El miedo de mi locura

Abraza la realidad

–Alice…

No podía creer lo que veían mis ojos, había olvidado que Alice venía a verme por el motivo de mi llamada, no sabía que responder, tenía un nudo tan grande en la garganta que mis lágrimas se detuvieron de golpe, quedando la marca de su recorrido por mi mejilla y el terror de la situación en mis ojos.

–¿Quién eres tú?, asesina– Lo dice con miedo y desprecio.

Al oír esas palabras saliendo de su boca, mi corazón se partía en miles de pedazos provocando un dolor sumamente insoportable en mi pecho, mi rostro estaba en shock, pero mi voz intentaba salir de mi boca para poder explicar la situación, "No soy lo que dices, fue un accidente, fue un error", son las palabras que predominaba en mis pensamientos.

–No... yo no...– Hacia el esfuerzo de levantar mi voz mientras alzaba mi mano intentando alcanzarla.

–¡¡Aléjate!! ¡Asesina! ¡No te me acerques! ayuda...¡¡Ayuda!! – Gritó mientras retrocedía.

–No... por favor... escúchame– Fueron mis palabras con una voz tan débil que era imposible que me escuchara.

No podía alzar mi voz, no tenía la fuerza suficiente para gritar y que escuchara lo que tenía que decir. Al momento me percaté que a las espaldas de Alice había alguien, era aquella misma silueta negra que vi anteriormente en mis sueños y en la cara de Dylan. Estaba de pie sonriéndome como un maniático, había llegado a limite, no aguanté ni un segundo más y en ese preciso momento pensé que, "Esto es el infierno".

–No... ya no por favor ¡¡Ya no lo soporto!!

Salí corriendo inmediatamente del lugar regresando por el camino que me llevaba a mi departamento, no miré hacia atrás, estaba cansada de toda esta situación, me parecía irreal, ilógico, pensaba que tenía que ser un sueño de los que me hacen sentir perdida y sin opción a nada. Una vez llegué abrí de golpe la puerta, la cerré con seguro e inmediatamente corrí hacia la cocina en busca de un cuchillo.

–¡Si esto es un sueño seguramente despertaré, saldré de esta pesadilla, si... saldré de esta pesadilla! – Fue lo que dije mientras sostenía el cuchillo cerca de mi garganta.

No obstante, mis manos temblaban demasiado, por más cerca que tuviera el cuchillo para degollarme, no podía avanzar más, pero a su vez ya no aguantaba todo lo que me estaba pasando y todo lo que estaba sintiendo.

–Tengo miedo... tengo miedo, si esta es mi realidad ya no despertaré nunca más ¿Verdad?, moriré– Tragué saliva –No.... ¡¡No quiero, no quiero, no quiero!!

Solté el cuchillo, lo dejé caer al suelo mientras retrocedía paso por paso hasta que mi espalda tocó la pared de la cocina y caí al suelo con lágrimas en los ojos.

–¡No quiero, pero ya no lo aguanto más, esto es demasiado para mí!

Recogí mis rodillas y apoyé mi frente en ellas mientras envolvía mis manos alrededor haciéndome una bolita.

–No aguanto este dolor en mi pecho, este miedo en mi cuerpo, ¿Qué hice para merecer esto?, yo solo quería encontrar una respuesta que le dé sentido a mi vida, dejar de sentirme incompleta, no quería lastimar a nadie, esto no puede ser real, que alguien me diga que esto es un mal sueño por favor... ¿Cuál fue mi error?, ¿Acaso fue buscar respuestas a mis dudas?, ¿Buscar emociones que me hagan sentir viva?, no me esforcé para tener como resultado esto, soy de lo peor, no merezco ni siquiera vivir, ya no quiero nada, quiero volver por lo menos a esa vida sin sentido y sin emociones, creo que estaría bien, mientras esté lejos de toda esta pesadilla sin sentido cualquier cosa es mejor– Lloré sin parar con desesperación –Cualquier cosa es mejor que esto.

Las horas pasaron y en algún punto de la noche mis lágrimas cesaron junto al dolor que retumbaba mi corazón, conseguí encontrar algo de tranquilidad para poder conciliar el sueño, mi cuerpo había dejado casi de temblar y mis ojos se fueron cerrando lentamente hasta envolverme en un mundo cubierto de una oscuridad arrasadora, pero que curiosamente... desbordaba tranquilidad.

A la mañana siguiente sentía que alguien goleaba la puerta, me desperté con dolor de cabeza y las piernas muy débiles, intenté ponerme de pie e ir a atender al llamado que estaban haciéndome, caminé lentamente con la poca fuerza que sentía en mi cuerpo hasta que llegué a la puerta.

–¿Quién es?

–¡¡Policía nacional, abra la puerta o entraremos a la fuerza, primer aviso!!

–¿Qué?, ¿Policía?

–¡¡Abra la puerta o entraremos a la fuerza, segundo aviso!!

Abrí la puerta por confusión, no entendía que quería la policía conmigo. De pronto entraron como mínimo 5 policías de golpe y uno de ellos me puso la cabeza contra el suelo.

–¡¡¡¿Eh?!!! ¡¡¿Qué se supone que hacen?!! ¡¡Deténganse!!

–¡Queda detenida bajo sospecha del asesinato de Dylan Issac Collins!

–¡¿Que?! ¡¿Asesinato?! ¡Yo no eh matado a nadi-

En ese momento comencé a recordar la noche anterior, el sentimiento de culpa me comenzó a invadir por completo, y sobre todo el miedo de ser privada de mi libertad provocando que mi vida, junto a todo mi futuro se valla a un abismo. El policía al terminarme de esposar me ayudó a ponerme de pie y me dirigió a la salida para meterme en un carro policial.

–Supongo que… el infierno va a continuar– Susurré

–Señorita, tiene derecho a guardar silencio. Cualquier cosa que diga puede y será usada en su contra en un tribunal de justicia. Tiene el derecho de hablar con un abogado privado y que este abogado esté presente durante cualquier interrogatorio. Si no puede pagar un abogado, se le asignará uno pagado por el gobierno. ¿Le han quedado claro los derechos previamente mencionados?

–Creo que ya no es necesario si quiera explicar nada…

Sin decirme nada más, me acosté en el vehículo policial con la mirada la mejilla en el asiento, los ojos hinchados y mi voluntad hecha pedazos, sentía que mi vida había acabado, el único camino que observaban mis ojos era uno lleno de oscuridad sin una luz al final de este, no conseguí nada, fui caprichosa, egoísta en mis acciones y ahora por mi debilidad, hice que la única persona que me dio una luz de esperanza para mi enfermedad... desaparezca.



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En el texto hay: romance, pesadillas, perdidadememoria

Editado: 09.02.2022

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