Dos semanas después en un miércoles soleado a las 2 de la tarde, una familia de 3 personas decidió comprar una casa que estaba en venta a unas 3 cuadras de donde vivía, me enteré por el hecho de que a esa hora vi un camión de mudanza junto a sus trabajadores desempacando todo, mis clases privadas eran en la mañana por lo que en la tarde salgo a caminar para poder relajarme, así que el hecho de enterarme de esa mudanza fue pura casualidad. Al siguiente día en eso de la 1 de la tarde tocaron la puerta de nuestra casa, mi mamá fue quien abrió la puerta, para mi sorpresa era la familia que se acaba de mudar al vecindario.
–¿Ustedes son los que se acabaron de mudar cerca de aquí? – Pregunté con seguridad.
–Oh, parece que ya lo sabes.
–Los vi ayer mientras desempacaban.
–Queríamos dejarlo como una sorpresa para cuando vengamos a presentarnos, me llamo Richard y ellas son mi familia, mi esposa Verónica y mi hija Melody.
–Es un placer, me llamo Evans Melody Russell– Se presentó con elegancia.
En eso interrumpe mi madre.
–Ooww, pero que tierna es esta niña ¿Cuántos años tienes hermosura? – Expresó con mucha emoción.
–Tengo 10 años.
–Sin duda eres un bombón mi pequeña, espero puedan tus papis junto a ti venir a visitarnos más seguido ya que desde hoy seremos oficialmente vecinos– Le da un beso en la frente.
–¿Disculpe vecina vive aquí usted sola? – Dijo la esposa de Richard.
–Vivo sola con mi hijo, por problemas con mi marido actualmente ya no vive más con nosotros, pero estamos estables y tranquilos, ¡¡Oh, es cierto!!, aun no nos hemos presentado, me llamo Cinthya Alida Elliott, vamos hijo mío preséntate tú también.
–Me llamo Erick Abiel Elliott, es un gusto.
–¿No conservas el apellido de tu padre cariño?
–No me gusta ese apellido por lo que prefiero usar el de mi madre.
–Entiendo cariño, bueno cambiando de tema, vemos que podemos confiar en ustedes por lo que quisiera pedirles un favor.
–Si va a ser una petición larga por favor pasen y siéntanse cómodos– Dijo Cinthya con mucha amabilidad.
–Nos encantaría pero queremos presentarnos en la mayoría de casas posibles, sobre nuestra petición, decidimos venir a presentarnos aquí primero ya que al ser los más cercanos a nuestra casa es más fácil para nosotros organizarnos, mi marido y yo queríamos pedirle que por favor cuidase de nuestra hija por las tardes hasta nuestro regreso, nuestro trabajo es a partir del mediodía por lo que regresaremos en la noche, no nos da mucha confianza dejarla sola y aparte de ello no quisiera que le falte comida caliente, ella comenzara a ir a la escuela de este vecindario a partir de mañana, sale en eso de la una de la tarde por lo que quisiera que regresase aquí con ustedes para que puedan cuidar de ella, ¿Creen que podrían aceptar nuestra petición?, quisiéramos que nos haga eso posible de lunes a viernes, los sábados y domingos no tenemos trabajo por lo que podremos cuidar de nuestra hija.
–¡¡Por supuesto!!, de hecho, me encantaría.
–No sabe el alivio que nos hace sentir, de verdad muchas gracias, nos encargaremos de pagarle lo justo por el cuidado de nuestra hija.
–De verdad no hace falta, más bien usar ese dinerito para comprarle cositas a esta hermosura.
–Muchísimas gracias de verdad, bueno nos tenemos que ir, a partir de mañana mi hija estará bajo su cuidado.
–La estaremos esperando, cuídense mucho, hasta mañana.
Al día siguiente mi mamá salió una media hora antes de la una de la tarde a recoger a esa niña llamada Evans, se la veía emocionada de cierta manera, mientras que en mi caso sentía que sería una molestia, por el hecho de tener que aprender a convivir con alguien más que no sea mi mamá, en el interior sabía que no tendremos ninguna especie de conexión, si no sé cómo tratar a los chicos que son de mi edad, mucho menos podre tratar con niñas, mientras más lo pensaba un fastidio más grande me parecía.
Después de un buen tiempo mi mamá llego con Evans, en el momento en que cruzó por la puerta intercambiamos miradas, pero enseguida continúe con lo mío yéndome de inmediato a mi cuarto, al casi instante que cerré la puerta mi mamá me pidió que la abriera.
–¿Que sucede mamá?
–Ya que tenemos a Melody como una integrante más de esta casa me preguntaba si querías pasar el tiempo con ella.
–¡¡No!!– Cerré la puerta inmediatamente.
–Erick ábreme o te dejo sin comida.
–Sabes bien que no es lo mío hacer amigos, no tengo nada que compartir con nadie y muchos menos con una niña.
–Por esa razón, ya que va a pasar bastante tiempo con nosotros me parecía muy oportuno que hagas amigos.
–Ya te dije que no quiero y no pienso abrir la puerta.
Transcurrieron las horas conmigo encerrado en la habitación y con ella bajo el cuidado de mi mamá, no me sentía demasiado bien por aislarme, pero ya es algo con lo que me he acostumbrado desde ya mucho tiempo. A las 8 de la noche llegaron los padres de Evans a recogerla, agradecieron a mi mamá muy educadamente y le avisaron de que como mañana es sábado no hará falta que la cuidemos, que de aquí al lunes esperaba contar con nuestra ayuda.
El domingo en la tarde mientras miraba por la ventana, me fije que a lo lejos venia alguien caminando hacia mi casa, no lo alcanzaba a ver con claridad, pero mientras más avanzaba más clara se iba haciendo su silueta, al ya poderla visualizar bien, me di cuenta que era la niña Evans, una vez me vio se desvió para venir directamente hacia mí, ya estando al pie de mi ventana extiende sus brazos sosteniendo una flor de color amarillo.
–¿Qué es lo que quieres que haga con eso? – Pregunté confundido.
–¿No sabes su significado?
–¿Tiene que tener alguno en especial?
–Quiero… que seamos amigos.
Ni bien me dijo eso cerré la ventana y me acosté en mi cama a leer. Al día siguiente después de mis clases privadas mi madre se dispuso a alistarse para ir a recoger a Evans, yo me fui a encerrar para cuando llegara no pueda molestarme, al cabo de una hora tocaron la puerta de mi cuarto, al abrirla me di cuenta que era Evans por lo que enseguida cerré la puerta.