El mejor amigo famoso de mi hermano.

CAPÍTULO 3

ALEX

Joder, no sé para qué he aceptado jugar con Alvarito. A parte ya sabe cómo me llamo, pero no sé acuerda de mí. No sé si agradecerlo, ya que así no me mira con pena, o cabrearme por no recordarme cuando estábamos casi todos los días juntos.

Son las 03:00 y Alvarito está borracho, lo he dejado un momento en la calle mientras yo cojo agua y mi chocolate que tenemos en la nevera. Pensaba comérmelo cuando me entrara el hambre, pero veo que no va a ser posible. Cuando lo tengo todo vuelvo a salir lo más rápido que puedo.

Salgo y veo que está con una chica, eso hace que me cabree un poco y no sé porque. Me acerco un poco y puedo ver que la que está con él es Madison, una chica de un año más. Odio a esa chica, ha metido mucha mierda de mi durante toda mi vida, y solo porque me tiene celos. Pero lo peor es que no sé de qué coño me tiene celos si ella es guapa y popular.

Me acerco a ellos y escucho:

-Ya tengo alguien que me está ayudando- le dice Alvarito.

-¿Pues yo no veo a nadie?- responde mientras le acaricia el brazo.

Decido intervenir porque no veo que Alvarito esté muy contento con su presencia y aparte está borracho.

-A lo mejor si te giras- le digo y se gira a verme.

Como siempre me lanza una mirada asesina.

-Vete por favor- le pido y ella se va sin decir nada.

Me agacho para ver si está mejor, pero no hay suerte, sigue igual de borracho.

-Joder, no tendría que haber aceptado jugar contigo- comento en voz baja mientras mojo un pañuelo con agua.

-No es tu culpa- contesta mientras le paso el pañuelo mojado por la cara.

-Claro que sí- respondo sin mirarle- Pero ya no puedo hacer nada con eso, así que voy a ayudarte hasta que se te baje un poco- le digo enseñándole la tableta de chocolate.

-¿Enserio tienes chocolate?- pregunta emocionado como cuando se quedaba a comer de niño a mi casa y mi madre hacía su deliciosa tarta de tres chocolates.

-Sí, me lo estaba guardando para más tarde- respondo partiéndole un trozo- Come.

-¿Por qué me ayudas?- me pregunta haciendo que me sorprenda- Me he comportado como un imbécil contigo y aun así estás aquí aburriéndote y perdiéndote la fiesta que tenéis montada.

-No me estoy aburriendo- respondo- Además nunca creí ver al magnífico Álvaro López borracho- comento cortando la tensión de su pregunta y haciendo que se ría.

La verdad es que ya lo había visto una vez cuando tenía 15 años, pero él no debe de acordarse, ya que iba tan mal que casi no podía andar. Esa fue la primera vez que lo vi desde que se fue, y ya no lo volví a ver hasta hoy.

-¿Qué tal la pierna?- pregunta mientras veo que se fija en la tirita que llevo.

-No es nada, pero gracias por preguntar.

-¿Y la cabeza?- dice, pero está vez mirándome la frente donde ya se puede ver un pequeña hinchazón.

-Enserio que no es nada- respondo quitándole importancia-Estoy tan bien que te he dado una paliza- comento y se ríe igual que yo.

Llevamos ya como una hora en la calle, son casi las cuatro y la gente ya se está yendo a la discomóvil. Solo quedan algunos borrachos que no pueden moverse, y Nat y Nur porque no pueden dejar el local abierto.

-¡Nat, Nur!- las llamo mientras me pongo de pie.

Cuando se giran y ven con quien estoy abren sus ojos como platos, empiezan a sonreír emocionadas y se acercan a nosotros casi corriendo.

-¿Dinos?- contesta Nat mirando a Alvarito.

-Os podéis ir, ya me quedo yo con la gente que hay borracha y luego iré- respondo y me miran sorprendidas porque les tocaba la noche de hoy.

Cómo hacemos siempre grandes fiestas tenemos que quedarnos un par a pringar con los borrachos que se quedan en nuestro local.

-¿Enserio?- pregunta Nur sin creérselo.

-Sí- miro a Alvarito- Ves con ellas, pero que no te vea tu madre.

-No, me quedo y te ayudo- responde poniéndose de pie pero se tambalea y lo agarro.

-Cómo me vas a ayudar si casi no te puedes poner de pie.

-Eso ha sido porque llevo una hora sentado- se justifica y empieza a andar en línea recta- Ves, no me he torcido.

Suelto un suspiro porque sé lo cabezota que es y paso de volver a empezar una de nuestra pelea de pullas, y más ahora que aún está borracho.

-Bueno chicas os podéis ir- les digo- ya me quedo yo con los borrachos- digo mirando a Alvarito que se hace el loco.

-Gracias Lexa- responde a la vez y nos damos un abrazo antes de que se vayan.

Veo como Alvarito me está mirando fijamente, tiene una sonrisa ladeada muy sexy. No Alex, deja de pensar eso.

-¿Qué miras?- le pregunto cruzándome de brazos.

-Lexa…- empieza a decir.

-Sí, me llamo Alexandra- lo interrumpo mientras ando cansada de sus comentarios- De ahí viene que la gente me llame Alex, Alexa, Lexa, Alexy…- sigo diciendo hasta que me doy cuenta de lo que acabo de decir y me paro de golpe.

Mierda, ahora se reirá porque hay gente que me llama Alexy, bueno solo lo hace una niña a la que cuido. Pero por lo menos no he dicho Lexy, aunque nadie me llama así, solo lo hacía mi hermano y él, pero no se debe acordar.

-Alexy, mmm… me gusta- comenta rascándose la barbilla.

-No te aguanto- le digo volviendo a caminar. Entro y miro las salas a ver si queda gente.

Gracias a dios solo había dos personas durmiendo en los sofás de la sala de la tarima, los despierto y les pregunto si necesitan algo, pero ellos dicen que no hace falta y salen solos.

Reviso otra vez el local mientras apago la música y las luces led de las salas, recojo algunos vasos que hay por el suelo y vuelvo a la sal principal. Veo que Alvarito está recogiendo las monedas del duro y las pelotas de ping pong. Camino por la sala que está un poco mojada por los vasos que se han caído. Noto como me resbalo y estoy a punto de caer pero unos brazos fuertes me agarran y noto como una corriente pasa por todo mi cuerpo.



#4840 en Novela romántica

En el texto hay: pasion, amor, famoso

Editado: 10.09.2020

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