Una noche cuando la madre tarareaba la canción sintió un fuerte dolor en su pecho, similar al de una daga atravesando la piel. Ella al instante acarició su vientre para asegurarse de que sus bebes estén bien.
Inmediatamente sintió como por sus piernas recorría un líquido.
Ella supo que por fin tendría a sus bebes, pero le asustaba la idea de que les pasará algo.
Llamó a su esposo, pero no contestó.
Asustada y con las pocas fuerzas que le quedaban, agarró un bolso que ella preparó hace poco y salió a buscar un taxi.
Una vecina al ver lo que sucedía decidió ayudar y juntas fueron al hospital.
La vecina logro comunicarse con el padre y este aseguro que pronto estaría en el hospital.
Por otro lado, la madre estaba demasiado asustada, cada vez perdía más sangre y se sentía débil.
Cuando el esposo vio a su compañera de vida, sintió un dolor en su pecho, jamás creyó ver a su amor en ese estado, toda débil y toda pálida.
El doctor le explico que uno de los bebes no se encontraba del todo sano es por eso que su esposa con el pasar se los minutos se volvía más débil y aseguro que solo uno de sus hijos sobreviviría.
Después de aquello el futuro padre lloro por su hijo y por su esposa, se armó de valor y agarró la mano de su fiel compañera y susurró
—Pase lo que pase siempre estaré contigo.
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Editado: 01.12.2020