El Misterio Del Mar Vivo

Capítulo 25: La Llegada del Maestro

La refriega entre Stiven y Takeshi se intensificaba, con ambos guerreros mostrando un gran dominio de las artes marciales. Sin embargo, la balanza comenzaba a inclinarse a favor del experimentado ninja.

Stiven luchaba con todas sus fuerzas, pero Takeshi, con su agilidad y técnica superior, conseguía acorralar al joven en repetidas ocasiones.

En un momento de descuido, Takeshi logró asestar un poderoso golpe que hizo tambalear a Stiven. El ninja se preparó para dar el golpe final, cuando de pronto...

"¡Detente ahí, idiota!"

Una voz potente y autoritaria resonó en el recinto, deteniendo a Takeshi en seco. Ling, el maestro de artes marciales de Stiven, había aparecido en escena, su imponente figura iluminada por los últimos rayos de la tormenta que agonizaba.

"¿Crees que puedes irrumpir en mi templo y atacar a mi discípulo?" Ling avanzó con paso firme, sus ojos brillando con furia contenida.

Takeshi, sorprendido por la repentina intervención, retrocedió unos pasos. "Maestro Ling, no esperaba encontrarlo aquí. Este asunto no es de su incumbencia".

"¿No es de mi incumbencia? ¡Este es mi templo y ese es mi discípulo!" Ling se colocó entre Stiven y Takeshi, adoptando una postura de combate. "Si quieres pelear, será conmigo. Deja al muchacho fuera de esto".

Takeshi dudó por un instante, evaluando la situación. Enfrentarse al legendario Maestro Ling no era algo que deseara, pero tampoco podía simplemente abandonar su misión.

Finalmente, con un gruñido de frustración, Takeshi se puso en guardia. "Muy bien, Maestro Ling. Será un honor enfrentarme a usted".

Los dos maestros de artes marciales se enfrascaron en una feroz batalla, sus movimientos eran rápidos y precisos, mostrando una habilidad y experiencia que superaba con creces a la de Stiven.

Ling aprovechaba su superior técnica y fuerza física para mantener a raya al escurridizo ninja, bloqueando y contraatacando con maestría.

Stiven, recuperado del golpe anterior, observaba la pelea con admiración y preocupación. Deseaba ayudar a su maestro, pero sabía que sería inútil, al menos por el momento.

La lucha se prolongaba, con ninguno de los dos dispuesto a ceder. Finalmente, Ling logró acorralar a Takeshi, obligándolo a retroceder.

"Ahora vete de aquí, antes de que pierda la paciencia y te haga pedazos", bramó Ling, su rostro crispado por la furia.

Takeshi, maldiciendo su suerte, se vio obligado a retirarse, desapareciendo entre las sombras de la noche.

Ling se volvió hacia Stiven, su semblante relajándose. "Estás bien, muchacho. Has demostrado ser un discípulo digno".

Stiven sonrió, agradecido por la intervención de su maestro. Ahora se sentía más preparado que nunca para enfrentar los desafíos que se avecinaban.



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En el texto hay: aventura epica, epica

Editado: 21.10.2024

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