El Mejor Amigo de mi Hermano

CAPITULO 23

Llegué al garaje luego de cambiarme de ropa, Jacob parecía aún no haber llegado, así que eché un vistazo al alrededor y mi mente divagó a mis posibles excusas en caso de que fuese descubierta.

Comencé a caminar en circulos, pensando y pensando que diablos me quería decir Jacob que fuese tan importante como para aceptar mi trato, aunque tenía una leve sospecha de que él rompería nuestro acuerdo, pero eso justo ahora era lo menos relevante, debo admitir que estar a solas con él me generaba cierto miedo, me poníaa los pelos de punta.

Escuché un ruido y me giré hacía el lugar proveniente de este, vi a Jacob caminando en mi dirección y solté un suspiro de alivio, él entró dejando la puerta abierta, parece que tambipen se había cambiado de ropa, ahora traía puesto un traje deportivo, la noche era fría así que traí una sudadera gris y un buso manga larga del mismo color, él me miró por unos instantes en silencio, pero luego se acercó un poco más como si lo que me fuese a decir fuera algún secreto oculto que no podía ser revelado ni escuchado por nadie.

-Así que has venido Bella... -susurró cerca de mi oído.

-No, soy un fantasma, ¡Bu! -respondí sarcasticamente, él puso los ojos en blanco. -obviamente imbecil, ¿o acaso te quedaste ciego?

-Vale, vale, ya entendí, la pregunta fue estúpida. -admitió levantado ambas manos en señal de rendición.

-Ajá, entonces, directo al grano, ¿de que querías hablar?. -pregunté con voz firme.

-Yo... debo confesarte muchas cosas Bella...debo contarte primeramente sobre el pasado de mi familia para que puedas entender lo que te voy a decir más adelante, para que puedas entender porque odio a tu familia. -entendí perfectamente a que se refería, iba a hablarme sobre lo que mi familia le había hecho a la suya, sobre lo que yo ya me había enterado por pura "curiosidad".

-No comprendo lo que dices, ¿podrías explicarte mejor? -mentí descaradamente, fingiendo demencia  y él parece no haberlo notado.

-Bueno, la cosa es que mis padres, hace muchos años necesitaban dinero para poder iniciar su negocio, así que se lo pidieron prestado a tu familia, todo iba bien, hasta que de un momento a otro el negocio de mis padres comenzó a ir a la ruina, se acercaba la fecha de pago para poder cancelar la deuda, pero mis padres no habían reunido el dinero para poder pagarle a tu familia, empezaron a llegarnos amenazas sobre quitarnos todo o matarnos o hacernos daño, luego de unos días, tu familia no quiso esperar más, así que mandaron a unos hombres a hacer el trabajo sucio, los mandaron a matar a mis padres... -hizo una pausa respirando profundo, comprendí que para él era dificil hablar de un tema como este, y más aún cuando él evidenció el asesinato de sus padres siendo un niño. -ellos no sabían que yo estaba en casa, así que mis padres me pidieron que me escondiera, eso hice, desde la oscuridad de mi escondite, vi claramente como asesinaban sin piedad a mi padre, luego a mi madre... tu familia, mató a la mía. -escupió las últimas palabras con lentitud y rencor, lo entendí, pero lo que no entendía aún era que tenía que hacer yo, ¿porque me lo decía?, ¿que quería lograr con ello?, ¿ya había cambiado sus planes de venganza?. 

-Oh, no lo sabía, eso suena terrible...pero, ¿que tengo que ver yo en esto? -pregunté directamente, era mejor no ir con rodeos.

-Bueno, lo único que te pido a cambio de dejar a tu familia en paz, es que me ayudes a que paguen por lo que hicieron. -la frialdad de su voz y el tono cortante me hicieron estremecer un poco, ¿a que carajos se refería?

-No voy a matar a mi familia. -me apresuré a decir, una sonrisa torcida y burlona se formó en su rostro.

-No te pediré que lo hagas, pero tampoco suena mal. -puntualizó guiñandome un ojo. -de todas formas, lo que quiero es que me ayudes a conseguir pruebas, voy a demandar a tu familia, ha pasado mucho tiempo desde los hechos, pero creo que con evidencia clara y concisa puedo lograr llegar a la parte del juicio y muy posiblemente ganarlo, haciendo que tu familia pague en la carcel por todo lo que han hecho. -finalizó sonriendo, yo sabía que él tenía razón, pero...joder, es mi familia, no se si soy capaz de traicionarlos así...además ¿porque Jacob había decidido hacer todo por la ley cuando hasta hace poco planeaba ensuciarse las manos y que mis padres pagaran por la muerte de los suyos? ¡Incuso yo estaba en sus planes!, y mi hermano era solo una palanca para acercarse a nosotros.

-Bueno, no puedo asegurarte nada, pero cuando acabe el verano, o antes de eso, intentaré buscar algún documento que diga que ellos tenían negocios o acuerdos de dinero, tú busca las amenazas que mi familia envió a la tuya. -le ordené en tono serio, de una u otra forma debía sacar a mi hermano, a Matías y a mí de este embriollo, y si para ello debía ponerme del lado de Jacob, pues que más da, a veces debemos arriesgar todo por las personas a las que queremos.

-Esta bien, entonces si tú cumples tu parte, yo cumplo la mía, todo esta en tus manos, depende de ti lo que pase a futuro...lo que pase cuando acabe el verano... -habló con un aire misterioso, como cuando en la televisión, en tu telenovela favorita, acaban el capítulo y lo dejan en suspenso, ¡¡¡te dejan con la maldita duda de saber que va a pasar!!! agh, odio eso.

-Si, si,si, ya lo entendí, pero entonces prometeme que no nos molestarás en este periodo de tiempo mientras te consigo las pruebas. -pedí, aunque no estaba segura si eso fuese posible, la verdad es que no terminaba de convencerme de que lo que estaba haciendo era lo correcto, pero soy una persona de palabra, así que debo cumplir lo que digo.

-Esta bien. -accedió rápidamente.

-Okey, entonces, trato hecho. -extendí mi mano hacía él.

-Trato hecho. -él estrechó mi mano, nuestro acuerdo había sido sellado, ahora solo quedaba cumplirlo, esperar a que pase lo que tenga que pasar.




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