Seis años después…
ALEX
Mi vida desde mi cumpleaños número 18 ha ido a mejor. Aunque también he tenido momentos muy duros.
Al acabar el verano me ofrecieron jugar con el Barça femenino, pero por una lesión en la rodilla derecha solo pude jugar dos años. Como no pude seguir jugando quise acabar de estudiar para poder ser entrenadora profesional, aunque ya me habían dado un puesto tenía que sacarme unos títulos que me faltaban. Así que ahora que ya he acabado, soy la entrenadora del equipo alevín A.
Me mudé a Barcelona con Alvarito, pero nos mudamos hace tres años a una casa muy grande, pero preciosa y decorada de forma minimalista como me gusta. Nuestra relación solo ha ido a mejor. Es verdad que hemos tenido alguna pelea fuerte donde yo me iba al piso de Charlo y Nacho, o él dormía en el sofá. También ha habido rumores de que Alvarito había vuelto con su exnovia, que lo habíamos dejado… Pero todos ellos se acabaron cuando nos casamos hace un año.
La boda fue preciosa, aunque enorme. Tanto que se enteraron los paparazis, pero como mi querido marido es muy previsor puso seguridad para que no pudieran pasar. Lo mejor de mi boda fue que estuvimos un mes de luna de miel, sin interrupciones de trabajo, ni problemas con muchos fans o paparazi (dentro de lo que cabe). Hicimos la ruta 66 y después acabamos en Hawái los días que nos quedaban, menos los últimos cuatro días que me quiso dar una sorpresa y viajamos a Grecia a la misma casa que el día de mi cumpleaños.
Los chicos siguen juntos por raro que parezca que unas parejas de adolescentes hayan durado tanto. De ellos están todos casados menos Jordi y Nat, que lo harán este año, ya que no lo querían hacer hasta que Nat acabará la carrera y estuvieran bien instalados y con trabajo. Inés y Jordi están esperando a un niño, Nur y Sergi tuvieron el año pasado a la preciosa Cloe, y Charlo y Nacho al pequeño Alejandro.
-Hola tato- digo cuando llego a la tumba de mi hermano. La última vez que vine fue a principios de año, el día que murió, más preciso- Ya sabemos el sexo del bebé- comento mientras me acaricio mi tripa de más de nueve meses- Bueno, lo sabemos desde marzo, pero no he podido venir antes- comento- Es niño- informo mientras aguanto las lágrimas- Me hubiera gustado mucho que fueras su padrino, pero por lo menos tendrá tu nombre- digo y un lágrima rueda por mi mejilla. Pero no le puedo prestar mucha atención, porque de repente siento como un líquido se desliza por mis piernas a la vez que un fuerte dolor se hace presente- Aggg- gruño agachándome un poco mientras agarro mi tripa
-Preciosa- dice Alvarito y llega hasta mí- ¿Qué pasa?- pregunta asustado
-Viene- contesto- El pequeño Aleix viene- informo al ver su cara de desconcierto.
-Vale, mantén la calma Álvaro- empieza a hablar solo- Ya sabes que lo que tienes que hacer, tu solo tienes que mantener la calma y llevar a tu mujer al hospital- dice mientras anda pero sin hacer nada y noto como otra oleada de dolor me invada.
-¡No hables tanto y ayúdame!- le grito desesperada- ¿¡No sé cómo no pudiste tener un mejor amigo más listo, tato!?- digo aún enfrente de la tumba de mi hermano.
-Voy, voy- dice Alvarito y me agarra para llevarme al coche.
Llegamos al coche y Alvarito me sienta en el copiloto y me estira un poco el asiento para que vaya más cómoda.
-Yo pensaba que esto no ocurría tan rápido- me quejo al notar como incrementa el dolor.
Llegamos al hospital del pueblo de al lado que está a 15 minutos, ya que en el nuestro no hay y como hemos venido de vacaciones no estamos en Barcelona.
Después de muchas horas sigo empujando, pero no sale.
-Duele- se queja Alvarito al apretar su mano. Lo miro con cara de pocos amigos.
¿Qué a él le duele? ¡Pero no ve que voy a sacar a un niño de mi vagina!
-Por favor señor, siéntese en la espalda de su mujer para que este en buena posición- le pide el doctor a Alvarito.
Él le hace caso y se sienta detrás de mí. Me apoyo en él y me dejo caer cansada y sudada por el esfuerzo.
-No puedo más- susurro agotada después de horas empujando.
-Un poco más nena- me pide- Vamos a empujar los dos con todas nuestras fuerzas- me alienta y asiento.
-Una última vez- dice el doctor y asiento- Empuja- me indica y así lo hago.
-Agggg- grito y de repente se escuchan llantos.
-Muy bien hecho- nos dice el doctor con nuestro niño en brazos- Ahora empuja para sacar la placenta y todo habrá acabado- me explica y así lo hago mientras una enfermera limpia y cubre a mi hijo.
-Felicidades, es un niño precioso y sano- nos dice la enfermera mientras me entrega a mi hijo.
-Gracias- susurro mientras lo mantengo en mis brazos.
-Me podría decir el nombre del este precioso niño que ha nacido el 9 de septiembre- dice otra de las enfermera que sostiene un historial.
-Aleix, Aleix López Salas- contesta Alvarito mientras nos envuelve con sus brazos a ambos.
-Ha nacido el mismo día- murmuro y levanto la mirada para conectarla con esos ojos marrones.
-Y será igual de increíble- me responde y me besa.
-Que sepas que no vas a tener muchos más hijos- le informo- Ha sido el peor dolor de mi vida- comento- Pero la merecido la pena.
-Quiero más pequeños para corretear por nuestro jardín.
-Más ratitas- comento mientras acaricio el moflete de mi hijo haciendo que habrá los ojos encontrándonos con un par de esmeraldas.