El Mito de las gemelas

Mi final, la triste realidad

Puede que no me crean pero, ya estoy muerto, sí, como bien han leído, yo estoy fallecido.

Anoche los doctores me encontraron en el suelo, caído al lado de mi mesa, con los ojos llenos de terror mirando hacia la puerta de entrada, como podréis pensar al haber leído mis anteriores notas, fue por donde las gemelas me transformaron en alguien sin cordura, que,sus ilusiones me hicieron eso, yo estoy muerto pero a la vez vivo.

Los de ese lugar me dieron por muerto y me enterraron sin que pudiera escapar, al despertar vi como no tenía libertad, me la habían arrebatado, esos demonios me arrebataron la vida y más tarde, con la ayuda de los médicos, mi libertad. Ahora, preso en este ataúd suplicaba con gritos sordos que me liberaran pero, ellas han vuelto, ellas volvieron para poner fin a lo que empezaron aquella vez en el callejón, pusieron en marcha mi perdición accionando una palanca que me llevaba al fuego que abrasaría mi cuerpo y mi alma poco a poco mientras clamaba sin éxito.

Este es mi final, y ahora que ya nadie puede saberlo, yo lo sé, por eso quien lea esta historia quiero que piense como me sentí y vea las atrocidades que me sucedieron, no cometáis vosotros mi mismo error.

Después de pasar diez noches en este manicomio, el décimo día marcó mi final, ahora ellas tienen mi alma y también mi vida.    




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