El Monstruo de Oriente

¡¡No puede ser!!

— No es la primera vez que alguien quiere verlo —  explicó quien recibió a Jane en el psiquiátrico — normalmente son fans de lo que hizo, usted no parece ser de ese tipo de gente.

— Soy sobrina de Wendy, una amiga de él.

— Le preguntaré — cuando volvió el enfermero miró curioso a la joven — pase, la está esperando en el jardín.

— ¿No es peligroso? — preguntó nerviosa Jane.

— No, desde que esta acá se ha portado muy bien, no se preocupe, estaré vigilando desde la puerta, nos gusta darle su espacio libre a los internos que tiene buen comportamiento.

— Hola John ¿Cómo está? — era un hombre grande, de 1.85 y  90 kilos, a pesar de la edad se conservaba en buen estado físico.

— Bien, dígame quien es usted, Wendy no tenía familia — a pesar de que su gesto era amable, su mirada era fría.

— Soy Jane, quería conversar con usted de la Sra. Lucy — ahora él se puso serio.

— ¿Qué quiere? ¿La mandaron "ellos"?

— Ella era la madre de mi novio, sé que huyó de aquí ¿Fue cómplice de usted... o le temía...?

— Lucy no le haría daño a una mosca, era muy buena, por eso la buscaron para...

— Dígame.

— ¿Escuchó del Demonio de Oriente?

— Es un ser como el Monstruo del Lago Ness o el Yeti.

— Este es real, fue por el año 1800, un grupo de hombres con dinero se asentaron en este pueblo, empezaron a adorar al demonio para que los protegiera, entonces buscaron a una mujer joven, sirvienta de uno de ellos, una joven piadosa, la drogaron y la dejaron como ofrenda al diablo. La pobre no recordó nada al otro día, pero con los meses se dio cuenta que estaba embarazada, ella nunca había estado con un hombre, por eso pensó que alguien la había violado y le dieron algo para que no recordará, quiso abortar, pero el Señor de la casa le dijo que lo tuviera y él lo criaría, ella aceptó, se crio como hijo del acaudalado, su madre nunca le dijo quién era en realidad, el niño creía que sus padres era a quienes le decía papá y mamá, cuando cumplió 33 años su supuesto padre y sus amigos hicieron una ceremonia, el nacido de la sirvienta se convirtió en una criatura con pezuñas, cabeza de caballo, alas de murciélago y una cola bifurcada. Allí estaba su verdadera madre, a quien mató y comió, desde entonces cada 100 años los descendientes de ese grupo busca a una mujer, a quien dejan como ofrenda para el demonio, el hijo que nace, cuando llega a la edad correcta se realiza la ceremonia, y se convierte en esa cosa, así se sella el pacto con el maligno, y esos hombres tienen dinero y poder por 100 años más.

— Eso es solo una leyenda de... — el otro la interrumpió molesto.

— Es totalmente real.

Luego de un silencio, la investigadora hizo la pregunta que estaba flotando entre ellos, ella intuía la respuesta, pero necesitaba oírla.

— ¿Y eso que tiene que ver con Lucy?

— El siguiente que será uno de esos monstruos es su hijo, deben hacer esto cuando él tenga 33 años, durante una conjunción de planetas, así seguirán teniendo su fortuna e influencia. Cuando nace uno nuevo el anterior muere. Ese ser mata a su madre para que su cambió nunca se revierta, su mente y los recuerdos de su vida humana desaparecen para siempre — la otra no sabía que pensar — yo no mate a esas personas, cada cierto tiempo el ser reclama por ofrenda, un ser humano, antes lo dejaban salir, pero ahora es peligroso, hay cámaras y no conviene atraer a los curiosos, así que le traen a las víctimas que necesita. Ayude a mi amiga a escapar cuando el pequeño iba a nacer, así que para librarse de todos los problemas cuando se descubrieron los cadáveres, en vez de matarme me inculparon, por suerte mi abogado consiguió que me recluyeran aquí, y no la pena de muerte.

— ¿Le contó esto, verdad?

— Todos creen que estoy loco, pero soy el único que sabe todo y no esta en esa confabulación, por eso esta es mi condena ¿Cómo está Lucy? ¿Por qué dejó que usted viniera aquí?

— Ella murió y su hijo descubrió que había algo extraño con sus apellidos.

— Lucy cubrió bien su rastro, pero ahora su hijo está en peligro ¿Él es su...?

— Mi prometido.

— Usted está en peligro, la primera para sacrificar deber ser su madre, pero si ella no está debe ser una mujer que él quiera, para que su corazón se llene de oscuridad, sino siempre habrá algo del humano en ese cuerpo de monstruo y el pacto no se completará.

Jane se quedó callada.

— Sé que no me creerá, y ese será su perdición, pobre Lucy, tanto que dejo para salvar a su hijo, y no lo logró.

Ella estaba muy complicada, podría ser una secta que hacía creer en esas cosas para que los demás le obedecieran, debía irse lo antes posible y denunciar lo que había descubierto.

— Debo irme, adiós John.

Decidió tomar sus cosas e irse lo antes posible, en una vuelta de la carretera, apareció una persona parada en medio, Jean tuvo que volver el volante para no atropellarlo, por eso cayó al costado de la carretera. Cuando despertó estaba en un hospital, su novio la tenía de la mano.

— ¿Por qué viniste? Yo ya me iba.

— El comisario me avisó, sacó el número de tu agenda.

— Estoy bien, vámonos enseguida, no debieron avisarte.

— No digas eso, así pasaremos mi cumpleaños juntos, y nos vamos mañana

— ¿Cómo que hoy? Es en dos días.

— Estuviste inconsciente mucho tiempo.

— No puede ser, ya tienes 33 años. Debemos irnos

Cuando quisieron salir del hospital, fueron secuestrados por un grupo, y llevados a una casa en una montaña.

— ¿Por qué nos hacen esto? — gritó Jane — no ven que es una mentira, no hay posibilidad que un monstruo aparezca hoy.

Los tres hombres de traje que estaban con ella la amarraron con cadenas a la pared, Colton, su prometido, estaba en el suelo inconsciente. Una hora después llegó el jefe de policía.

— Vamos a sellar el pacto, y nuestro poder e influencia seguirá por 100 años más.



#1564 en Terror

En el texto hay: miedo, intriga, terror

Editado: 02.11.2020

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