Lucien Green está orgulloso de ser Centilion.
Pertenece a uno de los grupos más grandes del mundo, encargado de mantener el orden entre criaturas sobrenaturales y humanos. Su labor, ya difícil de por sí, se complica cuando un grupo de inadaptados roba el huevo de un ser ancestral que desatará catástrofes hasta recuperarlo.
El único capaz de detener a la bestia es aquel que puede comunicarse con ellos: un melódico; lástima que el último desapareciera hace tanto.
Devin Rossi otro no tiene mucho en su vida: su empleo en una cafetería, su perro tuerto y sus brazos y piernas para bailar polo volador. Nada vuelve a ser lo mismo cuando una criatura gigante cundida de escamas emerge desde el parque central y le habla.