Hola soy Alex Salas y vivo en un pueblo de Barcelona con menos de 10.000 habitantes donde no hay gran cosa para adolescentes como yo.
Soy una chica de 18 años, bueno 17 porque los cumplo el 9 de agosto. Mido 1,60m, soy tan bajita que mi prima de dos años menos es más alta que yo. Soy delgada y no me puedo quejar de mis curvas, aunque no tengo las tetas muy grandes e compensan con mi culo. Tengo los ojos verdes y el cabello ondulado de color rubio oscuro tirando a castaño que me llega a la cintura.
En este pueblo los adolescentes nos conocemos todos, algunos son más sociables y se llevan con todo el pueblo y con los alrededores, otros son súper tímidos y solo se llevan con su grupo de amigos, y luego estoy yo en un punto intermedio. Mi grupo de amigas somos el más popular de nuestra quinta, pero de nosotras el grupo más “popular” por así decirlo somos Nuria, Inés, Nat y yo; pero de nosotras ellas son las que me presentan a casi todo el mundo y por eso yo también entro en el grupo de las “populares”.
Entre las 15 de la peña; Nur, Nat e Inés son mis mejores amigas, somos inseparables. Aunque estamos con todas, siempre hay grupos, en nuestra peña hay como cuatro grupos y el nuestro es uno, pero como nos somos celosas no nos importa.
Tenemos uno de los mejores locales del pueblo, y cuando hay fiesta está lleno de gente porque somos conocidas por liarla un poco. Se nos suele ir de las manos eso de juegos para beber, competiciones para cuando vas borracho… incluso nos tiramos con un carrito que hemos hecho por la cuesta donde está nuestro local. Pero lo que más me gusta es que nos hicimos como una tarima donde bailar.
Ahora mismo Nur, Nat e Inés están en mi casa nueva, ya que me queda por decorar mi habitación de mi nueva casa, a la cual me mudé hace unos cuantos meses porque en la que vivía no paraba de recordarme a mi hermano.
Mi hermano se llamaba Aleix, y murió hace 2 años. Descubrieron que tenían que operarlo por un tumor en el cerebro, pero lo que no sabían es que estuviera tan avanzado y no pudieron hacer nada por él, por lo que murió en el quirófano. Cuando vino el doctor a la sala de espera donde estábamos la familia esperando y nos dieron la noticia no pude mantener en pie y me desmaye. Recuerdo que cuando desperté pensaba que todo había sido un sueño, pero no fue así.
Desde ese día no dormía casi nada y tan apenas comía, solo escuchaba el último audio que me mandó para volver a escuchar su voz una y otra vez y solo pensaba en la última conversación que tuvimos.
Recuerdo:
-Toma Lexy- me dijo Aleix entregándome su collar- si me pasa algo quiero que te lo quedes.
-No, no te va a pasar nada- contesté llorando- no te vas a morir porque te necesito, no me puedes dejar.
-Ratita por favor no llores- respondió abrazándome- sabes que hay riesgos- siguió diciendo y yo negaba con mi cabeza- pero prométeme que si me pasa algo te lo vas a quedar y seguirás luchando por tus sueños, por favor prométemelo.
-Te lo prometo- susurré y entonces entró un enfermero indicando que se lo tenían que llevar a quirófano.
-Te amo Ratita- me dijo antes de salir.
-Yo más- le respondí mientras salía detrás de él.
Estuve sumergida en una gran depresión durante medio año, hasta que las chicas, los amigos más cercanos de mi hermano, que son como mis hermanos, y mi familia me ayudaron a salir. Lo que quedó de año me lo pasé yendo al psicólogo y tomando unas pastillas. Y así poco a poco volví a seguir con mi vida, pero yo no era la misma, y nunca lo seré.
Aun así cada vez que se acerca el 9 de agosto, mi cumpleaños, que no lo celebro; el 9 de septiembre, el cumpleaños de mi hermano; o el 14 de enero, el día que murió. Desaparezco toda esa semana, no me relaciono con nadie, ni voy al instituto. Solo salgo a correr de noche como cuando lo hacía con él porque decía que era la mejor hora para hacerlo, subo a la casita del árbol, voy a su tumba, me pongo ropa suya, escucho sus audios, toco las canciones que me enseñó con la guitarra… Sé que es perjudicial para mi salud, pero no lo puedo evitar. Después me tomo las pastillas que me recetaron para las recaídas y poco a poco vuelvo a la normalidad.
-Ey Lexa, ¿me estás escuchando?- me pregunta Nat y la miro dándome cuenta de que estaba sumergida en mis pensamientos mientras tocaba el collar que me dio mi hermano que no se me ve por lo larga que es la cadena.
-Eh no lo siento, ya sabes estaba en mi mundo- respondo mientras le doy una sonrisa falsa que parece colar.
-No sé cómo lo haces pero estás más en tu mundo que en el de realidad- contesta Nuria.
-Ya los sabéis todas y aun así me queréis- reclamo.
-Claro que te queremos idiota- responde Inés y todos nos empezamos a reír.
-Bueno, ¿qué me estabais diciendo?- pregunto.
-Pues como os estaba contando he visto por Instagram que Álvaro López está aquí- empieza a decir emocionada Nat- Por lo visto ya han acabado la temporada y como este año no hay selección ha podido venir.
Ese chico es muy guapo, he de admitir que esos ojos marrón café y ese pelo oscuro contrastan con su piel blanca, encima teniendo en cuenta que está súper musculado. Todas las chicas desean conocerlo, pero yo ya lo conozco, porque era del grupo de amigo de mi hermano antes de que lo ficharan, pero no creo que se acuerde de mí ya que hace por lo menos 7 años que no me ve. De pequeña me gustaba, pero como nunca me hacía caso acabé asimilando que solo es un tío chulo, egocéntrico e insoportable como casi todos los que conozco.
Hace por lo menos 7 u 8 años que no lo veo, sé que cuando venía quedaba con mi hermano, Joan y los gemelos, porque era su grupo más cercano. Pero no sé yo si era tan cercanos como creía, porque ni si quiera vino al funeral de su mejor amigo, mi hermano.
-Enserio das miedo sabiendo todo eso- contesto levantándome de mi cama- además ¿qué os importa ese chico?- me giro para mirarlas- vale, es guapo y por todo tema del fútbol está muy bueno, pero es un chulo.