Eso dejó en frío a Takemicchi, y más al ver la mirada seria de Yasahiro. El castaño de cabello largo, estaba teniendo un fuerte conflicto de intereses en su interior, no quería ser honesto con ellos, primero porque debía explicarlo y no quería hacerlo, pero también era su comandante y había prometido a su capitán ser honesto con ToMan, sin mencionar el miedo que le provocó Kenta a la quinta división. Pero, para evitar quedarse callado, porque el que calla otorga, afloja sus músculos tensos y sonríe.
—Si, pero ellos me golpearon primero —aseguró, pero de pronto una luz, pasó rápidamente cerca de su ojo, y cuando se dio cuenta era un hermoso mini candelabro el que reflejaba esa luz—. Esto brilla —murmuró mientras pegaba sus manos a la vidriera, y se concentraba en esa pequeña pieza de decoración—. Este tiene forma de monito.
—¿Cómo puedes estar bien? —acercándose preocupado a Yasahiro, y despegando su rostro de la vidriera, lo tomaba de los hombros como si pudiera inspeccionar su rostro para ver si tenía muchas heridas.
—Bueno, no estoy bien. Tengo hambre —aclaró, y entonces sintió un pequeño pinchazo de dolor en su hombro izquierdo— Oye, ten cuidado, allí me pegaron con un tubo de metal, o eso creo —comentó con una pequeña mueca de dolor en su labio, que rápidamente fue reemplazada por una sonrisa.
—Lo dices como si no fuera nada —murmuró Mikey— ¿Quieres venir con nosotros? Íbamos a ir con Kenchin y Takemicchi, a comer —invitó, pero se percató que la mirada del castaño estaba en una pequeña mariposa—. Oye.
—¿Si?. ¿Quién es Kenchin? —preguntó, mirando al rubio confundido—. No importa, tengo hambre ¿Qué vamos a comer?
Mikey sonrió, y tomó a Takemicchi del hombro para poder alejarlo del más pequeño, quien se puso al lado de Draken para seguir caminando. Cuando llegaron a un pequeño restaurante, Yasahiro le dio la bandera que le había traído con la comida, a Draken, para que este se lo diera a Mikey, quien estaba a punto de pelear con cualquier empleado porque su comida no había traído una igual.
—Tú eres de la primera división ¿No? —preguntó Takemicchi.
—Si, y tú tienes un cabello extraño, me agradas —comentó con una sonrisa.
—¿Siempre te metes en peleas así? —preguntó Draken y el castaño solo siguió masticando.
—Nada más es una previa. Después de esto, tengo que pelear y ganar —explicó con una sonrisa—. Es que los otros, eligieron que sus pandillas serían representadas, y mandaron a sus miembros a atacar a los otros participantes.
—¿Por qué hacen eso? —preguntó Takemicchi, después de ahogarse al escuchar esa explicación— Eso no es algo muy peligroso.
—Bueno, tienen que serlo. Es una pelea de extrema violencia —comentó como si nada—. Ahí rompen huesos, bajamos dientes y no nos detenemos hasta que nuestros puños se llenen de sangre del contrincante. Además, es un todos contra todos.
Esa mínima explicación fue interrumpida por la llegada de Isamu, a quien casi se le cae el alma al suelo, al ver a su amigo con el comandante. Había quedado con su mejor amigo a verse para comprar cosas, pero cuando no lo vio en su lugar de encuentro, se dio cuenta de que fue emboscado. Por esa razón, se preocupó y dio la carrera de su vida para llegar a su mejor amigo.
— Yasa, ¿Qué estás haciendo? —preguntó con la respiración agitada—. Lo siento, buenas tardes, comandante y subcomandante.
—Le iba a contar al comandante lo que sucede con los patos y su plan para dominar el mundo —aclaró jugando con su tenedor, mientras masticaba un palito de pan.
—Está bien, siempre lo haces. Pero tenemos que irnos, prometiste que me acompañarías a comprar cosas para la escuela, y tú tienes que comprar comida para tu casa.
—Tienes razón, lo olvidé por completo —dijo con una sonrisa, mientras sacaba dinero para pagar su parte—. Adiós —se despidió, mientras caminaba al lado de su amigo.
—Estoy preocupado —dijo Takemicchi, pero Mikey solo bostezo.
—No lo estés, Takemicchi —dijo el comandante, mientras se estiraba para dormir—. Se nota que él sabe lo que hace. Por algo se ve tan tranquilo —y con esas palabras el asunto no se volvió a tocar.
...
Isamu estaba con Yasahiro, ambos hablando de todas las posibilidades que Kenta le había explicado por mensaje, de lo que podría pasar el día de la pelea, hasta las consecuencias menos probables, aunque después aclaró que Itami había tomado su teléfono. Yasahiro no entendía mucho, pero Isamu tenía la paciencia para poder explicarle cada situación, incluso las extrañas inventadas por Itami, y Jun.
El más alto, estaba pendiente de la animada forma de elegir comida de su amigo, intentaba no reírse de él, porque estaba en público, por eso espero pacientemente para estar en un lugar alejado, así que espero a llegar al camino hasta la casa de su mejor amigo, para poder empezar a reírse.
—Te ves muy feliz, no sabía que hablar con el comandante funcionaba como droga —comentó provocando un sonrojo en su amigo.
—Cállate, no le digas así.
—Podemos decirle Droga ahora, como una manera de dirigirnos a él —murmuró mientras sacaba su teléfono.
—¿Qué haces?
Editado: 22.11.2024