ALVARITO
Estamos comiendo ensalada de pasta mientras hablamos y reímos. Nos hemos hecho amigos de Mario, el capitán que tiene 23 años. Me ha dicho que le gusta como juego, pero no sé ha comportado como un fan, sino más como un admirador, y eso me ha gustado porque no ha intentado acercarse a mí ni nada por el estilo.
Cuando hemos subido al yate Jordi se ha mareado un poco y todos nos hemos reído, pero ahora está bien.
-Voy a por una cerveza- anuncio- ¿Alguien quiere?- pregunto.
-Tráeme una- me dice Joan y asiento.
Voy a la neverita, pero antes de que pueda abrirla me llaman por teléfono. Qué raro que me llamé el entrenador.
Entrenador
-Ey jefe.
-Hola Álvaro.
-¿A qué se debe tu llamada?
-No empieces con tus tonterías- dice y nos reímos los dos.
-¿Para qué llamas?
-Mañana tienes que estar en Barcelona- me informa.
-No puedo, estoy de viaje.
-Ya lo sé- contesta- Ya lo han publicado, pero se ha adelantado el partido y será pasado mañana.
-Joder- mustio- Está bien, cogeré un vuelo está noche.
-Irá el jet a recogerte porque no hay vuelos hasta el día del partido, ya lo hemos mirado- me explica.
-Está bien, ¿a qué hora?- pregunto.
-A las 23:00 debes de estar en el aeropuerto- me informa.
-Vale, adiós- me despido y cuelgo.
-Tío, ¿por qué tardas tanto?- pregunta Joan entrando a la sala.
-Me ha llamado mi entrenado- le informo.
-¿Qué pasa?
-Se ha adelantado el partido y me tengo que ir esta noche- le informo y me dejo caer en una banca que hay alado de la nevera- Le prometí a Lexy que estaría con ella en su cumpleaños- comento.
-Lexy es muy comprensiva, no te dirá nada- contesta y se sienta a mi lado.
-No llevamos ni un mes y ya ha tenido que aguantar mucho- digo.
-Anda, por lo menos hoy no estés así- responde Joan y tiene razón.
Me levanto cojo las dos cervezas y le doy una a Joan antes de volver con todos.
-Joder, os ha costado un siglo- dice Nur cuando llegamos.
-Ni que tuvierais que hacer una maratón para ir a por las cervezas- comenta Jordi apoyándola.
Les ignoramos y seguimos hablando.
Se está haciendo tarde, así que estamos volviendo al puerto. Los chicos están recogiendo las cosas, pero no veo a Lexy. Miro hacia la parte trasera del yate y la veo sentada en la maya mientras mira hacía el horizonte. Me giro para mirar a Joan y el asiente con la cabeza, así que me armo de valor y voy hacía ella.
-¿Por qué está tan sola una chica tan guapa?- pregunto con un susurro en su oído. Se gira y me mira con una sonrisa.
-Mi novio está por ahí. Pero no le digas que estoy hablando contigo, es muy celoso y tú eres muy guapo- contesta y me río para después darle un beso.
Me siento detrás de ella y la rodeo con mis brazos mientras ella se acurruca en mi pecho. Es ahora, venga Álvaro, tú puedes. Me animo internamente.
-Lexy- digo llamando su atención.
-¿Si?
-Hoy me ha llamado mi entrenador- le digo y se gira para mirarme haciendo un gesto para que siga- Han adelantado un partido y lo jugamos pasado mañana- le explico y ella entiende lo que quiero decir.
-¿Cuándo te vas?- me pregunta.
-Esta noche- le informa y asiente sin decir nada. Deja de mirarme y vuelve a mirar al horizonte a la vez que se separa de mí- Lexy…- la llamo esperando una respuesta.
-Está bien, es tu trabajo- responde pero sin mirarme.
-Ey chicos, hemos llegado- nos avisa Inés.
Lexy se pone de pie y va con el resto. Detrás voy yo, pero no puedo ocultar la tristeza que me invade.
-¿Estás bien?- me pregunta Sergi bajito para que solo yo le escuche.
-Sí- respondo y le sonrío.
Bajamos del yate y nos despedimos de Mario. Antes de irnos me hago una foto con él mientras los demás van tirando.
-Muchas gracias- me dice después de hacernos la foto.
-No hay de qué y un placer haberte conocido- respondo.
-El placer es mío- contesta y nos damos un abrazo- Adiós.
-Adiós.
Veo que Joan me ha esperado y me acerco a él.
-¿Cómo se lo ha tomado?- me pregunta.
-Dice que está bien, que es mi trabajo- respondo y suelto un bufido.
-Eso es bueno.
-No me creo mucho sus palabras- le digo- No la has visto, ni me ha mirado después de eso.
-Vamos tío, ha debido de ser porque se lo acabas de decir- contesta- Ya verás que se le va a pasar.
-Eso espero.
Llegamos a la casa y voy al cuarto para guardar mis cosas. Al entrar veo a Lexy en el sillón de ayer. Me acerco a ella y la levanto para ponerla encima de mí como ayer.
-Por favor Lexy- le suplico y oigo como suelta un suspiro- No quiero que estés distante conmigo.
-Lo siento- responde y mira sus manos- Entiendo que sea tu trabajo, pero prometiste no dejarme sola- dice y se levanta para sentarse en el sillón de al lado.
Me levanto y me hago la maleta mientras observo a Lexy. Una vez todo metido dejo encima de la cama su regalo junto una nota y me acerco a ella.
-Me he de ir ya- informo y escucho como solloza.
Me doy la vuelta resignado después de haber estado un par de minutos esperando una respuesta.
-Perdóname Lexy- digo observando desde el coche a Lexy mientras el coche se aleja.
ALEX
Cuando escucho como la puerta se cierra me derrumbo del todo. Me he portado muy mal, él no puede hacer nada, no ha sido su culpa, pero no podía actuar distinto. Soy muy transparente a veces.
Observo como se aleja el coche en el que va, y cuando lo pierdo de vista me cubro la cara con la manos mientras lagrimas ruedan por mis mejillas.