El misterio de Helena Surchs

Capítulo 6

Según Seth, los perros habían encontrado algo, ese algo podría ser cualquier cosa, desde un simple objeto hasta una parte de su cuerpo si de verdad se trataba del Ángel de la muerte, al sudes le gustaba el desmembramiento…

Comencé a caminar detrás de Seth y detrás de mí iban Paul y el abogaducho. Salimos de la casa y llegamos al jardín, donde se suponía que Liam y Helena habían estado a solas por última vez, según Liam se habían alejado un poco para poder discutir a solas, según lo que había dado a entender, la fiesta llegaba hasta ahí a fuera. Los agentes especiales seguían buscando algún rastro o huella, cualquier cosa que nos diera una pista sobre el paradero de Helena.

—Es por aquí. Al parecer, Helena se adentró en el bosque, supongo que con Liam. —Seth nos guiaba a paso ligero.

—¿El bosque? Según Liam solo se alejaron unos metros, no recuerdo que mencionara que se habían adentrado en el bosque, de noche puede ser muy peligroso, son muchas hectáreas en medio de la oscuridad y hay animales salvajes. —Comentó Paul. —¿Te dijo algo a ti, Kristian? —El abogado se mantuvo en silencio unos segundos.

—No, yo le pregunté si entró con ella al bosque y él me respondió claramente que no. Dijo que estaba loco, pero no tanto. —Miré de reojo al abogado.

—Liam y Jared son amigos de la infancia, seguramente han estado aquí más de una vez, al igual que en el bosque, estoy segura de que lo conocen muy bien los dos. —Le dije a los demás. Estaba segura de que Liam era el culpable de la desaparición de Helena, después de todo, no estaba muy bien de la cabeza.

—Mi cliente es inocente, ya lo he dicho muchas veces. Él no tiene nada que ver con la desaparición de Helena, por eso estoy aquí, para demostrar su inocencia. Voy a llegar al fondo de esto y le demostraré a todos que tengo razón. —Puse los ojos en blanco.

—¿Cómo está tan seguro de eso? Por cierto, no nos han presentado. —Seth se detuvo un momento para poder hablar con Kristian. —Soy el agente Seth Evans, y por lo que entiendo es usted el abogado de Liam, ¿me equivoco?

—En absoluto. Soy Kristian Zubok, un gusto conocerlo agente Evans, he oído hablar mucho de usted, es todo un genio y un maestro en el ámbito de la psiquiatría. Un gusto trabajar con usted, voy a ayudar en la investigación. —Seth me miró extrañado y con una mirada le respondí: “no preguntes”.

—Ya veo, espero que podamos hacer un buen trabajo todos juntos. Prosigamos. —Seth retomó la marcha. —¿Puedo saber a qué se debe tanta confianza en su cliente?

—Siempre he tenido un “sexto sentido”, por decirle de alguna manera. Siempre me fio de él y nunca me ha fallado hasta ahora.

—Siempre hay una primera vez para todo. —Respondió Seth. —No debería de confiar tanto en sus clientes, muchos asesinos son expertos manipuladores y unos grandes mentirosos. —En eso el genio tenía razón, pero el abogado no era un tipo muy inteligente que digamos.

—Podríamos decir que me gusta el riesgo y es lo que haré con Liam. Sé que ahora todo está en su contra, pero demostraré que es inocente. —Me detuve al llegar a cierto lugar que estaba rodeado de perros con sus agentes.

—He regresado junto con la agente Cruz, por favor, muéstrele lo que han encontrado los perros. —Le pidió Seth a uno de los agentes.

—Buenos días agente Cruz. Hemos encontrado esta pulsera que suponemos que es de la desaparecida por la reacción de los perros al olor. La madre de la joven le entregó a la policía algo de su ropa para que ellos la olieran y pudieran detectar algún rastro. —El agente me entregó una bolsa de plástico, de las que se usan para guardar pruebas halladas en la escena del crimen, dentro estaba una pulsera muy conocida para mí. —Debemos de llevársela a su madre para que la reconozca.

—No es necesario, es de ella. —Sentía las miradas de los tres hombres que me acompañaban. —Era la pulsera favorita de Helena, su abuela materna se la regaló al cumplir quince años, jamás se la quita, fue el último regalo que le hizo antes de fallecer. —Les expliqué.

—Eso quiere decir que Helena estuvo en el bosque con Liam. Esta prueba lo confirma.

—Nadie ha confirmado que estuvo con mi cliente. —Le respondió Kristian a Paul. —Quiero una prueba de que Liam estuvo aquí con ella.

—¿Qué otra prueba quieres a demás de su confesión? —Le pregunté. —Él mismo afirmó, al igual que los demás, que fue el último en ver a Helena anoche.

—Te recuerdo que él entró a la fiesta y ella se quedó sola, pudieron pasar muchas cosas desde que Liam se fue.

—Y más pudieron pasar en veinte minutos a solas con ella en un bosque de noche. —Los dos nos mirábamos desafiantes, parecíamos dos perros a punto de atacarse.

—Agente, no quiero interrumpir, pero aún no he terminado de mostrarle el resto. —Miré al agente. ¿Había más? —Síganme, es por aquí. —Seguí el paso del agente y de su perro, tuvimos que caminar como un kilometro más o menos. —Es aquí, hemos hallado sangre en el suelo, los de criminalística ya se han encargado de coger las muestras necesarias para el análisis. —Sangre… Había sangre en el suelo. Eso no era una buena señal, aunque no parecía ser mucha, con suerte solo habría sido un buen golpe y hubiese quedado inconsciente, quizás solo se cortó o se lastimó de otra manera, o tal vez fuera del sudes.




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