—Es por eso, que mañana le mostraremos a esos idiotas que ¡Con ToMan no se juega! —esas palabras encendieron la emoción de todos los miembros de la pandilla, que gritaban excitados por la futura pelea, que se había pactado para el día siguiente.
Una pequeña pandilla les había declarado la guerra a ToMan, después de golpear a un chico de la pandilla, con la excusa de invadir un territorio cerca del mar que los pertenecía, con unas terribles ganas de expandirse o crecer. Eso llegó a los oídos de su comandante y convocó la reunión para ver si todos estaban de acuerdo, con la idea de pelear.
En la multitud, Takemicchi estaba experimentando emociones contradictorias, que chocaban entre sí. Al inicio, estaba emocionado por culpa de la multitud, que estaba emocionada por sí sola; por otra parte, estaba aterrado, su parte lógica no paraba de golpear su cabeza con brutales imágenes de él en el futuro con golpes horribles y posibles cicatrices, aún tenía esa inseguridad por no tener, ni siquiera, el uniforme de ToMan, y por ende entre la multitud, se sentía solo, algo ajeno de esa enorme pandilla. De pronto, se sobresaltó al sentir un toque en su hombro derecho, cuando se giró, se encontró con Yasahiro quien le sonrió cálidamente, antes de mirar al frente sin perder la sonrisa.
El de cabello largo, estaba emocionado de poder participar en una pelea antes del gran evento, le gustaba la idea de calentar antes de una gran pelea, como lo sería el evento por el cual se estaba preparando tanto. Pero, también se había dado cuenta del miedo que invadía al rubio, a quien secretamente consideraba un amigo, por eso quiso tranquilizarlo; pero no estaba seguro de si lo había hecho bien. Cuando la reunión terminó, todos empezaron a dispersarse, y Takemicchi quiso acercarse a Yasahiro, pero este ya no estaba a su lado.
Al día siguiente, todos se habían reunido para la pelea, en un viejo puesto de cargas de contenedores de metal, que eran traídos por los grandes barcos de carga. Yasahiro, se colocó cerca de Takemicchi y con una sonrisa le dijo.
—Tranquilo, hoy seré tu sombra.
La pelea dio inicio. Todos corrieron para tener un impulso, y aunque Takemicchi parecía un blanco fácil, los oponentes fuertes jamás lograban acercarse lo suficiente. Tal cual lo había dicho, El castaño de cabello largo, que ahora tenía recogido en una trenza que le llegaba hasta por debajo de sus rodillas, se había vuelto su sombra.
Ser una sombra, implicaba muchas cosas, pero en las peleas implicaba enfrentarse a alguien mucho más fuerte, sin ser detectado, para proteger la integridad física de alguien que está luchando; por esa razón, Yasahiro peleaba contra aquellos que querían atacar a Takemicchi para incapacitar, sin que este lo supiera, por esa razón intentaba no llamar la atención de su protegido. Pero eso no significaba que el rubio no peleará.
El enfrentamiento no duró más de una hora y unos minutos más, ya que con la fuerza de los capitanes y los comandantes, que destruyeron a la gran mayoría. ToMan, se declaró victorioso, y aunque todos e iban alegres, Mikey no pudo aguar el dolor y se recargó sobre el subcomandante, una de sus piernas se sentía adolorido; durante la pelea, uno de los miembros de los contrarios logró acertarle un golpe limpio en su pierna, y aunque no le causó molestia al principio por la adrenalina, el golpe si lo había lastimado. Eso preocupó a todos los capitanes, incluso a Takemicchi, quien cuando logró acercarse, este ya estaba en la espalda de Draken. Ambos rubios sonrieron para tranquilizar a su amigo.
—Veo que sobreviviste, felicidades —dijo Draken empezando a caminar.
—Gracias —contestó con una risa nerviosa—. ¿Te sientes bien Mikey?
—Si, no es nada, un poco de descanso lo arreglará.
—Eso esperamos —dijo el capitán de la segunda división, Takashi Mitsuya, siendo seguido por sus demás compañeros.
Mientras ellos iniciaban su conversación, caminaron entre los miembros de ToMan, que caminaban más lento por los golpes. Una frase llamó la atención de todos ellos.
—Tranquilo, si algo sale mal. Seguiremos al chico de la primera división, el Caos Andante de ToMan, creo que su nombre tiene una “y”, o seguiremos al chico de nuestra división, Itami —aclaró un chico, tranquilizando a su compañero.
—Pero, esperemos que el comandante esté bien.
—¡Oigan ustedes! ¡¿De qué diablos están hablando?! —preguntó Smiley, al reconocerlos de su división. Esos chicos, asustados, empezaron a explicarles con palabras atropelladas, pero resultaba inentendible.
—¡Hablen bien carajo! —se quejó el capitán de la primera división, Baji Keisuke.
—Lo siento, es solo una broma —explicó nervioso—. Es algo que decimos todas las divisiones, la primera división la inició después de que uno de los suyos, recibiera el apodo de Caos Andante.
—¿Quién? —preguntó Draken, puesto que ninguno de los altos mandos sabía quién era el del apodo, y Takemicchi, al ser nuevo, tampoco lo conocía.
—No lo conocemos, pero le dicen el Caos Andante de ToMan, uno de los chicos de la tercera división es su amigo, Nagai Itami, creo que se llamaba.
—¿Y por qué le dicen Caos Andante? —preguntó Chifuyu.
—No lo sabemos, pero los rumores dicen que tienen un pasado oscuro, y secreto. Por esa razón, muchos lo respetan y le temen.
Editado: 22.11.2024