El mensajero de Gaia.

El octavo de dragones.

Thermofría.

 

Yurik suspiró cerrando los ojos como tratando de percibir en el ambiente el aroma de aquella bella mujer que había desaparecido pero un sonido en el agua y un aroma a fresca humedad en la nariz lo hicieron abrir los ojos y voltear hacia donde había escuchado el chapotear, pero una cerrada cortina de niebla lo cubría ya y un leve oleaje rompiendo la tranquilidad de las aguas lo hicieron retroceder desconfiado y poco a poco, un fétido olor a muerte inundó el ambiente, lentamente sustrajo la espada de su funda y sin moverse mucho, la activó persignándose y sosteniéndola en guardia alta, en voz baja dijo:

 

  -Aveee Maariaaa.

 

Activando así también su escudo para protegerse, la niebla no lo dejaba ver dos metros más allá de la nariz y esperó pacientemente con la espada en lo alto de su cabeza hasta que no pudo soportar más aquél fétido olor que traspasaba su barrera y descuidando su guardia se inclinó tosiendo, ahí fue cuando sucedió, de la opacidad de la niebla surgió la cabeza de un dragón dándole una dentellada con intenciones de tragárselo de un bocado que su protección repelió, Yurik al darse cuenta rodó intencionalmente para evitar otro ataque a traición pero al hacerlo se encontró con la cabeza de otro dragón que succionando aire en medio de un rugido le lanzó un chorro de fuego que el Ave María soportó pero no inhibía los fétidos olores, se quitó de la trayectoria de la columna de fuego del segundo dragón cuando escuchó un tercer rugido a su espalda.

 

  -Vaya, ahora son tres, esto se está poniendo bueno, estos deben de ser los dragones de los que Onél me habló pero nunca me dijo que apestarán tanto.

 

Y recuperando la tranquilidad al ubicar la cabeza de uno de sus enemigos al frente gritó:

 

  -¡Lo primero es ventilar el área!

 

  -PADREEEE, ACTIVA LA ESPADA DEL DESTINO CON EL PODER DE RAFAGAS DE VIENTO HURACANADOOOO PARA PURIFICAR EL AMBIENTEE!

 

Y al apreciar el cambio de tonalidad en la hoja de la espada comprendió que un nuevo poder había sido activado y volvió a gritar:

 

  -¡AAAAMMEEEEEEENNNN!

           

Haciendo tres swings, dos hacia los lados y uno al frente, rachas huracanadas de viento se llevaron la niebla y limpiaron el fétido ambiente a su alrededor y al tratar de ubicar a cualquiera de sus enemigos tan sólo alcanzó a ver la corona de agua que queda cuando algo se sumerge bruscamente.

 

  -Ah para enemigos que me cargo; ¡Odio que me ataquen a traición! Pero aquí te esperaré.

 

Decía cuando vio salir la cabeza de una gran serpiente buscando destrozarlo con sus dientes sin tener éxito ya que se retiró por reflejo con un salto y una maroma y al caer, sin darle tiempo de reaccionar, otra de las cabezas trató de morderlo siendo repelido su ataque otra vez por su protección y cuando apenas trataba de ubicar la posición de cada una de las cabezas que lo habían atacado, un nuevo rugido a sus espaldas lo sobresaltó ayudándolo a ubicar a un tercer enemigo que esta vez no le lanzaba fuego si no algo blanco que expulsaba de su hocico formando una pared de hielo a su alrededor ya que no podía tocarlo gracias a su protección, Yurik no tardó en comprender lo que sucedía y mientras se movía para no ofrecer un blanco fijo, calculaba.

 

  -Ya lo ubiqué, no son 3, es uno solo pero con 3 cabezas, creo que ya me enfrenté con uno de estos en la leyenda de Zelda, una de las cabezas lanza fuego, la otra hielo y la que muerde lanza una niebla apestosa, creo que utilizando la misma técnica con la que vencí a los tornados le ganaré.

 

Y desafiando con la espada en guardia alta, gritó:

 

  -¡HIJOOOO, ACTIVA LA ESPADA DEL DESTINO CON EL PODER DEL HIEEELOOOO CONGELANTEEE!

                 

Y al ver el cambio en la tonalidad de la hoja de su espada trató de ubicar a la cabeza que lanzaba fuego, pero su enemigo inteligente también adivinaba sus estrategias y dándose la vuelta se preparó tomando vuelo para golpearlo con la cola y Yurik adivinando su ataque aguantó a pie firme sin moverse confiando en que su protección soportaría el golpe, el dragón le propinó un certero y contundente coletazo que lo mandó a volar más de 100 metros sin golpearlo a él pero si levantándolo del suelo con todo y protección, lanzándolo a las aguas del lago donde se dio cuenta de que su escudo no era una cúpula protectora, sino una burbuja y sorprendido porque no esperaba ese resultado, al caer se vio flotando sobre la superficie del lago como si estuviera en el interior de un enorme balón playero, pero no le era posible mantener la vertical ya que flotaba en el centro de la esfera como si estuviera en gravedad 0, el dragón al ver el efecto que tuvo su ataque, rápidamente cubrió la distancia y de un salto le cayó encima de cuerpo entero, como queriendo romper su burbuja cual si fuera de cristal pero sin éxito ya que solo la hizo rebotar sobre las olas, Yurik al comprender su situación de ingravidez trató de mantener la espada firme entre sus manos tratando de fijar su centro de gravedad en la parte baja de su espalda manteniendo su columna recta sin importarle conservar la vertical de su posición, recomponiéndose y tratando de dar el tiro en el justo momento, apuntando hacia las aguas gritó, por supuesto que la parte del ritual que le faltaba:




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