Merejo nos mostró toda la casa. Cuando terminamos el recorrido. Él frena de repente.
-Chicas vallan a dejar sus cosas, cámbiense o lo que hagan las chicas, que las espero abajo- Merejo me sonríe y se va a la escalera para bajar.
-Mmm… esa sonrisita- Julieta me da un codazo suavemente.
-Él es mi mejor amigo, como un hermano. No molestes- La miro enojada.
-Está bien- Levanta las dos manos.
Cada una se va a su dormitorio. Yo deje mis maletas y me fui a la habitación de Julieta. Ella estaba desarmando el bolso para poner su ropa en el armario.
-¿Ya vas hacer eso?- Me tiro en su cama y la quedo mirando.
-¿Y porque no?- Sigue desempacando.
-Ah ¿me vas a contestar con otra pregunta?, así quedamos- Nos reímos.
-No me molestes. ¿Vez que podes ser muy divertida en vez de estar seria?-
-Ya lo sé. Pero no sé porque me sale ser así con las personas. Solo con vos y mi familia puedo ser más natural y divertida-
-Me di cuenta- Se queda mirando su maleta un segundo y me mira. –Vamos a esa enorme piscina. Anda a buscar tu traje de baño-
-Bueno- Me levanto de la cama y me voy a mi habitación. Mi hermana y su amiga salen de su habitación.
-¿Vas a bajar?- Me queda mirando.
-Juli y yo vamos a ir a nadar ¿quieren venir?-
-¿Va a ir ese chico sexy?- Salta muy intrigada.
-Si quieren le digo que venga-
-Si sería genial- Mi hermana se veía contenta.
-Ok ahora le digo-
-Genial vamos a buscar nuestros trajes de baño- Las dos se van a su cuarto.
-Ok, ahora busco a Merejo así le digo- Di media vuelta.
Bajo las escaleras y lo veo a Merejo hablando por teléfono mientras caminaba de un lado a otro. Apenas me ve corta la llamada. No llegue a escuchar lo que decía.
-Ínori ¿qué pasa?, ¿necesitas algo?, ¿todo está bien?- Se acerca.
-No, si, digo. Con las chicas vamos a ir a nadar. ¿Quieres venir?-
-Me encantaría pero tengo muchas cosas que hacer para tu abuelo- Pone cara triste.
-Está bien. Me voy- Me doy media vuelta y subo las escaleras corriendo.
Voy a mi habitación y busco mi traje de baño que estaba en el bolso. Tiro toda la ropa y busco hasta encontrarlo. Me saco todo rápidamente y me pongo el traje de baño. Golpean la puerta.
-Pase-
-Ínori ¿pudiste decirle?- Mi hermana asoma la cabeza.
-Si le dije- Me puse de pie.
-Y ¿Qué dijo?- Una sonrisa aparece en su cara.
-Me dijo que no- Levanto los hombros.
-¿Qué?, pero ¿Qué le dijiste?- Mi hermana entra y cierra la puerta.
-Le dije si quería ir a nadar con nosotras cuatro-
-¿Y te dijo que no?-
-Si. Dijo que tenía trabajo que hacer para el abuelo- Me encogí de hombros de nuevo.
-Está bien. Igual gracias- Me da un abrazo, sabiendo que no me gustan.
-De nada. Vamos-
-Si dale- salimos de mi habitación y bajamos las escaleras. En la entrada estaban Julieta, Samira y mi abuela.
-Abuela la casa es más hermosa que la del año pasado- No podía dejar de estar encantada con la casa mejor dicho mansión de mi abuela.
-Sí- La abuela me sonreía.
-La parte que más me gusto fue la biblioteca- Ya me imaginaba todos los días metida en la biblioteca, nadando en la literatura.
-Tu abuelo pensó en vos cuando hizo esa biblioteca- Mi abuela no podía parar de sonreír.
-Eider, la casa es una verdadera belleza. Me encanto la piscina- Estaba muy emocionada, más que con los chicos, y eso era raro. -Abuela nos gustó mucho la parte de la cocina- Mi hermana y su amiga hacían todo juntas y les gustaba las mismas cosas. Y también las dos cocinaban muy bien, muchas veces me cocinaron.
-Bueno ya que están en Corea no van hacerlo trabajar a Merejo, así se puede divertir con ustedes-
-Abuela él dijo que tenía trabajo que hacer para el abuelo-
-Tonterías él va a estar libre hasta mañana. Merejo ven aquí- Mi abuela lo llamo.
-¿Si Eider?- Aparece de la nada detrás de nosotras.
-No vas a trabajar para ese viejo testarudo hasta mañana. Hoy vas a estar con las chicas-
-Emm… pero-
-Nada de peros. Nunca descansas necesitas un respiro de vez en cuando-
-Está bien- Sonrió muy emocionado.
-Yo le diré a ese viejo- Mi abuela se va.
-Parece que van a ir a nadar por lo que veo-
-Si ven- Mi hermana salta y se cuelga de su brazo.
-Adelántense, yo después las alcanzo- Él se va corriendo a las escaleras.
-Bueno vamos- Y las cuatro nos dirigimos a la piscina con nuestras toallas.
Al rato aparece Merejo y los cinco nos divertimos en el agua. Después de unas horas en la piscina me canse y decidí ir con mi abuela.
-Me voy a ver a la abuela- Agarre mi toalla y me seque un poco.
-De acuerdo- Todos siguieron en el agua.
Me fui a donde estaba mi abuela para preguntarle si necesitaba ayuda con algo. Estaba en la cocina, lo cual no me gusta mucho cocinar pero podía entretenerla un rato. Estaba metida en la heladera buscando algo de comer.
-Abuela, ¿necesitas ayuda?- Asomándome en la heladera para poder verla.
-No tenemos nada para comer- Sin salir de ahí se dio vuelta para mirarme.
-Y la ama de llaves ¿no fue a comprar?-
-No, se olvidó. Mañana tenemos un evento por el nuevo proyecto de tu abuelo y están todos ocupándose de que salga perfecto-
-Ah bueno, entonces voy yo a comprar-
-Anda con el auto. A cierto que no podes manejar. Anda con Merejo- Y asiendo señas para que me valla. Con un suspiro me retiro de la cocina. –Ah y otra cosa-
-¡Que!- Con mucho ánimo de que me dijera que no valla, me doy la vuelta cuando estoy por pasar la puerta. No tenía muchas ganas de ir.
-Avísame cuando hallas llegado - Y se sumerge de nuevo a la heladera.
Resoplando salí de la cocina. Me choco con Merejo y al estar el piso mojado, resbale. Merejo me agarró de los brazos para que no me caiga después de chocar con él. Me ayudo a incorporarme.
-¿No vas a venir a la pileta?-