El Misterio de la Dark Hunter

10 “¿Qué hace aquí?

Nos subimos y el chofer arranco. De camino hacia el centro de la cuidad, pasamos por el lugar de la filmación donde habíamos pasado el día anterior. Justo filmaban una parte romántica, en donde ella lo esperaba en un puente en el medio del parque y él llegaba con un ramo de rosas. Ella lo mira y él se acerca a ella. Ella le dice algo y el la abraza dejando caer las rosas. Luego el levanta las rosas se pone de rodillas y se las entrega y ella con felicidad las agarra y luego se besan apasionadamente. Era algo muy hermoso y emotivo, pero por desgracia eso no pasa en la vida real. Si alguien se le ocurriera traerme rosas, nos invaden los zombies. Pero seguiré soñando.

Una frenada muy brusca me saca de mis sueños, ya habíamos llegado al centro y no me había dado cuenta. Abram estaciona delante de una tienda de vestidos muy elegantes. Como el nombre estaba escrito en coreano, no entendí nada. Bajamos del auto y entramos allí. El lugar estaba lleno de personas muy importantes o eso nos dijo mi abuela, no conocía a nadie.

-Chicas miren los vestidos y el que les guste me lo dicen y se prueban ¿sí?-

-Si- Me dirigí hacia los vestidos largos, pero al ser bajita no me pude probar ninguno.

-Bueno- Julieta comenzó a mirar los vestidos cortos de la tienda.

Busque por toda la tienda un vestido pero no encontré ninguno que me llamara la atención. Fui con mi abuela y no me moví de ese lugar.

-¿Encontraste alguno?- Mi abuela me mira.

-No me gusta ninguno-

-Bueno no desesperes tenemos todo el día para encontrar un vestido-

-Bueno-

Las tres regresan sin nada.

-¿Ninguna encontró un vestido?- Mi abuela estaba indignada.

-No son muy lindos- A Julieta no se la veía contenta.

-Son anticuados- Oryan siempre dando la nota.

-Son de vieja- Samira dio en el blanco.

-¿Como de vieja? Yo me vengo a comprar vestidos acá- Mi abuela se reía.

-Con razón abuela son tan feos- Mi abuela largo una carcajada y todas comenzamos a reír.

-Bueno vamos a un lugar que a ustedes les guste pero vamos a ir caminando-

-Si- Oryan estaba feliz.

-Así vamos a poder ver mejor- Dijo Julieta.

Salimos de la tienda y el chofer viene hacia nosotras.

-¿Señora va a subir?-

-No Abram. Vamos a caminar así vemos mejor-

-Bueno llámeme cualquier cosa-

Nos vamos y todas saludamos al mismo tiempo a Abram.

-Chau Abram- Dijimos todas juntas.

Comenzamos a caminar por todo el centro entrando a cada tienda que veíamos. La tienda que habíamos entrado era la veinte y yo todavía no encontraba un vestido. Pero seguíamos buscando. Samira fue la que encontró su vestido primero y se la veía muy feliz, era un vestido apretado largo hasta las rodillas y se abría en campana dejando una cola atrás, le tapaba todo hasta las axilas y después tenía dos tiritas. Era de color verde. En la tienda cuarenta y cinco Oryan encontró su vestido era muy lindo. Era corto hasta las rodillas y era muy suelto de color azul, la tela era brillante. En la tienda cincuenta y ocho Julieta encontró su adorado vestido. Era medio raro, apretado pero se ataba en el cuello y tenía como corpiño que se ataba atrás y junto tenía la pollera hasta arriba de las rodillas. Todo era ajustado y le quedaba muy lindo. Era negro y con un poco de brillos en algunas partes. Ya se estaba haciendo tarde y todavía no encontraba el vestido.

-Ya es tarde voy a llamar a Abram- Mi abuela agarro su celular.

-No puedo creer que ninguno te gustara- A Julieta se la escuchaba triste pero a la vez feliz.

-Yo tampoco puedo creerlo. No creí que fuera tan difícil- Pienso en alguno que me allá gustado pero no encuentro ninguno.

Abram aparece y nos subimos al auto. Resignada a no encontrar un vestido me apoyo contra el vidrio y miro para afuera. Paseando por el centro asiendo tiempo veo una tienda y en la vidriera un vestido que me deja fascinada.

-Para el auto- Grito desesperada y Abram frena bruscamente. Me bajo del auto y corro hacia la tienda sin pensar en nada más.

Entro y miro el vestido era hermoso. Le digo a la vendedora si me lo muestra y después me lo pruebo. Salgo y me lo compro sin pensar en nada. Vuelvo al auto y me quedan mirando.

-Tengo mi vestido- Una sonrisa enorme aparece en mi rostro.

-Al fin- Oryan estaba feliz.

-Te felicito- Samira también estaba feliz.

-Me alegro- Julieta se puso contenta.

-Estoy muy feliz por vos Ínori- Mi abuela me abrazo, como si fuera un logro encontrar un vestido.

No sé si se emocionaban un poco o era porque yo era tan indecisa con la ropa y ya estaban cansadas.

-Volvamos a casa- Ordeno mi abuela.

Abran dio una vuelta y regresamos a casa de mi abuela para prepararnos. Llegando todas bajan rápido miro el reloj de mi celular y son las seis y cinco de la tarde. La fiesta comenzaba a las ocho en punto y estilistas y maquilladores llegaban a las siete, para entonces ya teníamos que estar bañadas para que solo nos maquillen, nos peinen y después nos vistamos. Todavía ninguno había visto mi vestido pero esperaba impresionarlos a todos. Me fui a bañar y espere a que los estilistas lleguen. Mi estilista era hombre pero gay. El maquilador también era gay y era el novio de mi estilista. Súper genial. Mi estilista se llamaba John Stayler y mi maquillista se llamaba Joy Stayler. Sus nombres se parecían y era confuso al principio pero después me acostumbre. Me cayó súper bien desde el principio.

-De todos los que atendí creo que vos sos mi preferida- Joy estaba súper contento.

-Sos a la primera persona que se lo dice. Sentite orgullosa- John estaba muy feliz también.

-Mi querida niña vas a quedar hermosa, relucirás en plena oscuridad- Joy era como la mujer y John el hombre.

-Bueno, igual no me gustaría ser el centro de atención- Odiaba llamar la atención.

-No digas, vas a ser el centro de atención sin discusión- Joy me hace sentar en una silla que ellos habían traído. John se acercó a mí para ver que peinado me haría.




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