ALEX
-Gira aquí- le indico- Es el segundo portal- aparca delante del portal- Gracias por traerme.
-Os voy a llevar- me contesta firme y suelto un bufido porque es más cabezota que yo y sé que no se va ir.
Bajo del coche y llamo al timbre. Le digo a la madre de Mar que soy yo y me abre. Subo hasta el 2ºA y me abre la puerta.
-¡Alexiii!- grita Mar.
-Hola princesa- contesto cogiéndola en brazos.
-Alex- me llama su madre y veo cómo me mira de pies a cabeza, y es ahí cuando me doy cuenta que llevo la ropa de Alvarito- ¿Puede dormir contigo?, es que no sé a qué hora llegaré.
-Sí tranquila, de mi casa iremos juntas al campus- respondo- ¿A qué sí?- le pregunto a Mar.
-Sí- contesta abrazándome más fuerte.
Su madre me da su mochila y me da las gracias. Nos despedimos de ella y bajo las escaleras con Mar en mi espalda. Tengo que ir a comprar, ya que no me queda casi nada en la nevera, encima las galletas que tengo no le gustan a Mar.
-¿Qué hace aquí Álvaro?- me pregunta confundida.
-Quería venir a buscarte- respondo mientras la bajo de mi espalda y abro la puerta de atrás.
-Hola Mar- saluda Alvarito.
-Hola- contesta mientras sube y le abrocho el cinturón.
-Tengo que ir a comprar, ¿nos puedes llevar al Día?- le pregunto.
-Claro- contesta mientras me subo con Mar atrás.
Nos pasamos el viaje cantando las canciones que le gustan a Mar hasta llegar al Día. Bajamos y voy a coger mis cosas pero Alvarito me lo impide.
-Os voy a llevar a tu casa- me dice.
-No hace falta enserio- contesto y él niega.
-Vamos Alexi- me suplica Mar.
-¿Nos acompañas o te quedas?- pregunto a Alvarito.
-Voy con vosotras.
Cierra el coche y entramos. Cojo un carro donde siento a Mar y saco mi móvil donde llevo la lista, porque si no, no me acuerdo.
-¿Qué necesitas?- me pregunta Alvarito y yo le enseño mi pantalla- Joder nena ni que tuvieras que comprar todo el supermercado- comenta y le pego- Auuh- se queja llevándose la mano al brazo.
-Está delante Mar, nada de palabrotas- le advierto y él asiente.
Pasamos por los pasillos Alvarito empujando el carro mientras habla y ríe con Mar.
-Alexi, ¿puedo, puedo, puedo?- me pregunta señalando las galletas de dinosaurios.
-Claro princesa- contesto riéndome y me acerco a ellas- ¿Cuáles quieres?- pregunto al ver todos los tipos que hay. Me señala las normales, así que las cojo y las meto en el carro.
Pasamos al último pasillo y solo me queda coger manzanas, plátanos, un melón… en conclusión toda la fruta y verdura. La cogemos y vamos a la caja.
-¿Puedo?- pregunta Alvarito señalando un huevo Kínder y yo me río mientras niego con la cabeza y cojo uno.
Ponemos todas las cosas sobre la cinta y Alvarito pasa con el carro para volver a meter todo en él.
-Hacéis buena pajera- comenta la cajera.
-Oh, no somos pareja, pero gracias- contesto.
-¿No eres la de la revista?- pregunta un poco incomoda como si la hubiera cagado.
-Sí que soy yo- contesto tajante y deja de preguntar sobre el tema.
Pago y salimos hacia el coche de Alvarito. No digo nada mientras guardamos las cosas y durante el trayecto hasta casa. No es que este enfadada, pero me ha molestado como me ha preguntado esa mujer lo de la revista. Por mucho que vivamos en un pueblo, he notado como mucha gente nos miraba y cuchicheaba mientras comprábamos.
-¿Todo bien, Lexy?- me pregunta Alvarito haciéndome salir de mis pensamientos, y es entonces que me doy cuenta que estamos en mi casa.
-Sí, en mi nube- contesto y salgo del coche.
Desabrocho a Mar y ella coge sus cosas mientras yo cojo las mías y con ayuda de Alvarito entramos toda la compra.
-¿Dónde dejo la mochila?- me pregunta Mar cuando llegamos a la cocina.
-Dormirás conmigo como siempre, ¿no?- cuestiono y ella asiente sonriendo- Pues vamos a dejar tus cosas en mi cuarto- le digo y le cojo de la mano mientras subimos las escaleras hacía mi cuarto- Tú aún no lo has visto, está casi listo. Solo me faltan un par de cosas- le comento mientras abro la puerta.
-¡Qué bonito!- grita Mar corriendo por todo el cuarto y mirando todo hasta que ve la pared llena de fotos- Estoy aquí- comenta entusiasmada al ver una foto de ella subida encima de mí de hace un mes.
-Claro- respondo sonriendo, voy hasta donde está ella y me agacho a su altura para abrazarla- Eres mi princesa, tenías que estar.
-Te quiero.
-Yo más.
-¿Chicas?- nos llama Alvarito.
-Aquí- contesto y escucho como abre la puerta- Bienvenido a mi cuarto.
-Wow- contesta embobado- Es muy chulo, sobre todo eso- comenta señalando la pared de las fotos- ¿Salgo?- pregunta con esperanza y yo asiento.
-Mira, este eres tú- le digo señalando una foto de cuando éramos unos niños en la que salen Aleix, Alvarito y yo entre ellos - Aquí también- le enseño una de estos medievales en mi local con toda mi peña, David y estos, los gemelos, Joan y él (los más cercanos por así decirlo)- Por lo menos no es el día que te pasaste- menciono y veo cómo se avergüenza- Y en la del torneo también. Esa me recuerda cómo te hice un caño- comento divertida.
-Vale, ya está- contesta mientras se da la vuelta y yo me río- No puede ser- dice y anda hasta mi estantería donde tengo mis botas firmadas por Iniesta del primer partido de fútbol que fui a ver en mi vida y al lado una foto- Aún tienes las botas.
-Claro- respondo y él me mira con un brillo en los ojos como si estuviera recordando ese día, y la verdad es que es uno de mis mejores recuerdos.
No dormí casi nada de la emoción, era el primer partido que iba a ver. Íbamos en una caravana que alquilaron nuestros padres, estábamos todos, Sara, Tomi, mis padres, Alvarito, Aleix y yo. Fuimos a comer a una hamburguesería y después nos dirigimos al estadio. Jugaba el Barça contra el Madrid, un clásico. Todos llevábamos las camisetas del Barça, pero yo llevaba hasta mis botas de fútbol y la cara pintada de azul y rojo.