Capítulo 2 "La Carta de Liam"

-No sé cómo empezar a escribir la carta, dice Liam.  –Voy a pedir cosas especiales, cosas que me salgan del alma.

La desesperación se está apoderando de él porque escucha que todos sus amiguitos,  bajan corriendo al patio central y le dicen que se apure…que los duendes ya se van.

Tiene que luchar con el tiempo porque faltan pocos por entregar y los carteros duendes ya están por marcharse y, como siempre, Liam es el último.  

 –Rápido Liam, los duendes  carteros ya se van, le dice un niñito que corre a entregar su carta.

Necesita apurarse porque ya están cerrando los sacos donde están guardando las cartas emotivas escritas por los corazones llenos de esperanza de estos niños.  

-Wow, al fin, al fin terminé y me quedó genial.

-Listo ja,ja,ja, -se ríe fuerte  y feliz, lanza un grito siiiiiiiiii- 

-Ahora mi nombre en el sobre y entregarla.

Tan rápido como puede baja las escaleras y llega gritando al patio central,

 -Hey esperen, esperen, esperen, falto yo, falto yo.

 –Rápido Liam, dame el sobre, le dice Lorena y se lo entrega al último duende que quedaba, éste llevaba el saco casi cerrado.

Este no pudo meter la carta en el sobre, más bien apuró el paso porque le estaban tocando corneta para irse. 

Lorena observa con preocupación no ha colocado la carta de Liam en el saco y le recuerda, señor, por favor, no olvidé colocar en el saco la carta del niño.

-El se detiene un momento y le responde amablemente,  no se preocupe , yo abro el saco cuando esté en el carro y coloco la carta.

 –Hasta luego, señor y muchas, gracias, lo despide Lorena.

Lorena sonríe y se dirige a Liam para animarlo….-no te preocupes tu carta estará segura, pero tienes que poner de tu parte Liam, -¡Siempre te quedas de último!.

– ¿Cuándo vas a cambiar?.

El duende de Santa con su valiosa carga de cartas, sale corriendo del orfanato pero unos metros, antes de llegar al vehículo,  inesperadamente se desencadena una fuerte y misteriosa brisa que le estremece el saco lleno de cartas. 

La carta de Liam que el cartero la tenía en la mano,  es elevada por el aire y transportada varias calles adelante.  El duende cartero sale corriendo para tratar de atraparla pero cada vez  ésta se elevaba más y más.  Varias cuadras adelante, éste detiene su carrera porque ha perdido la carta de vista. Siente pena por Lorena y por el niño. Con la promesa de notificar al día siguiente lo sucedido regresa con su compañero.

 -¡Que viento tan extraño, pero y la carta, dónde está?.  Pregunta asombrado el otro cartero, al volante del carro.

 -La carta definitivamente se perdió de vista, se elevó muy alto y de pronto la perdí de vista, luego notificaré al orfelinato, para que el niño no se quedé sin recibir su regalo.

La carta sigue en su viaje ascendente hasta que por fin, comienza a descender para caer justo cerca de un lujoso automóvil en la calle.  Mientras el chofer estaciona el vehículo para dejar a su jefe, …¡ y como movida por hilos mágicos!.. justo cuando éste coloca su pie en la acera, la carta  se adhiere  a su pantalón.  

El se sorprende, la recoge y mira de un lado a otro a ver si alguien viene en su búsqueda pero no ve a nadie.

-Um vaya, vaya, una carta y ¿de quién será?.

Voltea el sobre y lee: -Liam Miller, Orfanato Saint Patrick., que coincidencia dice para si mismo. -¡Que interesante y está dirigida a Santa Claus!.

Voy a esperar  unos minutos aqui,a  ver si alguien me vio recogerla para entregársela...si no la llevaré a mi oficina.

Pasan los minutos y finalmente, se dirige a su oficina, observa que la carta está abierta y siente curiosidad.

-Interesante, veré que le pide Liam a Santa.

¡Qué cosas extrañas tiene la vida!   La carta del pequeño Liam está en manos de un desconocido que no tiene ni arte ni parte en este asunto.

Al llegar a su oficina, lee la carta y queda conmovido y admirado por el texto de la carta. 

-Es un niño con un alma noble y necesitada de mucho amor. 

-Tiene  una madurez admirable, me gustaría conocerlo. 

 Inmediatamente, llama a su secretaria y le dice:

-Señorita comuníqueme urgente con el Orfanato Saint Patrick.