El miedo de mi locura

El pasado – Parte 6

Después de aquel momento, los meses pasaron muy rápido, Melody terminó la escuela y unos meses más tarde entraría al colegio, fue el tiempo que más disfruté y de los más felices de mi vida, la comencé a esperar de lunes a viernes en la puerta de la casa, empecé a ayudarla con sus tareas cuando lo necesitaba y ella me contaba sus experiencias y cosas graciosas que llegaba a ver, nos reíamos mucho, conversábamos mucho, poco a poco comenzamos a conocer mucho más sobre nuestros gustos y las cosas que odiamos u amamos. Siempre que podía le recordaba lo mucho que disfrutaba el tiempo con ella, esto le ponía muy feliz ya que también disfrutaba pasar el tiempo conmigo, me encantaba porque todo era mutuo y transparente, por primera vez en mi vida hice una amiga y desarrollé un sentimiento de amor por ella.

30 de julio de 1998, 10:00 Am.

Llegó el día de su cumpleaños, quería hacer algo especial para ella, pero era mi primera vez en hacer un regalo, no sabía qué mismo hacer, pensé en muchas cosas como sus gustos y demás, pero no llegué a una respuesta clara, hasta que una idea se me paso por la cabeza. Mientras mi madre preparaba un pastel casero, yo me fui a buscar un girasol y algunas flores más, quería tenerlo todo listo para cuando ella llegara del colegio, estaba muy emocionado y mi mamá notó esto de mí.

–De verdad la quieres mucho, me pone muy feliz lo mucho que has cambiado.

Me sonrojé un poco, pero con una sonrisa le dije.

–Tienes razón.

Incluso yo noté mis palabras y me sorprendí de lo que acababa de decir, no podía dejar de sonreír, esto me dio la inspiración suficiente para terminar mi regalo. Después de un buen rato por fin era la hora, ni bien llegó la sorprendimos con un camino de flores que llevaba a la mesa donde se encontraba el pastel, ver su sonrisa y su actitud alegre era maravilloso, me acerqué a ella y mientras nos mirábamos fijamente le entregué su regalo.

–Feliz cumpleaños número once Melody, espero te guste mi regalo.

–¡¡Oooh!! me pregunto que será, ¿Puedo abrirlo?

–Si gustas, pero no es la gran cosa.

En el regalo había el girasol junto a una carta que la había escrito yo mismo.

–¡¡Oh!! ¡¡¿Una carta?, ¿La hiciste tú?!!

–¿Quien más la va hacer?

–Esto es inesperado la verdad, en ese caso la leeré en mi casa con más calma, así que te diré mi opinión mañana.

Sin mucho más que decirnos continuamos con su cumpleaños, disfrutamos, nos reímos e hicimos locuras hasta el final del día en la que regresaba a casa, esa noche me fui a dormir muy alegre y a la vez nervioso pensando en que es lo que se le pasara por la mente al leer la carta, lo pensé mucho hasta que me dormí por completo.

Al día siguiente una vez terminé mis clases privadas decidí esperarla afuera de la casa, pasó casi una hora hasta que por fin pude verla, venia corriendo con mi carta en la mano, me levanté de inmediato para recibirla y antes de que pudiera reaccionar se lanzó hacia mí para abrazarme.

–¡¡Me encantó!!

–¿Ah?, ¿De qué hablas?

–¡Leí tu carta en la escuela porque mis padres me mandaron a dormir pronto, no sabes lo mucho que quería salir para poder venir a abrazarte!, ¡¡Me encantó!! ¡Es el mejor regalo que tuve nunca!… ¡¡Gracias!!

Ni bien terminó de decirme sus pensamientos, comenzó a llorar con una sonrisa en su rostro, siempre me pregunté en lo extraño que es este sentimiento, nos hace llorar como en señal de tristeza, pero en nuestro rostro se dibuja una sonrisa, una mezcla que se podría decir textualmente como incompatible, pero que a la práctica lo describiría como amor puro. Tampoco me resistí por lo que también la abracé, y pensé en mi carta donde decía:

“En el momento en que nos conocimos realmente pensé que eras un fastidio, pero me demostraste una determinación que nunca vi en nadie, yo era alguien que vivía aislado de todo por muchas cosas que pasé, lo rechazaba todo ya que por más que me esforzara no podía terminar de encajar en este mundo, tu llegaste a mi día a día con una deslumbrante sonrisa proponiéndome ser amigos, al principio pensé que lo hacías por querer engañarme o lastimarme pero no sabes cuánto me alegró haberme equivocado, tus palabras me salvaron de una oscuridad interminable, hoy te digo todo esto por ser tu día especial, desde lo más profundo de mi corazón, agradezco poder haberte conocido, te quiero muchísimo”

Después de un buen rato nos tranquilizamos y fuimos a caminar al lugar de siempre, al llegar nos pusimos a conversar bastante. Estar cerca de ella me hacía sentir feliz, su aroma, su belleza, su sonrisa y su carisma era todo lo que necesitaba para que mi vida tenga sentido.

–Erick, ¿Sabes por qué me hizo tan feliz tu carta?

–No exactamente.

–Mis padres ciertamente me quieren mucho y me apoyan, pero el tiempo que paso con ellos es tan corto que no sé cuándo fue la última vez que dedicaron tiempo en mí, siempre pensé que al hacer amigos me olvidaría de eso, aun así tampoco pude hacer amigos, siempre me dejaban de hablar y terminaba en una esquina catalogada como una desagradable, ¿Sabes?, una vez hieres el orgullo de alguien comienzan a soltar rumores desagradables sobre ti, mucha más gente se lo comienza a creer hasta que nadie quiere saber nada de ti, por culpa de esos rumores me volví muy reactiva, decidí no hacer amigos, sin embargo odié sentirme sola, caí en una depresión muy grande por lo que mis padres decidieron cambiarme de escuela, terminé mudándome a este pueblo y no sabes lo feliz que me siento de ello, quise empezar una nueva vida, me presente en tu hogar y vi en tus ojos un vacío similar al mío, empecé contigo antes que nadie porque sentía que si no podía hacerme amigo de quien vería todos los días, me podría olvidar de lo demás, por un instante casi me doy por vencida, pero seguí hasta que al final conseguí llegar a ti, te has vuelto tan importante para mí que no me hace falta nada más, en tu carta dijiste que te alegrabas de haberme conocido… me hizo muy feliz, eres el primero en decirme que se alegra de haberme conocido, ¡¡Gracias!!, no sabes lo feliz que me hizo ese detalle– Lo dice con una voz llorosa.



#549 en Thriller
#252 en Misterio
#191 en Suspenso

En el texto hay: romance, pesadillas, perdidadememoria

Editado: 09.02.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.