El Monstruo y la Bestia

Capítulo 30

Cuando terminó aquella reunión, Chifuyu le pidió a Yasahiro y a Jun que acompañarán a Takemicchi e Inui, quienes aceptaron a regañadientes. Tanto el castaño como el de cabello azul, se quedaron en las afueras del cementerio; Jun se percató de la mirada perdida del castaño en las tumbas de aquel lugar, casi como si buscara algo.

—Así que eres tú —hablo a alguien conocido para ambos chicos. Un joven de cabello blanco, alto y moreno estaba frente a ambos chicos—. Un gusto conocerte —comentó antes de irse, confundiendo a Jun y a Yasahiro.

Takemicchi había salido con Emma Sano, los cuatro hablaron poco, antes de que ella se ofreciera a traer bebidas, junto con Jun; Esa moto nadie lo pudo ver, excepto por Jun, quien amortiguó el golpe que iba para Emma, pero eso no implicó que no llegara el golpe.

El capitán de la primera división no dudo en correr hacía Emma, puesto que él estaba encargado de cuidarla, mientras que el castaño tenía la mirada perdida, era la segunda vez que alguien que amaba estaba tirado casi sin vida en la calle. Todo su mundo cayó en un fuerte silencio, e incluso se había detenido para él, mientras caminaban hasta el cuerpo desmayado de Jun. Podía ver a Takemicchi llorando e incluso a Mikey moviendo sus labios, pero todo le resultaba inentendible, como alguien habla a lo lejos o algún susurro muy bajo. Cuando llegó al cuerpo de Jun, pudo ver el lugar en el cual había recibido el golpe, lo tomó y solo con su fuerza llevó al del cabello azul, en sus brazos mientras caminaba.

—Yasahiro —llamó Inui, sin saber que hacer, puesto que Mikey y Takemicchi se habían ido.

—Todo estará bien —dijo sin mirarlo, mientras caminaba—. ¿Tienes una moto disponible? —preguntó con aquella voz monótona, intentando mantener su frente en alto, para poder concentrarse en la situación, sin caer en sentimentalismos.

Cuando llegaron al hospital, Inui se fue. En la sala de espera, todo estaba vacío, hasta que llegaron Mikey y Takemicchi, o al menos ellos se quedaron ahí, pero en cuanto Draken llegó, los dos altos mandos de ToMan, junto con Takemicchi, salieron afuera. Fue todo un escándalo cuando Draken empezó a golpear y a acusar a Mikey.

El castaño lo observaba a todos desde el techo, puesto que no tenía fuerza para saber lo que ocurrió con Jun. El ambiente cada vez iba de mal en peor, puesto que iban llegando muchas personas que se veían destruidas por la noticia: Emma Sano, estaba en coma, y nadie sabía si iba a despertar.

Cuando Takemicchi se retiró, un chico chocó sin querer con Hinata Tachibana, quien estaba deshecha en lágrimas, puesto que su gran amiga, estaba en el peor estado posible, ella apenas podía entender lo que estaba pasando, su mente no podía procesar el hecho de perder a su amiga de esa manera tan injusta.

—Lo lamento mucho —dijo sin mirarla, pero Hina lo reconoció como el amigo de Takemicchi, Yasahiro—. Disculpa, ¿Sabes si Takemicchi Hanagaki sigue aquí?

—Lo siento, creo que ya se fue.

—Lamento molestarte, pero puedo pedirte un favor —Hinata no tardó en entender que aquel chico, estaba lidiando con un fuerte dolor, que ni siquiera era capaz de demostrarlo— Su nombre es Kuroda Jun, yo… No tengo la fuerza para poder preguntar por él, así que podría preguntar por él y luego decirme que tiene.

Yasahiro tenía la voz sin ánimos, tenía su mirada en el piso, con su cabello despeinado tapándole el rostro, ni siquiera esperó a que Hinata le contestara, puesto que él era consciente de que ella podría cumplir su favor, porque ella era una gran persona. Con sus pensamientos nublados, la mirada baja y un desánimo que ya no le permitía hablar, salió de aquel hospital, y empezó a caminar hasta el templo Musashi.



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En el texto hay: bl, pandillas, tokyorevengers

Editado: 22.11.2024

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