, veo a Mati, veo el accidente, se repite una y otra vez, Jacob esta detrás mio, trata de acercarse, pero yo retrocedo, esto es una tortura...no quiero seguir con esto, me duele, no puedo...ya no más, trato de hablar pero las palabras no salen, intento correr pero soy incapaz de moverme, Jacob llega a mi lado y me golpea nuevamente, hace que gire mi rostro hacia algún lugar, no...eso no es cierto...hay muchas personas...llevan un ataúd...con Matías en él...veo como se alejan con él...sus padres lloran...sus amigos, todos están, intento alejarme de Jacob y lo logro, corro hacia la caja de madera en la que se encuentra mi chico, lloro como nunca antes lo he hecho, esto no es cierto, quiero salir de aquí, necesito verlo, él debe estar bien. De nuevo estoy sola en medio de la nada...solo hay oscuridad, y una casi inexistente luz, pero esta demasiado lejos; camino sin saber a donde, mis pies se mueven solos, silencio absoluto...de repente muchos gritos, susurros, pero no hay nadie...tomo mi cabeza con fuerza y me muevo tratando de que se detenga, pero no lo hace, solo aumenta y aumenta...gracias a la virgen alguien me saca de ese lugar, mis padres, mi hermano y el doctor estan en la habitación, me doy cuenta de que estoy empapada de sudor, estoy fria, mi cabello revuelto, es como si todo lo que hice en ese lugar también lo hubiese hecho aquí...toco mis mejillas, están humedas...miro a todos sin entender que pasó, esto cada vez se siente más real... y por fin el doctor hablar.
-Bella, tuviste una pesadilla...todo esta bien,, trata de calmarte y respira profundo, te recetaremos algunas medicinas para que puedas dormir y también recomendamos una terapia, según el estado en el que la hemos encontrado, es lo mejor para todos.
Escucho atentamente todo, pero yo solo quiero ver a Matías, así que sin decir nada, me pongo de pie y camino hacia la puerta, unos brazos me detienen y yo giro mi cabeza para ver quien se interpone en mi camino, se trata de Lucas.
-¿Que quieres?, sueltame.
-No, debes descansar.
-¡¡Que me sueltes!!, sueltame, no me toques, quiero ver a Matías...él debe despertar, debo estar con él...- grito moviendome desesperadamente.
-No Bella, estas mal, necesitas descansar.
-YO ESTOY BIEN!!, Dejame...
-Sueltala- interfiere mi padre, mi hermano hace lo que se le dice y yo sigo mi camino hacia cuidados intensivos, entro y cierro la puerta detrás mío.
Me acerco al cuerpo de Mati, me siento a su lado y aprecio cada facción de su rostro, es hermoso, como no me di cuenta antes de sus sentimientos...ahora me arrepiento de ello...porque se que desde el momento en el que lo vi, sabia que él debia estar en mi vida, cuando nos volvimos amigos, fue mi mayor emoción, cuando nos convertimos en mejores amigos...él era el único que estuvo para mi cuando mi hermano se fue y yo lloraba casi todas las noches...él siempre ha estado para mí...y lo amo, lo amo y me aferraré a él, porque mi vida depende de ello, porque él es mi vida...