El Monstruo y la Bestia

Capítulo 35

Aquella reunión tomó a todos por sorpresa, Jun sonrió, mientras esperaba a Yasahiro, puesto que él se veía muy afectado por lo que le había pasado. Cuando todos se reunieron, el castaño miró algo confundido toda la situación, aunque el ambiente le daba algo de nostalgia.

—¡A partir de hoy! ¡La pandilla Tokyo Manji ya no existe! —grito Mikey dejando a todos en shock.

Ese momento era terriblemente emotivo, casi todos sus amigos estaban conmovidos por aquellas palabras que les dedicaba, el comandante a cada uno de los capitanes y los subcapitanes; Yasahiro aún estaba sin salir de su sorpresa, y aunque se sentía triste, todo esto no le llegaba a conmover hasta las lágrimas y no sabía por qué.

—No puedo creerlo —dijo Itami mientras se limpiaba las lágrimas—. Realmente se acabó.

—Sí, es algo raro —comentó el castaño de forma automática.

—Como dijo el comandante, no importa que tan buenas sean las cosas, deben tener un final —aclaró con una sonrisa—. ¿Estás bien, Kenta?

—No bromees, en serio estás llorando, Kenta —comentó Jun antes de sonar su nariz.

—Lamento tener emociones, imbéciles —dijo con ironía mientras se quitaba las lágrimas.

—Chicos, tranquilos —dijo Yasahiro, mientras pasaba un pañuelo a Itami para que suene su nariz.

—¿Por qué no te ves afectado? —preguntó Jun con cierta molestia.

—Si, ya no podrás acosar al comandante —dijo Itami confundido.

—Es que aún tengo algo que hacer, así que todavía no me he despedido de nadie —explicó de manera enigmática, y solo uno de sus amigos entendió a que se refiere—. Además, no es la primera vez que una pandilla se separa, y aun así, lo único que me dolería sería separarme de ustedes —comentó divertido, viendo como sus tres amigos volvían a llorar conmovidos por sus palabras.

El quince de marzo, Yasahiro había salido con Isamu, su mejor amigo en todo el mundo, a dar un paseo nostálgico; ambos chicos se habían topado con la emotiva escena del comandante, reunido con todos los capitanes y subcapitanes, mientras enterraban una caja. Haciendo caso omiso a las quejas de Isamu, Yasahiro se subió a un árbol para ver a todos juntos, porque sentía aquella triste sensación de que jamás los volvería a ver en la vida, por esa razón quería ver el momento, como siempre había estado, desde lejos y siendo ajeno a ellos.

—Esto es muy emotivo —se quejó Smiley divertido, sin perder su sonrisa. Pero Mikey, a diferencia del resto de todos ellos, se había percatado de la presencia de cierto castaño.

—¡Yasahiro, baja de ahí! —ordenó dejando a todos sorprendidos. Pero el más sorprendido fue el mencionado, porque no esperaba ser visto.

Tomando una fuerte bocanada de aire, se dejó caer de la rama haciendo un giro en el aire para poder caer de pie limpiamente. Y cuando se percató de que estaba en medio de todas las miradas, sonrió.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Phe-yan.

—Lo siento, cuando los vi tuve el sentimiento de que jamás los volvería a ver, así que quise quedarme para recordarlos —aclaró—. En fin, de todas maneras tengo algo que hacer antes de despedirme, pero no estoy recordando que es —murmuró.

Draken, miraba extrañado a ese chico, pues se veía completamente tranquilo, aunque algo quieto, mientras fingía que estaba pensando. Mitsuya, se había percatado de que el chico, aún tenía su uniforme de ToMan, con una manga mal cocida, pero aun así se veía alegre.

—Ya lo recordé, ¡Comandante! —llamó mientras se ponía frente a frente con el rubio, y entonces sin dudarlo lo tomó de los hombros, para poder acercarse a él.

Mikey miró sorprendido aquella situación, y lo que siguió después, fue algo que nadie iba a poder olvidar, fue tan repentino, que hasta Draken y Mitsuya, no pudieron disimular su rostro de sorpresa.

—Me gustas, Mikey. Estoy enamorado de ti —aclaró, provocando que el mencionado abriera los ojos sorprendidos y entonces, como si nada, lo soltó—. Listo, ahora me voy.

—Espera que acaba de pasar —preguntó Takemicchi, pero Yasahiro se acercó al rubio y le dio un golpe suave en la frente, mientras sonreía—. Auch.

—Tonto Takemicchi, se supone que esas son las palabras que dicen cuando quiere confesarte sentimentalmente a alguien, eso o también él me gustas mucho, pero creo que me gusta la idea de aclarar que estoy enamorado —comentó sin prestarle atención a todas las reacciones—. Bueno, me voy, porque deje a Isamu solito.

Todo el mundo no sabía cómo reaccionar ante aquellas palabras, pero el principal afectado era Mikey quien aún no podía salir de su sorpresa. Yasahiro se fue con Isamu, mientras se aferraba a su mejor amigo, pues tenía aquella opresión en su pecho, y por primera vez dejaba que sus lágrimas cayeran por su mejilla.

—Me alegra saber que al fin te permites ser vulnerable —aclaró mientras dejaba de acelerar.

—¿En dónde estamos? —preguntó, confundido, mientras se bajaba de la moto.

—Vinimos a dejar que todos nuestros sentimientos salgan, y se los lleve el mar —aclaró el rubio, mientras sus demás amigos se acercaban.

—Eso es poético, Isamu —comentó divertido mientras se sacaba las lágrimas.



#2044 en Fanfic
#7482 en Otros
#1391 en Acción

En el texto hay: bl, pandillas, tokyorevengers

Editado: 31.01.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.