Me dirigí a mi asiento y le indiqué a Samanta que se sentara enfrente de mí.
—Te escucho. Necesito que me cuentes todo lo que sabes sobre lo que le pasó a Helena. —Tomé un cuaderno que compré el día anterior, justo después de resolver el caso. Siempre llevaba una libreta conmigo, de esa manera podía anotar las pistas y demás datos de los casos. La que estaba usando anteriormente se había terminado, por lo que conseguí una nueva para el lunes, por desgracia debía de estrenarla antes.
La madre de mi mejor amiga respiró profundamente y luego me miró con decisión.
—Hace unos días que Helena me había dicho que iría a una fiesta a las afueras con Liam, obviamente no me gustó, ya sabes mi opinión sobre ese chico, pero no puedo prohibirle que salga con él, ya no es una niña. Ella decidió que sería una buena idea desconectar un poco de los exámenes yendo a divertirse. —Escribía y la escuchaba atentamente. —Anoche salió con su novio y no supe más de mi hija.
—¿A qué hora se fue? —Le pregunté. Necesitaba todos los detalles posibles.
—Más o menos a las ocho, la fiesta empezaba a las nueve y tardarían en llegar.
—¿Quién daba la fiesta?
—Creo que un compañero de su clase, su familia tiene una casa en las afueras, junto a un lago. —Asentí mientras escribía lo que me dijo y puse unas interrogaciones. Si Helena le había dicho eso seguramente no era verdad, tenía que comprobar esos datos.
—¿Qué ropa llevaba? ¿Le has dado una descripción detallada a la policía? —Ella asintió. —Entonces le pediré a ellos los detalles. ¿No se comunicó contigo en ningún momento durante la noche?
—No. La llamé, pero nunca me respondió, no suele hacerlo cuando está en una fiesta, ya sabes… La música y eso…—Claro que sí… Pobre ilusa.
—¿Fueron en el coche de Liam o fue Helena quien condujo anoche?
—Ella nunca conduce cuando van juntos. —Samanta me miraba fijamente. —¿Vas a encontrarla verdad?
—Debemos terminar con las preguntas Samanta, no puedo prometer nada sin tener todos los detalles para hacer algo por ella. —De verdad que esperaba que Helena se encontrara tirada en algún banco por culpa del alcohol, de esa manera todo tendría solución, aunque mi sentido de agente federal me decía que ese asesino al que llevábamos tanto persiguiendo era el culpable, ojalá me estuviera equivocando. —¿Notaste un comportamiento extraño en tu hija anoche?
—No, la verdad estaba muy contenta. Se notaba a simple vista su entusiasmo por esa bendita fiesta.
—¿Qué hay de Liam?
—Nada, la verdad es que ni siquiera lo vi. Mi niña solo se despidió de mí antes de salir del apartamento.
—Entonces no puedes asegurar de que fue con él, ¿verdad? —Ella enarcó una ceja y me miró molesta.
—¡Fue él! Sabes tan bien como yo que ese chico es problemático. —Mejor que nadie sabía todo de ese muchacho. Liam era un universitario al que le gustaban el alcohol y las fiestas, era agresivo y fue interrogado con anterioridad debido al caso del Ángel de la muerte. Su ex novia fue asesinada por esa persona. Tenía mis sospechas sobre él por su historial y por no haber sido nunca muy amable con África, ese era el nombre de su ex. Ella fue la primera víctima, o al menos el primer cuerpo que encontramos. Siempre sospeché de él, pero contaba con una buena coartada. Liam aparentemente estuvo fuera de la ciudad durante dos semanas, no había podido asesinarla. Terminamos liberándolo y seguimos la búsqueda del psicópata, quien en ese entonces no era un asesino en serie.
—No podemos dar nada por sentado Samanta, no se puede culpar a alguien sin pruebas. —Le dije con calma mientras hacía unos pequeños dibujos en el borde de la hoja en la que había escrito.
—¡Pero sé que fue él! ¿Quién más si no? A demás, hablé con Jade, la amiga y compañera de habitación de Helena. Ella dijo que Liam y mi hija discutieron en la fiesta y se fueron, después Liam regresó sin Helena. Desde entonces nadie sabe dónde está. —La miré de soslayo.
—Debes saber que tienen que pasar veinticuatro horas mínimo para realizar una denuncia de desaparición, a menos que sea un menor. Si estás aquí es porque hay un asesino en serie suelto y sus presas son chicas de la edad de Helena. Solo por eso la policía se contactó con el FBI. Es probable que Helena se encuentre bien. —Comencé a jugar con mi bolígrafo mientras hablaba.
—Te recuerdo que la primera víctima de ese asesino fue la ex novia de Liam. ¡Él es el homicida! Y ahora actuó nuevamente con mi hija. ¡Hazlo pagar! —Puse los ojos en blanco y suspiré. Por esa razón no me gustaba tratar con los familiares.
—Tienes que calmarte Samanta. Prometo hacer todo lo que esté en mi mano para encontrar a Helena, pero te voy a pedir que no digas nada de Liam a nadie. No tenemos pruebas y lo que menos necesitamos es que falsos hechos se propaguen. ¿Lo comprendes?
#13835 en Thriller
#7826 en Misterio
#4196 en Detective
#1268 en Novela policíaca
Editado: 08.04.2021