44: Que por siempre durará.

EPILOGO

Muchos veranos después…

Annette se gira y me ve, recuesta su mano sobre mi pecho y yo acaricio su cabello.

— ¿Me dejas tatuarme tu nombre? —le pregunto.

Rueda los ojos. —Marcus, deja de tatuarte cosas sobre mí.

Beso su nariz. —Me pides mucho, mujer. Eres el amor de mi vida.

Suspira y hunde su rostro entre mi cuello, giro y beso su cabello. —No puedo contigo. Es tu culpa que seamos tan cursis, Lottie está avergonzándose de sus padres.

Resoplo. —Lottie es demasiado joven para entender del amor.

Mi hija tiene diez años y es la mezcla perfecta entre su madre y yo. Es inteligente y amable como Annette, pero ama el mar como yo y odia dormir con calcetines. Como yo.

— ¿Qué haces si un día un chico se hace un tatuaje en honor a Lottie? —pregunta, acomodándose para verme a los ojos.

Amo como le cae el cabello en el rostro. — ¿Qué hago? —Muevo los mechones, acariciando su piel—. Primer, Lottie es una bebé prácticamente. Ella no sabrá de chicos hasta los treinta. Segundo, ese chico debería estar educándose o algo.

Suelta una carcajada. —Marcus, eres un hipócrita.

Abro la boca, fingiendo que me ha ofendido. —Tú eres una muy molesta persona —tomo su cintura para acercarla—. Pero me has vuelto loco desde los diecisiete.

Annette se inclina y cuando está a punto de besarme, su teléfono suena. Nos separamos para que ella lo tome de la mesa de noche.

— ¿Grace? ¿Ya estas cerca?

Toco el borde de su camiseta mientras habla con su hermana. Grace, sus dos hijas y su esposo estarán unas semanas de verano aquí.

Me recuesto en la almohada y cierro los ojos.

¿Quién diría que muchos años después que mi vida fuera un completo caos, tendría algo mucho mejor de lo que alguna vez imaginé?

Tengo a una mujer dulce, fuerte, exitosa y divertida a mi lado. Tengo a mi hija, un ser lleno de bondad y amor. Tengo amigos que he hecho en el camino, incluso tengo a August quien es algo así como mi cuñado y compañero de tardes calmadas frente al mar.

Tengo al mar, a la vida, a las posibilidades, ¿Qué más puedo pedir?

Annette termina la llamada y me voltea a ver. —Viene en diez minutos.

Arrugo la nariz. —Me agrada su esposo, adoro a mis sobrinos, pero tu hermana…

Rueda los ojos. —No seas malo, Marcus.

—Solo bromeo —tomo su brazo y tiro de ella para acercarla de nuevo, con mi otra mano sostengo su rostro—. Te amo.

—Te amo —susurra sobre mis labios—. Por cierto, tu hermana llamó ayer, por el cumpleaños de…

La beso.

Annette es abogada, es alguien que planifica y mantiene horarios. Yo me subo a tablas de surf y me dejo guiar por el mar. A veces la dejo que me cuente el itinerario para los siguientes meses, a veces solo hago lo que siento.

Le demuestro todo mi amor, de todas las formas posibles.

Nunca obtuve un final feliz con Annette porque nuestra historia nunca terminará, nuestra historia durará por siempre.

—Te amo —susurro entre besos.

Ella ríe. —No tenemos mucho tiempo, ya vendrá Grace.

—Pero algo podremos hacer, como esto —la vuelvo a tomar lo más cerca posible y la vuelvo a besar.

Cada segundo de mi vida en que pueda, lo haré.

Eternamente, la amaré.

FIN