El Mítico Mundo De Agrona

LA PRIMERA BESTIA, MANTICORA

Uno de esos chicos tomo mi brazo y su voz aunque tranquila me atemorizo “detente humano”  detente Deimos, dijo Althea

-por favor sé que es difícil de creer pero es verdad, nosotros pertenecemos a otro mundo, al mundo de agrona es un mundo mítico donde existen criaturas buenas y malas, el día de la tormenta nuestros mundos se cruzaron desatando un caos terrible, esas criaturas malignas están atacando tu mundo, nosotros no podemos pelear solos necesitamos tu ayuda

-y porque yo?

-eres el elegido, solo tú has sentido esa extraña sensación que yo sentí, esa sensación es la unión de nuestros mundos, yo soy la protectora del mundo de agrona mientras que tú eres el protector del mundo humano, eso es lo que nos une, sin embargo tenemos que terminar con este caos lo más pronto posible, los mundos no pueden seguir unidos, porque sería la destrucción de ambos, es por eso que te necesitamos.

-no entiendo nada de lo que hablas, están locos, criaturas mitológicas?, mundos diferentes? caos…?

Estaba discutiendo cuando de la nada se escuchó un gruñido, me quede en silencio y voltee, me dije a mi mismo que, que rayos era eso; una criatura extraña  una especie de león o bueno, tenía el cuerpo de un león, cola de escorpión, cabeza de  humano y alas de dragón, esa cosa era enorme, corrí para escapar de eso, y me persiguió  su velocidad era asombrosa, me sentí perdido pero Althea saco una especie de báculo volvió a pronunciar los nombres se esos chicos y regresaron a ser parte de su joyería,  lo detuvo de un golpe, esa cosa hablo con ella tenía una terrorífica voz,

-Althea, cuanto tiempo,  has crecido mucho, apuesto que ahora tienes un mejor sabor los años te han hecho un bien, que bueno que no te devore de pequeña

-calla bestia infernal, acabare contigo como hizo mi madre en aquel entonces y te regresare al mundo de penumbras de donde saliste

- hahahahahaha no he comido suficientes humanos sabes, deberías dejarme probar a este humano, tiene un aspecto delicioso

Temblé de miedo y me levante para correr nuevamente, esa cosa me atrapo con su cola y me apretó casi hasta dejarme sin aliento, Althea hizo un par de movimientos hasta cortar su cola, la bestia grito y escapo, me quede inerte en el suelo, solo vi a Althea acercarse hasta mí, puso sus manos en mi pecho y quede totalmente ido.

Al despertar me sentí en un  lugar extraño, no era mi casa era como una cabaña estaba cerca una venta intente levantarme pero mi cuerpo estaba muy débil, no lo hagas escuche una voz de un chico.

-Althea me ha dejado a tu cargo, ella y Deimos han ido a buscar a Manticora

-¿Manticora?

-la criatura que te he atacado

-¿qué es este lugar?

-bien venido a agrona

Hizo una reverencia ante mí, estuvimos platicando por un rato, no creía nada de lo que estaba viendo, hadas, duendecillos, un bosque encantado? Todo parecía un sueño y en ese momento recordé las historias de mi padre, él hablaba de un mundo mítico agrona también conocido como el mundo de las batallas y sacrificios, gobernado por la Reyna Alala que era la diosa de la guerra y el Rey Athan el inmortal ambos reinaron durante mucho tiempo pero era hora de dejar un heredero, de ahí nació la pequeña Althea su nombre significaba sanador, el mundo de agrona empezaba a decaer en la agonía por tanta sangre que estaba siendo derramada, con la llegada de Althea el reino empezó a crecer volviéndose un lugar con más paz  algunas criaturas malignas intentaron devorara a Althea ya que ella era la causante de la paz en el reino, sus intentos fueron fallidos ya que sus padres la protegían con sus vidas; mi padre jamás termino de contarme la historia de agrona ya que el murió de un ataque al corazón en una de sus excursiones en busca de las cosas míticas, mi madre empezó a descuidarme, la ausencia de mi padre le había dejado una marca enorme olvidándome por completo, hasta la fecha mi madre no se da cuenta si llego o no a la casa, la fortuna que dejo mi padre la ha envuelto en un mundo de fantasías donde solo existe ella, el glamour y la vanidad me he acostumbrado a ese tipo de vida, sin embrago le echo la culpa a los hobbies de mi padre algo que una vez ame y adore las cosas míticas ahora solo eran cosas inexistentes y fantasías de cuentos de hadas.




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