El mensajero de Gaia.

El canto maldito.

 

Luz de Media Noche erró el rumbo y llegó muy al Sur de aquella pradera sin encontrar su objetivo pero al escuchar el canto de las sirenas pensó:

 

  -¡Que hermoso es el canto de las sirenas! Hace tanto tiempo que no lo escuchaba; ¿Quién lo habrá cantado? Pero; ¿A quién se le habrá ocurrido? Las sirenas no lo cantan porque aquí no hay humanos además creo que está prohibido, mañana por la noche averiguaré que sucede.

 

Y continuó su carrera contra el Sol rumbo al Valle de las Flores.

 

En Aqua las ninfas le explicaban lo acontecido a Nostálgica quien asentía con la cabeza mientras las ninfas hablaban, al parecer le daba gusto escuchar las nuevas noticias y les dijo:

 

  -Está bien chicas, he escuchado cada una de las palabras que los caracoles contienen y yo tampoco creo que el humano sea un enemigo, aunque tendremos que esperar noticias de Luz de Luna les prometo no tomar una actitud bélica en el caso de que el humano logre llegar hasta aquí, una patrulla de tritones lo esperará en el túnel de acceso a los lagos por donde sube el río Superior y le pedirá que venga al palacio como invitado, tampoco debemos olvidarnos del guardián de las entradas y es muy probable que se lo encuentre y no lo deje pasar.

 

  -Oh, no creo que eso sea problema. –dice Brisa Mística. -El poeta humano es muy querido por los miridianos y no creo que Onèl le impida la entrada.

 

  -Tan solo trato de pensar en todas las posibilidades chicas.

 

Dice Nostálgica al tiempo de que ve llegar apresurada a la sirena Eterna.

 

  -¡Lo hice amigas! Salvé al poeta humano del embrujo de Luz de Luna cuando estaba a punto de atraparlo llegué justo a tiempo y rompí el encantamiento maldito. –dijo Eterna mientras las ninfas festejaban y la felicitaban.

 

  -¿De qué exactamente estás hablando Eterna? –le pregunta la reina mirándola escrutadoramente.

 

  -Hablo del poeta humano su majestad, supe de su próxima visita a nuestro valle por medio de Luz de Media Noche, les avisé a Brisa y Rayito para que le avisaran a usted y bajé por el Río Superior para encontrarlo y advertirle de los posibles peligros que lo aguardaban en los lagos, pero al verlo estaba con Luz de Luna y justo antes de que lo atrapara con su embrujo lo salvé, al amanecer se quedó a la orilla del río y seguro es que ya debe de venir en camino. –le contesta Eterna orgullosa de su hazaña.

 

  -Mmmh; ¿Y de qué exactamente lo salvaste?
 

 

Le vuelve a preguntar la reina dando muestras de una gran desconfianza.

 

  -¿Cómo que de qué? ¡Del embrujo de la Luna su majestad! Recuerde lo que la Luna le ha hecho a nuestros tritones a través de los siglos, recuerde que por causa de ella y su embrujo tenemos que encerrarlos en las noches de Luna llena. –dice Eterna tratando de ser explicativa con su reina.

 

  -Muy bien sirenita, veo que lo salvaste; ¡Te felicito! No esperaba menos de ti y; ¿Cómo? –le vuelve a preguntar Nostálgica acorralándola en el diálogo.

 

  -¿Cómo que como? –contesta Eterna tratando de esquivar la pregunta.

 

  -Si sirenita; ¿Cómo es que pudiste evitar que el humano cayera bajo el embrujo de Luz de Luna, que por cierto aún no sabemos si los humanos son tan vulnerables a él como lo son nuestros tritones?  –pregunta la reina definitiva.

 

  -Este, pues nada más así, lo salvé y ya. –contesta Eterna visiblemente nerviosa.

 

  -¡Por Neptuno, lo sabía! –dice Nostálgica agitando furiosamente sus aletas y completamente alterada.

 

-¡Usaste el canto prohibido! Desde hace miles de años los dioses nos prohibieron entonar ese canto y tú has roto la ley sirena; ¿Sabes ahora tú ahora la única manera de que ese humano se desencante de ti?
 

 

  -No su majestad, lo siento, no lo sé, no quise usar el canto prohibido pero fue la única manera que se me ocurrió para salvarlo y evitarle el terrible destino que le esperaba si caía bajo el embrujo de la Luna, recuerde lo que les ha pasado a nuestros tritones su majestad. –contesta Eterna tratando de justificar su delito.

 

  -Los humanos son seres supremos sirena y el embrujo de la Luna no los afecta, pero el canto de las sirenas está maldito y ahora la única manera de desencantarlo es la muerte, ya sea la tuya o la de él, lo salvaste de Luz de Luna pero no lo salvaste de ti; ¡Idonés! Eterna queda destituida de su puesto en la Cascada de los Deseos y estará confinada en la ciudad, no la dejen salir de Corália, tenemos que impedir que el humano la mire hasta saber si fue encantado o no, al amanecer coloca guardias en la entrada a los lagos y que me avisen inmediatamente si algún visitante extraño llega y tú Eterna, tu destino depende ahora de los dioses y serás castigada según la consecuencia de tus actos.




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