El mejor amigo famoso de mi hermano.

CAPÍTULO 6

ALEX

Ha pasado ya toda la semana y ya estamos a vienes. Y como la mayoría de viernes, venimos a comer con el campus a la piscina municipal.

-¡Alexy!- me grita Mar- ¡Ven al agua!

-Espera a que guarde las cosas- le digo quitándome la ropa y quedándome en un bikini de rallas verticales blancas y negras con la parte de arriba en triángulo y con la braguita en forma de tanga.

Cuando guardo la ropa me dirijo a la ducha y paso corriendo porque el agua sale muy fría. Me dirijo al borde para tocar el agua con la punta de los dedos y noto que está aún más fría que la de la ducha. Me estoy concienciando para meterme al agua cuando me empujan.

-¡Ahhh!- grito cayendo al agua, cuando salgo a la superficie, me giro para ver quién me ha tirado y me encuentro a David y Alvarito riéndose- Os vais a enterar- les amenazo saliendo del agua por el borde y los cobardes se van corriendo.

Estoy en el coche de Alvarito volviendo a mi casa mientras pienso en el día de hoy. Ha sido muy divertido, sobre todo en la piscina cuando se la he devuelto a David y a él. Estaban estirados bocarriba tomando el sol después de comer, cuando les he echado un chorretón de crema en la cara a cada uno para después salir corriendo. Ha sido muy gracioso ver cómo me intentaban perseguir con la cara llena de crema, pero en mi defensa han empezado ellos.

-Entonces, ¿qué he de llevar?- le pregunto a Alvarito al recordar nuestra cita, que por lo visto va a durar todo el finde.

-Un bikini, una toalla y ropa para el sábado y el domingo- me contesta.

-Me vas a decir ya donde vamos a ir- le suplico y el niega- Porfaaaaaa- le pido haciendo un puchero.

-Solo te puedo decir que creo que te gustará.

-Está bien me rindo- respondo cuando llegamos a mi casa.

-Pasaré en una hora para irnos- me informa- Es que no quiero llegar muy tarde.

-Vale- contesto bajándome- Adiós.

-Hasta luego Lexy.

Entro en casa y me voy directa al cuarto porque mis padres no están, se han ido está mañana con su grupo de amigos a una casa en la montaña que han alquilado para pasar el finde.

Llego a mi cuarto y saco una mochila donde meto una toalla negra con unos labios rojos; un bikini rojo que enseña un poco más de los que suelo llevar, pero me encanta; unas mallas negras junto una camiseta blanca, por si acaso; una blusa blanca junto un pantalón corto negro veraniego, un vestido rojo un poco más de arreglar, pero no demasiado; unas sandalias negras con tacón junto con unas chanclas de dedo; un neceser con mis cosas de higiene y con rímel, colorete y algunos pintalabios; el pijama y la ropa interior.

Miro la hora y veo que solo me quedan diez minutos, menos mal que me he duchado en la piscina. Me pongo unos vaqueros cortos junto un top negro y mis Converse blancas con plataforma, me cojo un bolso negro que pega con toda la ropa que me voy a llevar y con lo que llevo, meto mis llaves, mi monedero con mi documentación, el cargador, los auriculares y mi móvil. Cojo todo y bajo a la cocina a por algo de comer cuando suena el timbre.

-Hola- saludo a Alvarito- Pasa que me estaba haciendo un zumo de naranja, ¿quieres algo?

-No tranquila, he comprado comida para el viaje- me informa- Aunque un poco de ese zumo no te digo que no.

Pongo zumo en dos vasos de pastico con tapa y pajita y le entrego uno a Alvarito.

-Gracias.

-De nada- le contesto cogiendo el bolso y la mochila.

-Dame- me dice cogiendo la mochila.

-Gracias.

Salimos de la casa, la cierro con llave y miro que todo esté bien cerrado, ya que no va a haber nadie en todo el fin de semana. Nos subimos al coche y me giro a ver toda la parte de atrás llena de comida basura.

-¿Quieres matarnos con todo eso?- le pregunto señalando los asientos traseros y él se ríe- Por lo menos dime que has comprado gusanitos.

-JAJAJAJA sí- me contesta mientras pone en marcha el coche- No sé porque, pero sabía que te gustarían los gusanitos como a una niña- me reprocha.

-Admite que son los mejores ganchitos del mundo.

-Claroooo…- contesta y los dos nos echamos a reír.

La verdad es que durante esta semana Alvarito y yo nos hemos llevado mejor. No sé si porque he dejado de ser tan dura o porque ya no se comporta como un gilipollas, ahora se comporta como la persona de la que Sara siempre me habla y la que yo conocía de pequeña, con la que jugaba al fútbol junto a mi hermano, de la que me enamoré…

Llevamos media hora de viaje escuchando música y hablando a ratos hasta que me quedo dormida.

-Lexy- me llama Alvarito con una voz dulce mientras me mueve un poco el hombro.

-Quiero dormir…- me quejo dándome la vuelta.

-Ya hemos llegado.

-Está bien…- abro poco a poco los ojos a la vez que me estiro- ¿Dónde estamos?- pregunto al ver una calle de chales y la playa enfrente de nosotros.

-Hemos venido al chale de mi familia en Cambrils.

Me ha traído a la playa, no puede ser. Me encanta, pero no venía desde que mi hermano murió ya que era el único que me traía. Muchos fines de semana nos escapábamos e íbamos a la playa, pero después de que muriera no he vuelto a venir, y mucho menos con mi familia, aunque me lo habían propuesto alguna vez, me negué.

-¿Enserio?- pregunto emocionada.

-Sí- contesta con una sonrisa cálida y yo no me puedo resistir y le abrazo para después salir del coche y correr hasta la arena.

Me quito los zapatos y toco la arena con mis pies. Ya es de noche, así que no hay casi nadie en la playa. Noto que Alvarito está a mi lado mirándome mientras sonríe.

-Muchas gracias por traerme hacía años que no venía- le digo.

-No sabía que te gustaba tanto la playa- me contesta y yo le sonrío- Bueno, vamos al chale a dejar las cosas y hacer la cena.

-¿Qué hora es?- le pregunto caminando de vuelta al coche.



#4840 en Novela romántica

En el texto hay: pasion, amor, famoso

Editado: 10.09.2020

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