El miedo de mi locura

Sentimientos opuestos

"Hoy 17 de octubre del 2012 estoy en camino a casa de mis padres, me siento feliz, pero a la vez temerosa de lo que puede pasar de ahora en adelante ya que el camino que estoy eligiendo recorrer puede que resulte desastroso, aun así, esta es la decisión que decidí tomar, sea buena o mala avanzaré. Por otro lado, después de estos asuntos iré con mi amiga para poder animarla, me duele verla así, confío en ella, pero mi deber como amiga es estar ahí cuando más me necesita, así como lo ha estado para mí".

–¡Bien! – Cierro el pequeño diario –Creo que con eso es suficiente, a diferencia de mi libreta de los sueños, me siento más cómoda escribiendo en este diario, es increíble que haya escrito antes aquí, me había olvidado por completo de este pequeño cuaderno, si no fuera que por suerte lo vi cuando estaba buscando mi ropa, quizás seguiría cubierto de polvo por varios años más– Dije mientras hablaba para mí misma.

Al parecer había comenzado a escribir en este diario desde la primera pesadilla que tuve, no están las pesadillas como tal, pero están descritos mis sentimientos y varias preguntas que me hacía por ese tiempo.

–Quizás me olvidé de este diario cuando empecé el primer tratamiento con la doctora, no estoy del todo segura– Me quedo pensando –Bueno no importa, lo importante es que lo tengo de vuelta en mis manos.

Guardé el pequeño diario en mi bolso con suma delicadeza, para rato después recostarme en mi asiento y así poder ver cómodamente por la ventana del autobús el hermoso horizonte. Nunca me había percatado, pero el mundo entero desde donde estoy, avanza tan rápido que casi no se logran distinguir, es como si de algún modo representara lo fugaz que son las decisiones que tomamos en el día a día, te dejas llevar y dejas que todo fluya pensando, “Que pase lo que tenga que pasar”, y cuando menos te lo esperas llegaste al final del día sin siquiera haberte percatado de todo el proceso, el camino se ve distorsionado y este viaje es similar, el recorrido es un punto ciego en la vida de muchos, y a pocos le importan, con tal de cumplir sus metas, el recorrido por el que pasaste es lo de menos.

Después de unos 40 minutos de viaje llegué a la zona en la que residen mis padres, me tuve que ayudar del GPS por el hecho de que como hace ya un buen tiempo que no venía por aquí, casi no recordaba las calles. Quitando ese pequeño detalle, quedé maravillada de lo hermoso y limpio que era todo por a mi alrededor, la mayoría era carretera, pero guardaba su encanto con algo de naturaleza como árboles, flores y demás aves.

Siete minutos más tarde llegué al lugar el cual me marcaba mi GPS. Respiré profundamente y toqué el timbre, a los pocos segundos me abrieron la puerta, eran mis padres, me sentía aliviada de poder reconocerlos, son tal cual los recuerdo, incluso por un instante pensé que el tiempo no les había afectado tanto.

–¡Papá, mamá!

Los abracé con una sonrisa y alegría muy grande mientras que ellos hacían exactamente lo mismo, el sentimiento de felicidad me invadía. Luego de tal cálida bienvenida me hicieron pasar al interior de la casa, como era de esperarse, empezaron a contarme los cambios que habían hecho por dentro, la cocina fue remodelada, la sala era un poco más elegante y el decorativo era sencillamente precioso. Finalizamos el recorrido visitando mi antigua habitación, me sentí algo incómoda al verla, los pocos recuerdos que poseía de este lugar son en su mayoría despertándome asustada por las mañanas y en mitades de la noche, debido a las pesadillas claro está… no sentía ningún rechazo total, pero si era un sentimiento extraño. Mientras observaba mi cuarto mis padres comentaban que todo había quedado tal cual lo dejé cuando me fui de casa, y así es, observé la habitación y sin duda alguna cada cosa se encontraba en su lugar. Luego de un rato bajamos a la sala, conversamos por un buen rato, nos reímos mucho, todo parecía ir bien, hasta que decidí tocar el tema por el que vine.

–Padre… si no te molesta que cambie de tema, quisiera que habláramos de algo importante.

–Claro cariño, dime ¿De qué se trata?

–Puedes hablarnos de lo que quieras corazón– Dijo la madre de Melody con una sonrisa que irradiaba amor.

–Bueno, verán... quisiera saber más de lo que ocurrió conmigo en mi infancia y adolescencia, siento que tengo el derecho de saberlo, últimamente no paro de pensar en ello, y quisiera saber que fue...

Interrumpe.

–No.

Mis manos empezaron a temblar, mis pies no respondían y mi corazón solo sentía frustración. El aura de seriedad que desprendía mi padre era tal, que me daba miedo continuar con el tema, aun así, decidí seguir con lo que me propuse en un principio, no dejaré que esto represente un obstáculo para lograr mi objetivo.

–¿Por qué?

–Ya hablamos de eso antes, no quiero que se repita aquella conversación. Como padre debo protegerte de lo que es malo para ti, por lo tanto, me niego a contártelo, me duele mucho, pero es algo necesario.

–Comprendo, pero… tú no sabes cómo me siento, cada día me sofoco más por el hecho de querer saber el motivo que envuelve este vacío corazón, quiero saber cómo llegué a sentirme de esta manera… necesito que me lo digan.

–Sé perfectamente cómo te sientes, se perfectamente por lo que pasaste y no quiero que ese dolor se vuelva a repetir, ¿Tan difícil es que continúes con tu vida dejando atrás ese pasado?

–¡¡Que me es difícil ignorarlo!! – Grité levantándome en el proceso –No puedo simplemente dejar que ese pasado muera... vive en mí, ¡¡Es horrible levantarse y mirarse al espejo cuestionándome quien era en realidad, desperté en ese maldito manicomio y lo primero que me pregunté fue el “¿Quién soy?”, no tengo una verdadera identidad!!... llevo todo este tiempo esa sensación, perdí algo esencial, algo que me hacía verdaderamente feliz, pero lo olvidé, ¿Y sabes que es lo peor de todo?, ni siquiera sé la razón, no sé cuál fue el recorrido, no puedo seguir viviendo en la ignorancia, esto no es cualquier cosa, me siento vacía, como una simple muñeca que está siendo controlada por la vida puesto que no tiene más opciones. Son esos momentos, esas memorias que me fueron arrebatadas sin mi permiso, ¡¡Yo no pedí olvidarlo todo!!... de ser posible quiero vivir con ello, aunque fuese un tormento… sentirme así de incompleta ¡¡Es peor que estar muerta!!



#9300 en Thriller
#5344 en Misterio
#3691 en Suspenso

En el texto hay: romance, pesadillas, perdidadememoria

Editado: 09.02.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.