— ¿Annette? —Grace está de pie, viéndonos con los ojos abiertos.
Veo a mi hermana quien está con una expresión llena de confusión y molestía. — ¿Grace? ¿Qué haces aquí?
Le da una mirada a Marcus. — ¿Acaso la playa es tuya?
Me levanto rápidamente, acomodando mi cabello. —No, solo, no pensé que estarías aquí.
Se cruza de brazos. —Pues mi abuelo tiene una tienda a unos metros, ¿crees que eres la única que puede venir? —Vuelve a ver a Marcus—. Ahora lo entiendo, nunca venias aquí temprano para caminar o para estar con el abuelo, siempre fue porque no eres tan santa como quieres aparentar.
Suspiro. —Yo jamás he querido que las personas me miren como “una santa”
Eleva una ceja. —No, no lo eres. Eres una hipócrita, ¿verdad? Yo no puedo divertirme con nadie en este lugar pero tú puedes besar a desconocidos.
Marcus se pone de pie también, aclara la garganta. —Eh, hola, ¿Grace, verdad? Mucho gusto —estira la mano hacia mi hermana.
Ella entorna los ojos. —Sí, me llamo Grace. Tú, ¿Quién eres?
Él sonríe cordial. —Marcus, mucho gusto.
Estrechan las manos y se sueltan.
—Marcus, Marcus… —sonríe de lado—. Un momento, sé quién eres. Claro que lo sé, uno de los chicos en el muelle te mencionó.
Veo a Marcus pero él permanece con una expresión tranquila. — ¿Uno de los chicos? —repito.
Grace me mira con satisfacción. —Ah, ¿no sabías, hermana? Adam y los chicos nos contaron que estaban esperando ver a un tal Marcus, pero que al mismo tiempo esperaban que no. Dijeron que Marcus siempre les quitaba a sus chicas.
Siento una presión en mi pecho al escuchar esas palabras. Yo sé que Marcus era popular aquí y no dudo que esa popularidad se haya extendido a las chicas pero, me siento rara.
—Eso… —Marcus empieza a hablar.
Grace levanta el mentón. —Un momento, ¿estas usando a mi hermana? Ay, Annie, ¿ves porque no acepto tus consejos? Ni siquiera te das cuenta cuando un chico solo te está usando.
La arena de pronto se siente como si fuera movediza y me estoy hundiendo.
—Creo que no entendía porque te mencionaban tanto, en especial una chica llamada Nina. Ella y otra de cabello azul, era como si lloraran por ti cada vez que estuvieran borrachas.
Ni Marcus ni yo hablamos, solo la escuchamos. Estoy tratando de recordar los detalles de esa noche cuando no sabía dónde estaba mi hermana, ¿la chica de cabello azul es Jazmin? ¿Ella habló con mi hermana y sus amigas?
—Grace…
Bufa. — ¿Qué? No me digas que no te habías dado cuenta que alguien como él solo podía tenerte como algo fácil y casual, Annie. Digo, ambas sabemos por qué yo soy la popular en la escuela.
—Grace, ¿puedes irte? —mi voz suena tan frágil.
Grace no se va. —Eres una hipócrita y una falsa Annette. Primero metes a August a tu habitación y luego te besas con cualquiera en la playa, ¿Quién lo diría? La santa y pura Annette actuando como una…
—Bueno, es suficiente —Marcus levanta una mano—. Tú no deberías tratar de esa forma a tu hermana.
Rueda los ojos. — ¿Quién eres tú para hablarme así? No eres nadie, amigo. Mira, estamos aquí solo por nuestros abuelos pero aunque mi hermana sea boba, no lo soy. Yo vine a divertirme, yo vine a salirme por las noches a fiestas y a jugar con chicos, así que quizás a ella la puedes engañar pero a mí no.
¿Salirse por las noches?
—Mira, no me parece bien que la trates así. Annette nunca ha hablado mal de ti.
Resopla. —Pues no hay nada malo que decir sobre mí. Bueno, claro, a veces ella juega a ser la víctima.
—Grace —elevo la voz—. Solo vete, ¿sí?
Sonríe de lado. —Claro, me iré pero no dudes que le cuente a papá lo que has estado haciendo.
Eso es todo. No puedo aguantarla más. A pesar que sea mi hermana pequeña y sienta muchas cosas por ella, también creo que es suficiente. — ¡Grace! Mira, tú tienes una opinión muy mala de mí. No voy a hacer esto ahora pero solo vete, no me importa si le dices a papá, ¿Cuándo le ha importado a él lo que me pasa? El día que tú te enteres de todo, quizás, me entenderás.
— ¿Y qué es lo que tengo que entender? —da un paso hacia mí.
Sin pausa, contesto: — ¡Que Marissa era la amante de papá cuando mamá estaba enferma!
Sus ojos se abren y sus labios también pero no salen ningunas palabras de ellos. Me mira, duda si creerme o si no hacerlo.
— ¿Qué dices? —pregunta, bajando el tono de voz.
Ahora es cuando me arrepiento de dejar que el enojo me hiciera escupir esas palabras. He pasado años tratando de proteger a Grace de la verdad y ahora, lo he dicho. Sin prepararla, sin advertirle, solo lo solté como si fuera algo que no le afecta.
—Vamos a casa a hablar —le digo.
Ella suelta una carcajada molesta. — ¿Qué? No quiero estar contigo, solo… déjame.
Grace se gira y se aleja con pasos largos y rápidos. La llamo una vez más pero no regresa. No sé qué hacer, no sé si seguirla o quedarme aquí, revisitando mi error.
Marcus toma mi brazo, recordándome que sigue aquí. — ¿Estás bien?
Respiro profundo. —Lamento que hayas tenido que ver eso. Últimamente las peleas con Grace son así.
—Annette, no te sientas mal —pide—. ¿Qué puedo hacer ahora para que estés mejor?
Niego. —Nada, no importa. Creo que mejor voy con ella, tenemos que hablar.
—Está bien —dice—. ¿Quieres que te acompañe?
—No —acomodo mi cabello.
Él sigue sosteniendo mi brazo por unos segundos más hasta que lo deja ir. —Annette, ¿puedo verte más tarde?
Además de todo lo que estoy pensando sobre mi hermana y lo que le dije, también estoy recordando las palabras de Grace. Lo que me dijo de Marcus.
La verdad de Marcus.
Marcus se quedará aquí y yo solo seré una chica más en su lista. Eso no debería doler tanto como lo hace, darme cuenta que quizás este verano no ha sido lo que ha sido para mí.
Pero, ¿a quién le debo creer? Sé que Marcus fue así, pero no es así ahora conmigo.
#109 en Joven Adulto
#2549 en Novela romántica
amor de verano, secretos amor verdadero y complicado, opuestos se atraen
Editado: 03.06.2025