Contando desde hoy, solo me quedan ocho días con Marcus.
Estamos llegando al final del verano y aunque el calor persiste, el mar sigue ahí, el sol no desaparece y nos haga pensar todo eso que tenemos más tiempo la realidad es que no. Ya no hay más tiempo.
Hoy Marcus y yo hemos venido a la playa ya que un surfista famoso vendrá a dar una charla en la arena y parece que él lo admira.
En la playa hay varias sillas de plástico, con algunas personas al frente del escenario improvisado. Hay tantas personas que ya no encontramos un asiento pero permanecemos en la orilla, sentados en uno de los bordes de madera.
Hay algunos puestos de comida pero por ahora no tengo hambre. A mi lado, Marcus toma mi mano y le sonrío aunque no dejo de pensar en que en menos de dos semanas, ya nunca sostendré su mano.
Finalmente llegan algunas personas al frente, entre todos, un hombre con los hombros bronceados y gafas de sol, cabello rubio y bastante alto. También hay algo más sobre él, no tiene el brazo izquierdo.
Las personas que llegaron con él se sientan en la primera fila y él se acerca al micrófono. Se quita los lentes para colocárselos por encima de la cabeza.
—Hola Flores, ¿Qué hay? —La audiencia da gritos cortos y aplausos como respuesta—. Me alegra mucho que estén aquí. Estamos en un lugar precioso, ¿Ya vieron el paisaje? Y no hablo de mí, ¿eh?
Las personas ríen, yo también.
—Supongo que algunos me conocen, otros no así que déjenme presentarme —aclara la garganta—. Me llamo Tadeo Keleni RoVann, soy surfista profesional y he nadado más que dado pasos. He ido por todo el mundo, me he ganado muchas medallas y reconocimientos pero estoy seguro que lo que quieren saber es, ¿Dónde está mi brazo izquierdo? Bien, yo también quiero saberlo, creo que se me cayó en el viaje.
Otras risas, un poco más tímidas.
—Ya, hablando enserio, este fue el regalo de un tiburón —suspira—. Tranquilos, los tiburones no atacan tanto como las películas nos han hecho creer pero algunas veces, te quitan el brazo y la vida que ya conocías. Te quitan los sueños, el futuro, los planes, los arranca y no hay nada que puedas hacer.
Me acomodo, siento como la rodilla de Marcus y la mía se tocan.
—En realidad, yo estoy seguro que muchos de los que estamos aquí hemos tenido nuestros propios tiburones. Tal vez a ustedes jamás les han arrancado un brazo o una pierna pero sí un sueño, una ilusión, tal vez les han roto el corazón o les han hecho pensar que si se atreven a tocar el mar, algo horrible puede pasarles.
Continua: —Amigos, yo no vengo a decirles qué la vida es fácil porque ustedes y yo lo sabemos, no lo es. A veces nos quita algo que amamos, algo que no queremos dejar ir, alguien a quien no debería irse tan pronto.
Abro los ojos, esas palabras me han hecho pensar en mamá.
—A veces, el tiburón llamado “vida” nos hace heridas permanentes, nos provoca traumas, nos arrastra a lo que parece un abismo y nos hunde, nos da vueltas, nos ahoga. Ese tiburón no perdona, no le importa si eres hombre o mujer, joven o no. No importa, llega cuando menos lo piensa y te deja con un vacío que parece permanente.
Asiento, recordando los días después del funeral de mamá.
—Pero quienes ya me conocen, saben qué pasó después —suelta una pequeña risa—. Esos días fueron tan difíciles, siempre das por hecho la vida hasta que tienes que bañarte con un solo brazo, vestirte o ya no puedes conducir. Todo lo que eras y lo que pensabas que serías, se ha ido para siempre.
Aparto el cabello que el viento movió a mi rostro.
—Yo me preguntaba si valía la pena vivir así, sí a alguien le importaba. Estaba solo, me sentía solo y me sentía inútil. No había propósito en mi existencia, incluso pensaba en ocasiones que hubiera sido mejor si me hubiera muerto —niega—. Pero una noche triste, una de esas noches donde estas a pocos pasos de terminar con todo permanentemente, entré a internet y el primer video que me sugirió la aplicación fue de un hombre que dijo algo.
Pareciera que incluso las olas están prestando atención por lo calmadas que están.
—“Humanamente hablando, es imposible pero no para Dios. Con Dios, todo es posible” en ese momento fue como si algo hizo clic en mi interior. Sabía que vivir una vida normal o feliz en mi condición era imposible pero me pregunté si quizás había un Dios a quien le importaba y quien no quería dejarme morir. Yo no era ajeno al concepto de Dios, iba a la iglesia de niño y entonces fui a la bodega donde tenía muchas cosas viejas y encontré lo que estaba buscando. Un viejo libro empolvado que se me cayó de la mano y cuando me incliné para tomarlo, estaba abierto en una página.
Prosigue después de hacer una pausa: —Ahí decía, “El Señor dice, Rescataré a los que me aman, protegeré a los que confían en mi nombre. Cuando me llamen, yo les responderé, estaré con ellos en medio de las dificultades. Los rescataré y los honraré. Los recompensaré con una larga vida y les daré mi salvación.
El viento sopla de nuevo.
—Yo pensé algo en ese momento, pensé que estaba tan desesperado que era mi única opción, mi última esperanza así que me rendí y le dije que lo haría, que viviría esperando a que él me ayudara a vivir porque yo no sabía cómo. No quería vivir y ya no tenía las fuerzas, que necesitaba un milagro —sonríe—. ¿Saben qué? No fue un milagro. No sucedió de un día para otro. Fue un día a la vez, una noche dura a la vez, una lagrima a la vez. Cada día, cada duda, cada dolor, poco a poco, lo fui entendiendo. No tenía que morir, tenía que vivir y esto no se trataba solo de mí. Ahora me doy cuenta que Dios me ha dado la habilidad de hablar en público y las personas me escuchan, como ustedes.
Varios asienten.
—Yo solo quiero decirte algo, no tienes que rendirte. Fallar no es el fin del mundo y aun cuando algo se siente como el final, no lo es —toca su pecho—. Yo sé lo que es llorar, sufrir y querer que el mundo se detenga para que también sienta tu dolor pero también sé lo que es, respirar de nuevo sabiendo que cada latido es una oportunidad. Realmente deseo que tú, sea lo que sea que estés pasando, no te rindas. No cedas ante lo negativo, eres luz y el mundo te necesita.
#191 en Joven Adulto
#3479 en Novela romántica
amor de verano, secretos amor verdadero y complicado, opuestos se atraen
Editado: 03.06.2025