Capítulo 4

—Preciosa, ¿No vas a abrir ese regalo? —me dice Fabián con una sonrisa un tanto sospechosa.

—La verdad es que, por la forma de decírmelo, creo que dentro has puesto cualquier artículo de broma que me asustará y provocará que grite y ponga una cara graciosa que tu madre podrá retratar con su cámara —le digo mirando de reojo a mis suegros que están detrás nuestra y no dejan de hacer fotos con el móvil nuevo que hemos regalado a mi suegro y que están aprendiendo a manejar.

—No seas tonta, yo lo abriré contigo —me dice mientras coge el regalo con sus manos y lo agita mientras me mira de forma pícara.

—Si dentro no hay nada raro, ¿Por qué tengo dos regalos? Habíamos quedado en que tan solo habría un regalo y por eso yo solo te compre uno —le digo con cierta desconfianza.

—Este regalo en realidad no es para ti —me dice mientras yo lo miro confundida.

Él se sienta en el suelo junto al árbol de navidad y me invita a sentarme a su lado mientras sujeta el regalo entre sus brazos. Yo me niego a abrir el regalo ya que todo esto me causa mucha desconfianza y entonces él rompe el papel y levanta la tapa de la caja que hay dentro donde veo un pequeño osito blanco.

—¿Qué es esto? —le pregunto mirándolo con cierta confusión mientras él saca el osito de la caja.

—Quiero tener un hijo contigo y este será su primer regalo de navidad —me dice con dulzura mientras me mira a los ojos.

Yo me quedo mirándolo totalmente sorprendida por todo esto, mientras miro a mis suegros y me doy cuenta de que ellos no se han dado cuenta de nada de lo ocurrido, sino que siguen entretenidos con sus regalos.

—Yo pensaba que querías esperar un par de años más, tal y como me dijiste hace un par de meses cuando yo te lo pedí —le digo sin poder creerme lo que me está diciendo.

—Lo sé, pero sé que eres la mujer de mi vida y ya estoy preparado para tener un hijo contigo —me dice provocando que una sonrisa se adueñe de mi rostro.

Entonces yo me abalanzo sobre él y lo abrazo con fuerza, mientras lo beso, y él me guiña un ojo cuando sus padres preguntan si se han perdido algo, ya que esto será nuestro pequeño secreto por ahora.

En este momento, vuestro hijo acababa de decirme que quería tener un hijo conmigo les explico a mis suegros mientras sujeto la foto entre mis manos y sonrío pensando en la felicidad que sentí en ese momento.

—No sabía que estabais intentando ser padres —me dice mi suegra con una sonrisa mientras pone su mano en mi rodilla de forma cariñosa.

—Bueno la verdad es que tan solo llevábamos un par de meses intentándolo, ya que todavía no teníamos la casa lista y queríamos tenerlo todo listo antes —les respondo y entonces me percato de un pequeño detalle que hace que me quede muda por un instante.

—¿Te ocurre algo? —me pregunta Carla preocupada tras ver que me he quedado totalmente en silencio mirando la foto.

—No, solo acabo de recordar que me he olvidado de comprar yogures —le miento mientras trato de disimular con una sonrisa. —La verdad es que me gustaría cenar mañana con vosotros, si todavía sigue en pie la invitación—les digo con una sonrisa mientras ellos parecen encantados con la idea.