Capítulo 2.

—¿Pasaremos juntos la navidad? —Julia me abraza mostrándome sus preciosos hoyuelos. Ella es la niña más linda de la escuela. Y mi razón principal de pasar la Navidad en la casa de Pablo, es ella.

—Sí —beso su mejilla.

—¿Qué te ha dicho tu mamá? —levanto ambas cejas.

—Está molesta, quiere que vaya con ella a Culiacán como cada año, siempre pone la tonta excusa de mis abuelos y sus tonterías.

Ella sonríe y yo me enamoro más.

—¿No quieres pasar con tus abuelos? Yo daría todo por aún tener a los míos vivos.

—Quiero pasarlo contigo Julia, con nadie más que contigo, además ya lo planeamos, fogata, guitarra, cervezas.

—Ya, ya, pero la familia es la familia, la mía pues sabes, le da igual. Mi madre y mi padre pasaran en el club, mi hermano con su novia y yo pues…—la pasarás conmigo.

Sujeto su mano y luego dejo besos en ella.

—La pasaré contigo —recuesta su cabeza en mi hombro.

—Pero... ¿No crees que si tú fueras tus abuelos o tu mamá, no te sentirías mal?

—Es una simple navidad Julia. Es una fiesta cualquiera. No hay ninguna regla que obligue a que debemos pasar con la familia si o si. Cada uno elige como y donde pasarla. Y yo elijo estar contigo. ¿Te arrepientes?

—¿Que? No, claro que no. Estoy feliz. Al menos no l pasaré sola este año. 

Pablo llega con Esteban lanzándome palomitas de maíz.

—¿Ya te has echado para atrás, irás a pasar con tus abuelitos y ponerte el suéter que te tejió todo el año con la cara de un reno en el pecho?

Ríen a carcajadas y yo solo niego haciendo lo mismo.

—Déjense de tonterías, pues no, pasaré con ustedes, música, cerveza, fogata, el amanecer.

—Julia… —agrega Esteban y reímos los cuatro.

—¿Quiénes más se nos unirán?

Pregunto algo curioso. —Creo que Pedro, Andrea y Carlos.

—Estupendo, será una noche inolvidable.

—Sí, será una noche inolvidable. Nada de tontos cuentos navideños, ni árbol navideño. Nada de esas tonterías. La familia puede esperar. Estarán ahí siempre.